Los Rolling Stones en apuros
Por la muerte de L'Wren Scott, la aseguradora se niega a pagar la cancelación de conciertos
En marzo pasado, los Rolling Stones suspendieron una serie de conciertos en Australia a raíz del suicidio de la diseñadora L’Wren Scott -pareja de Mick Jagger-, una cancelación que su aseguradora se niega ahora a cubrir a pesar de que el grupo poseía una póliza para este tipo de incidencia en caso de muerte de familiares cercanos, que en el caso del líder de la banda incluía a su pareja, sus exmujeres, sus siete hijos y sus cuatro nietos, por lo que la legendaria banda ha iniciado una batalla judicial en la que 12,7 millones de dólares están en juego.
La compañía aseguradora ha solicitado ahora el permiso de la corte de Salt Lake City (Utah) para recopilar el testimonio de Randall Bambrough -hermano de L’Wren- para decidir si la malograda diseñadora padecía un problema mental previo a su suicidio, en cuyo caso su muerte no estaría cubierta por la póliza de seguros de los Rolling Stones ya que “habría escapado a su control”, según informa el periódico Salt Lake Tribune.
“La señora Scott tenía intención de, y lo logró, suicidarse. Por lo tanto su muerte no era ni inesperada ni imprevisible”, reza el informe con el que la compañía aseguradora ha respondido a la demanda interpuesta por los Rolling Stones.
La exasistente personal de L’Wren, Brittany Penebre, también se encuentra entre la lista de personas que la aseguradora planea entrevistar para dilucidar el estado mental de la exmodelo antes de su fallecimiento. Por su parte, los informes médicos establecen que Mick Jagger fue diagnosticado con estrés postraumático a raíz de la muerte de su pareja, por lo que recibió la orden de no actuar en al menos 30 días. Sin embargo, su compañía aseguradora alega que el cantante no fue examinado en ningún momento, sino que la carta que recoge el informe pertenecería a un doctor que no pudo reconocerle en persona y que tampoco era un psiquiatra.