Editorial: Los problemas de México

La masacre de los 43 estudiantes mexicanos desnuda los profundos problemas en esa nación debido al revuelto entre la política, el narcotráfico y la corrupción que implica a gobernantes y autoridades.

La historia oficial dice que los normalistas rurales querían reunirse o protestar por un discurso que iba a dar la Primera Dama de Iguala, su marido, el alcalde José Luis Abarca habría pedido a la policía municipal que actúe, los detuvieron y fueron entregados al grupo narco Guerreros Unidos, del cual tres de sus sicarios los mataron, quemaron sus restos y los arrojaron a un río en bolsas.

Este relato cuenta una sucesión de hechos que convence a muy pocos mexicanos. Ya existe una profunda y justificada desconfianza hacia la honestidad de sus autoridades para resolver masacres y magnicidios. Desde Tlatelolco hasta Acteal y San Fernando, desde José Francisco Ruiz Massieu hasta Donaldo Colosio, las autoridades embarraron realidades y legalidades para el carpetazo final.

Ese mismo que el Procurador Jesús Murillo Karam quiso dar el vienes pasado al culpar a los tres sicarios de los asesinatos. El gobierno de Peña Nieto cuenta con que la captura de Abarca —incluso cuando el ex alcalde hoy esta acusado de un delito que no tiene nada que ver con los estudiantes- y los tres sicarios cierren el caso.

El gobierno priísta queda manchado, especialmente porque la PGR sabía del lazo Abarca y Guerreros Unidos y por el manejo de la tragedia.

Lo mismo ocurre con el Partido de la Revolución Democrática que conocía las conexiones de Abarca y del desgobierno del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero.

¿Cuantos narcoalcaldes más hay en México aceptados tácitamente por la estructura política?

Lo acontecido en Iguala debe crear una profunda revisión sobre los antecedentes, los poderes y las acciones de gobernadores, alcaldes y sus policías municipales. De lo contrario, habrá que esperar otras masacres más .

El caso de los normalistas debe servir de parteaguas para la sociedad mexicana. El grito de “se los llevaron vivos, los queremos vivos” es la esperanza de los padres y el basta de una sociedad cansada de vivir entre gobiernos que la ignoran, funcionarios corruptos y asesinos que matan u ordenan matar con toda libertad.

En esta nota

Ayotzinapa Iguala México

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain