Padre Solalinde se suma a búsqueda de estudiantes de Ayotzinapa

México.- El sacerdote Alejandro Solalinde dijo que se ha sumado a la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos en México dentro de una labor en la que también pretende hacer “un diagnóstico del estado de pudrición y corrupción” que hay en el país.

“Buscarlos es buen pretexto para poner en evidencia la alta corrupción que hay en todo el Estado mexicano“, dijo el defensor de los derechos de los migrantes, sobre el caso de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, en el estado de Guerrero, a manos de policías corruptos ordenados por autoridades locales.

“Como el Estado se los llevó hay que buscar en toda la República mexicana, en las instalaciones del Estado, a los 43. Pero no solamente se está buscando a los 43, se está haciendo como un control social, investigando qué está pasando en estas instalaciones y lo que se ve deja muy mal parado al Gobierno“, agregó.]

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Solalinde se sumó el viernes a la búsqueda organizada por jóvenes estudiantes e integrantes de la sociedad civil en la región del istmo de Tehuantepec, en una jornada en la que visitaron el Centro de Readaptación Social de Juchitán, donde detectaron “irregularidades”, contó.

El sacerdote participará el 26 de enero en la acción global y en una vigilia pascual de oración por la aparición de los estudiantes que va a convocar la Iglesia católica.

Según contó el religioso, quien hace unos meses tuvo un conflicto con los familiares de los estudiantes por unas duras declaraciones que hizo asegurando que los jóvenes estaban muertos, afirmó que tiene una relación buena y que han “estado muy unidos, no hay asperezas” ya que su “discurso es el mismo”.

“Nos hemos juntado en la lucha por cambiar pacíficamente esta nación y poner al Gobierno en su lugar, porque si no lo hacemos esto no va a parar”, sostuvo.

El pasado 26 de septiembre seis personas murieron, 25 resultaron heridas y 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecieron a manos de policías locales en colusión con miembros del cártel Guerreros Unidos, de acuerdo con la investigación de la Fiscalía.

Hasta ahora solo uno de los estudiantes desaparecidos ha sido identificado a partir de los restos calcinados enviados por el Gobierno mexicano para su análisis en un laboratorio de Austria.