Suspende ejecuciones en Oklahoma hasta revisar inyección letal
El Supremo aceptó revisar el uso del ansiolítico midazolam, un medicamento que el año pasado falló en tres ocasiones y prolongó el sufrimiento de los presos al recibir la inyección letal
El Tribunal Supremo suspendió las ejecuciones previstas para los próximos meses en el estado de Oklahoma hasta revisar la legalidad de los componentes de sus nuevas inyecciones letales.
El Supremo aceptó el pasado viernes revisar el uso del ansiolítico midazolam en las ejecuciones de Oklahoma, un medicamento que el año pasado falló en tres ocasiones (en Oklahoma, Ohio y Arizona) y prolongó el sufrimiento de los presos al recibir la inyección letal.
El recurso fue interpuesto por los abogados de los presos que ya tenían una fecha establecida para recibir la nueva inyección letal, cuyos componentes son los mismos que antes, incluido el midazolam, pero con dosis más potentes, según las autoridades del estado de Oklahoma.
Ahora, el Supremo debe decidir si el uso de este medicamento viola la Octava Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege a los ciudadanos de castigos crueles o inusuales.
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El madizolam es un medicamento que algunos estados empezaron a usar el año pasado ya que las compañías que suministraban los fármacos usados con anterioridad se negaron a proveerlos para ejecuciones.
La controversia con las ejecuciones en Oklahoma se remonta al 29 de abril de 2014, cuando los verdugos del penal de McAlester suministraron una inyección defectuosa al preso Clayton Lockett, que tardó 43 minutos en morir en un procedimiento que no suele durar más de un cuarto de hora.
A raíz de ese caso, Oklahoma suspendió todas sus ejecuciones para preparar un método renovado que incluye una nueva sala de ejecuciones, verdugos con mayor formación y una nueva inyección letal.
El nuevo procedimiento se probó por primera y única vez el pasado 15 de enero con la ejecución, sin complicaciones, del preso Charles Warner.
La audiencia en el Supremo sobre el uso de midazolam está programada para abril y se espera que el tribunal falle en junio.
El Supremo no se pronunció sobre la eventualidad de que Oklahoma use otros medicamentos como el pentobarbital, que ya usan Texas y Georgia, entre otros.
Las ejecuciones suspendidas por la decisión de hoy son la de Richard Glossip, prevista para este jueves; la de John Grant, programada para el 19 de febrero; y la de Benjamin Cole, para el 5 de marzo.
El caso de Glossip se remonta a 1997, cuando el preso pagó $10,000 a un excompañero del hotel del que había sido despedido para que asesinara a su propietario, Alan Van Treese, según la sentencia.
Grant, por su parte, fue sentenciado a muerte por el asesinato en 1998 de un trabajador de la cafetería de la cárcel Dick Conner de Hominy (Oklahoma), donde cumplía condena desde 1980 por varios robos.
Cole asesinó a su hija de nueve meses en el 2002 porque le molestaba su llanto, según confesó.
Con información de EFE