La apertura de relaciones con Cuba

Por donde se le vea, es ridículo continuar con el embargo de EE.UU. hacia la isla

En 1957, tras de que un temblor devastara el hotel Continental Hilton en la ciudad de México que acabábamos de inaugurar, cuando yo formaba parte del equipo de aperturas de Hilton International, fui enviado por Hilton a La Habana a hacer el mismo trabajo en la construcción, organización y apertura del Havana (sic) Hilton.

Llegué cuando la dictadura de Fulgencio Batista estaba en su apogeo y muchos cubanos abandonaban el país. Además, se hablaba en Cuba de “los barbudos” que estaban en algún lugar de la sierra maestra.

Estuve en La Habana cuando triunfó la revolución y Fidel Castro se alojó en nuestro hotel. Después de él, llegaron muchos rusos y chinos comunistas que apoyaban su régimen.

Tras ese triunfo, muchas personas abandonaron Cuba para evitar la persecución de parte de Castro y su grupo. En otras palabras, una dictadura por otra.

No apoyo al régimen de Fidel Castro, a quien por vivir en “mi hotel” tuve la oportunidad de ver y tratar, como tampoco el haber conocido a Batista significa que hubiera preferido que su régimen continuara. Rechazo a los dictadores de cualquier color que sean porque para mí, lo más importante que existe es la libertad que ninguno de ellos respeta.

Los Estados Unidos establecieron su postura con un embargo y cuando los rusos intentaron instalar cohetes con cabezas atómicas la firmeza del Presidente Kennedy lo impidió.

De la llegada de Fidel Castro han pasado más de 50 años durante los cuales cambiaron las circunstancias políticas en el mundo. Y no es ni explicable ni justificable el bloqueo y las sanciones que se siguen aplicando a Cuba.

Ya desde hace años, uno de los grandes socios comerciales de los Estados Unidos es la China comunista, y no se justifica que teniendo amplio comercio con países comunistas se siga estrangulando el desarrollo económico de Cuba porque Castro es comunista.

Últimamente se habla de reanudar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba pese a la oposición política de algunos cubanos en Miami que siguen prefiriendo odiar al endeble comunismo cubano por encima de apoyar esto, que pudiera beneficiar al pueblo de ese país.

La normalización de las relaciones entre ambos países sigue siendo polémica, entre otras cosas, porque pudiera terminar con la situación migratoria de los cubanos que llegan a este país, quienes tienen una posición privilegiada. Basta con que pisen territorio estadounidense para tener permiso de trabajo y derecho a obtener la residencia permanente.

Por donde se le vea, es absurdo continuar con el embargo a Cuba.

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Cuba México

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