La doble misión de Kaká

Impremedia

No fue el Pato Donald lo que impulsó a Kaká a fichar por el Orlando City. Y eso que el brasileño reconoce que le encanta Disneyworld, lugar que ha visitado en repetidas ocasiones, según admite entre risas.

La estrella brasileña de 32 años vestirá la casaca púrpura del club de Florida consciente de que será protagonista tanto dentro como fuera del campo.

Kaká, al igual que lo hizo David Beckham, no sólo viene a ganar títulos sobre el césped, sino también a contribuir al crecimiento del fútbol en Estados Unidos, y por esa razón muchos lo ven como un ícono para que el balompié siga convirtiéndose en uno de los deportes favoritos en el país.

“Es una responsabilidad y una motivación”, dice.

“Ayudar al desarrollo de la liga es importantísimo. Tengo un contrato de tres años, pero si puedo quedarme más tiempo y ayudar a que esta liga crezca, para mí va a ser un gran placer”, expresa.

Después de pasar por clubes como Sao Paulo, AC Milan y Real Madrid, el jugador puso la mirada en las grandes ciudades de Estados Unidos, aunque su destino fue la soleada Florida. “Tuve contactos con Galaxy y New York Red Bulls”, relata el astro. “Pero conocí en Brasil a Flavio da Silva [propietario del Orlando City SC], quien me dijo que quería comprar una franquicia en la MLS y finalmente el momento llegó”.

Un contrato de ensueño

Kaká será junto con Steven Garrard, del Galaxy de Los Ángeles, el jugador mejor pagado de la MLS. El mediocampista, que lucirá el número 10 en su camiseta, cobrará $7 millones de dólares al año, más que nadie en la historia de la liga.

Ganador del Mundial 2002 y de la Champions 2007, el brasileño no es el único gran jugador que debutará esta temporada en la MLS. Además de Kaká, grandes como David Villa, Gerrard o Frank Lampard serán las nuevas estrellas de la MLS.

“Tenía la oportunidad de estar en Europa por muchos años más, y Lampard y Gerrad también. Pero decidieron venir aquí. La liga está creciendo. En 5 o 10 años esta liga será una de las más importantes del mundo”, asegura el brasileño, quien ya no ve a la MLS como una liga donde las estrellas vienen a retirarse.

“Antes sí pensaba que los jugadores venían aquí a vivir bien y retirarse. Pero Beckham hizo una cosa distinta, porque vino con un nivel técnico muy bueno. Yo también vengo con nivel para aportar cosas y quiero seguir jugando en la selección brasileña”, asevera Kaká.

A pesar de formar parte de un equipo con menos historia que los grandes conjuntos de Europa o Sudamérica en los que ha jugado, Kaká llega a Orlando feliz por la oportunidad, y motivado para cambiar cosas.

“El equipo acaba de nacer. Será un gran desafío”, dice con su eterna sonrisa.

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