Los engañosos beneficios del petróleo barato
Los estadounidenses pueden ahorrar varios dólares en su cuenta de la gasolina, pero ello no contribuye a las políticas de reducción de emisiones
Los beneficios del petróleo barato pueden resultar en un alto costo para las iniciativas de cambio climático del presidente Barack Obama.
Algunos de los logros de Obama en este frente, autos en la carretera que queman menos gasolina, las reducciones de gases de efecto invernadero y un plan para reducir las emisiones de las centrales eléctricas, podrían estar en riesgo con la caída de los precios energéticos, al frustrar las políticas destinadas a obligar a la nación a pensar más en verde.
La caída del año pasado el 33% de los precios de la gasolina ya hace a los fabricantes de automóviles cuestionar los objetivos de ahorro de combustible más estrictos para los vehículos nuevos.
La industria del petróleo cree que un descenso en sus ingresos significa que no pueden permitirse nuevas regulaciones climáticas. Incluso los fabricantes de equipos solares están viendo caer los precios de las acciones por temores a que el gas natural barato erosionará la demanda.
“Estamos inundados de combustibles fósiles baratos de una manera que era inimaginable hace cinco años, y eso hará que el plan climático del presidente y el plan climático de cualquier ecologista, sean muy difíciles de lograr”, dijo Michael Greenstone, profesor de economía en la Universidad de Chicago, quien una vez fue el economista jefe del Consejo de Asesores Económicos de Obama.
Los datos muestran a los consumidores gravitando para volver a las camionetas, minivans y SUVs que rehuían cuando la gasolina estaba en casi $4 o más por galón.
Los fabricantes de automóviles ha registrado una demanda sostenida de vehículos de bajo consumo, como los modelos híbridos y eléctricos para cumplir con el mandato de Obama de una economía de combustible promedio nacional de 54.5 millas por galón.
El plan de la Agencia de Protección Ambiental para reducir las emisiones de carbono de las centrales eléctricas empuja a las empresas a adoptar fuentes de energía limpia renovable, pero sería ahora una empresa más cara en relación con el uso de los combustibles fósiles tradicionales, dijo Philip Wallach, de la Brookings Institution en Washington.
De hecho, la Administración de Información de Energía ya ha comenzado a dar marcha atrás en las predicciones de que las emisiones de carbono de Estados Unidos caerían este año y el próximo, al decir que ahora esperan ver un aumento de los contaminantes de enero, citando una caída de los precios que impulsará un mayor uso.
Un ejemplo de que las automotrices están dando la espalda: en el Auto Show en Detroit, General Motors anunció un Cadillac CTS-V de 640 caballos de fuerza.
El sedán sería el auto más potente jamás comercializado por la marca de lujo Cadillac. Eso no ayudará a GM a cumplir con los términos de un acuerdo que se realizó en 2012, cuando la administración de Obama quiso impulsar gradualmente la economía de combustible promedio general de sus flotas de vehículos de 54.5 millas por galón para el año 2025.
Cuando los fabricantes de automóviles acordaron los nuevos requisitos de economía de combustible, el precio promedio de un galón de gasolina estaba por $3.97 en los Estados Unidos. Hoy el precio de la gasolina regular ronda entre los $2.10 a $2.95 (depende del estado).
“Gracias a los precios del gas y los estándares más altos de combustible, la familia típica debería ahorrar alrededor de $750 en la bomba este año“, dijo Obama entre aplausos en su discurso del Estado de la Unión al Congreso el mes pasado.
Para Obama, el cambio climático es uno de los temas que definieron sus dos carreras exitosas para la Casa Blanca. En 2013 se comprometió con las primeras regulaciones que limitan gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas, un corte en el financiamiento del gobierno de Estados Unidos para las plantas de carbón en el extranjero y se aceleró el progreso en los estándares de eficiencia para todo, desde los hornos de microondas hasta las cámaras frigoríficas.
Su gobierno también ha destinado miles de millones de dólares para proyectos de energía renovable y energía limpia en terrenos públicos. Una combinación de políticas federales y estatales, no los precios del petróleo o de gas, puede ser la clave para que estas fuentes más limpias sigan ganando cuota de mercado.
Toyota está centrado en la revisión de mediados de año y espera una re-evaluación de algunas proyecciones para la infraestructura de combustible alternativo, las ventas de vehículos eléctricos, las mejoras tecnológicas de la batería y del motor, aseguró Rick Gezelle, gerente nacional de Toyota para asuntos técnicos y reglamentarios con sede en Washington.
Ford dijo que sigue comprometido con los carros pequeños porque nadie puede predecir cuánto tiempo la gasolina seguirá barata. En 2008 el sedán Focus fue tan popular que se agotó. “Los consumidores creen que los precios de la gasolina aumentarán con el tiempo y nosotros también”, dijo Joe Hinrichs, presidente de Ford de las Américas.
La industria del petróleo y el gas también puede buscar algún alivio de los objetivos de emisiones. La caída de precios fue citada como una razón para que la industria del petróleo no sea capaz de cumplir con los nuevos mandatos de la EPA para reducir las emisiones de metano.
Los beneficios de la gasolina barata son para los bolsillos de los consumidores, pero no ayudan a contrarrestar la contaminación de nuestro planeta.