Apresan hombre que prostituía a dominicanas en Haití
El sujeto obligaba a sus víctimas a "trabajar" a punto de pistola
El hombre pertenece a una red criminal internacional. Crédito: Shutterstock
Santo Domingo.- Un tribunal ordenó el mantenimiento en prisión de un dominicano acusado de formar parte de una red criminal internacional que se dedicaba a la explotación sexual de mujeres en centro de prostitución del vecino Haití, incluso a “punta de pistola”, informó la Procuraduría General.
El organismo dijo además que rescató a cinco dominicanas que eran obligada a ofertar servicios sexuales en un prostíbulo ubicado en Puerto Príncipe.
El Tribunal de Atención Permanente de Montecristi (noroeste) impuso dos meses de prisión preventiva como medida de coerción contra Juan Cabreja Abreu, informó la Procuraduría General.
La Procuraduría sostuvo que Cabreja Abreu “se encargaba de buscar, convencer, reunirse y hacer las diligencias necesarias para la adquisición de documentos para el traslado de las víctimas hacia la vecina nación”.
Indicó que la organización operaba desde el municipio de Pepillo Salcedo, de Montecristi, donde reside el imputado detenido el pasado sábado.
El procurador especializado en la lucha contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y la Trata de Personas, Jonathan Baró, explicó que Cabreja Abreu, junto al haitiano Frank Hipolite, “se dedicaba a realizar actividades de carácter ilícito relacionadas con una red de tráfico de mujeres a nivel internacional con el fin de prostituirla en la República de Haití”.
Baró indicó que el dominicano Cabreja Abreu “tenía la misión de constatar, conquistar y convencer a las jóvenes de los barrios, vía telefónica, para que trabajaran en un negocio ubicado en el municipio de Pepillo Salcedo”, y que una vez allí “las convencía para que trabajaran con Frank, con la promesa de que ganarían más dinero”.
Indicó que posteriormente las dominicanas eran trasladadas al vecino Haití, donde eran obligadas a firmar un contrato y a tener relaciones sexuales “a punta de pistola” y “sin su consentimiento”.
Indicó que las mujeres prostituidas procedían de distintas zonas del país, incluyendo la capital.
