La extraordinaria arquitectura de Opa-Locka, la ciudad “más árabe” de EE.UU.

Cuenta con la mayor concentración de arquitectura árabe de Estados Unidos, pero no se trata de una ciudad levantada por emigrantes musulmanes. Ésta es su historia.

No muy lejos de las playas de Miami Beach y los rascacielos de Brickell, el centro financiero del sur de la Florida, se encuentra Opa-Locka, la ciudad con la mayor concentración de arquitectura árabe en Estados Unidos.

El barrio parace un homenaje a Medio Oriente, con sus edificios decorados con minaretes, arcos y cúpulas moriscas.

Las calles llevan nombres como Avenida Alí Baba, Bulevar Sharazad o Calle Sésamo.

Un visitante despistado que visite el suburbio de Opa-Locka podría pensar que se trata de un barrio árabe construido por inmigrantes.

Pero aquí no hay mezquitas y la gran mayoría de la población es de origen negro e hispano.

Opa-Locka, con 15.000 habitantes, es un área pobre de Miami que históricamente ha tenido altos índices de delincuencia, pero las autoridades quieren aprovechar su arquitectura única para traer la prosperidad.

Su existencia se debe al multimilllonario estadounidense Glenn Curtis, a quien en los años 20 le fascinaban películas de Hollywood como “El Ladrón de Bagdad”, que popularizaron el interés por Medio Oriente en EE.UU.

Aprovechando esa moda, Curtis eligió la temática oriental para crear en 1926 una ciudad y promocionarla entre los ricos inversores del norte del país.

En aquella década de boom inmobiliario, otras ciudades eran levantadas en el sur de Florida. Coral Gables, con sus mansiones de inspiración española, fue un éxito y hoy es una de las áreas más cotizadas de Miami.

En aquellos momentos iniciales de la historia de la ciudad, Miami no tenía una identidad arquitectónica, explica el profesor de arquitectura del Miami Dade College, José Vázquez.

“Muchos promotores usaron la arquitectura para promocionar que sus comunidades eran únicas”, agrega Vázquez.

Así, la estación de tren, la alcaldía, viviendas y hasta 100 edificios de Opa-Locka fueron diseñados con estilo morisco.

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Pero a diferencia de Coral Gables, el proyecto de Curtis para Opa-Locka no llegó a buen puerto.

Opa-Locka tuvo la mala suerte de ser inaugurada el mismo año del devastador huracán de 1926, lo que supuso un freno abrupto a muchas inversiones.

La puntilla final se la asestóla crisis económica de 1929 y la muerte de Curtis un año más tarde.

Opa-Locka se convirtió en una de las zonas más pobres de Miami y su arquitectura única quedó en una rareza conocida por pocos.

Durante décadas ha sido identificada con la delincuencia y su reputación era tan mala que muchos residentes del sur de Florida trataban de evitarla.

Ahora, con la ayuda de más de US$60 millones de fondos federales y del gobierno de Florida, las autoridades locales quieren aprovechar la arquitectura mora para revitalizar la ciudad.

La idea es situar a Opa-Locka en el mapa turístico de Miami, según la Corporación para el Desarrollo Comunitario Local (CDCL), una organización que gestiona parte de esos fondos.

Para 2026, cuando Opa-Locka celebre su centenario, la comunidad será sede de restaurantes gourmet, galerías de arte y tiendas especializadas, vaticina Willie Logan, presidente de la CDLC.

“Estamos emprendiendo algo que verdaderamente empezó hace 90 años, cuando el fundador de la ciudad decidió que Opa-Locka tendría una temática mora”, dice Logan.

La estrategia de la CDCL pasa primero por atraer a artistas para que instalen sus estudios y galerías, y restauren el espacio urbano.

Uno de ellos es Gary Moore, un artista plástico que lleva un año instalado en la ciudad en un estudio cedido por el CDLC.

Moore habría podido elegir como lugar de trabajo el cercano barrio de Wynwood que, espoleado por la feria Art Basel, ha emergido en los últimos años como una meca del arte contemporáneo.

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Pero a Moore le atrajo el proyecto de transformación de Opa-Locka.

“Siento una energía muy nueva aquí”, dice Moore.

“Opa-Locka tiene potencial para convertirse en un centro para artistas afroestadounidenses”, dice Moore.

Actualmente, 20 de los edificios moriscos de Opa-Locka figuran en el Registro Nacional de Lugares Históricos de EE.UU.

Muchos de los edificios originales fueron demolidos o alterados, lamenta el profesor de arquitectura, José Vázquez.

El valor arquitectónico de Opa-Locka reside en que ninguna otra ciudad de EE.UU. fue concebida con estilo islámico.

“Todavía se puede percibir la visión original, y por eso es tan notable y tan importante preservar (Opa-Locka)”, agrega.

Vázquez cree que dada la historia de desarollo urbano del sur de Florida, no es improbable que la visión original para Opa-Locka acabe convirtiéndose en realidad.

“Es una ciudad producto de la imaginación, no muy diferente a tantos otros proyectos en el sur de Florida”, asegura.

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