Tiempo de calor, tiempo de cólera

Durante la temporada de calor, solemos ofrecer a nuestros hijos aguas frescas, vasos de fruta picada, ensaladas de verduras crudas, paletas y helados, así como raspados de hielo. La mayoría de las veces los compramos en tiendas que quizá no cuenten con las condiciones mínimas de higiene, por lo que se convierten en focos de infección y propagación de enfermedades tan peligrosas como el cólera.

La doctora Judith Meza Bárcenas explica que es muy importante hacer conciencia sobre los grandes riesgos que corre nuestra salud si contraemos esta enfermedad: “Debemos saber que el cólera es una infección intestinal aguda, causada por el consumo de alimentos o agua contaminados con la bacteria Vibrio cholerae, que se encuentra en el materia fecal de la persona infectada. Este padecimiento, si no se controla oportunamente, puede llevar a la deshidratación y en casos extremos, a la muerte de quien la padece”.

¿Cuáles son los síntomas?

Las señales de alerta sobre el posible contagio son:
•    Diarrea.
•    Vómito y náuseas.
•    Fiebre.
•    Pérdida del apetito.
•    Decaimiento del estado de ánimo.
•    Deshidratación.

En el caso de que algún pequeño presentara los síntomas antes mencionados, hay que acudir al médico. Meza Bárcenas indica no hay que perder tiempo y es importante que reciba suero oral para evitar la deshidratación. Además, agrega que en el caso de un bebé que aún se está amamantando, es vital que se alterne la leche materna con tomas del suero oral.

Consejos para evitar el contagio

La especialista sugiere:
1.    Lavarse las manos con agua y jabón antes de comer, de preparar los alimentos, después de ir al baño, de cambiar un pañal y también si se ha estado en contacto con heces fecales o vómito de una persona enferma.
2.    Solamente beber agua hervida, purificada o tratada con cloro.
3.    Consumir exclusivamente alimentos bien cocidos y de reciente preparación.
4.    Lavar las frutas y verduras con agua clorada o desinfectante.
5.    Prescindir de comer alimentos crudos.
6.    Mantener los alimentos bien tapados y en refrigeración.
7.    Comer en lugares limpios.
8.    En caso de que un miembro de la familia haya sido atacado por la bacteria que produce el cólera, es necesario desinfectar con cloro todos sus utensilios: vasos, cucharas, platos, etc. y mantenerlos separados del resto.
9.    Si el enfermo es un menor, es recomendable colocar los pañales y todos sus desechos contaminados con heces y vómito, en una bolsa de plástico, agregar cloro y anudarla para evitar su propagación.

Si todos los miembros de la familia conocen y siguen las medidas de prevención, la salud familiar será un asunto vigilado por todos.

Para saber más: Higiene en alimentos y bebidas, Esteban De Esesarte Gómez, Editorial Trillas.

Colaboración de Fundación Teletón México
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