¿Con el corazón partido? Evita el infarto tras el divorcio
Consejos para evitar que el divorcio afecte negativamente tu salud
Ese estado anímico de “tener roto el corazón”, que muchas personas divorciadas o en el proceso de éste expresa de forma figurativa, podría no está muy lejos de la verdad.
Un reciente estudio médico, realizado por un grupo de investigadores del Duke Clinical Research Institute de la Universidad de Duke (Carolina del Norte), encontró que las mujeres con un divorcio y los hombres al menos con dos tienen más probabilidades de sufrir un ataque al corazón que las personas que permanecen casadas.
Según el estudio, liderado por el doctor Matthew E. Dupre y publicado en la revista “Circulation” de la American Heart Association a mediados de este mes, las mujeres están más propensas a este efecto, ya que, una vez divorciadas, no ven reducido el peligro de paro cardíaco, a diferencia de los hombres que, si se vuelven a casar, disminuyen el riesgo.
La investigación efectuada en una muestra de 15, 827 adultos de ambos sexos, en edades de 45 y 80 años, entre 1992 al 2010, encontró también que el riesgo que tienen las mujeres que se han divorciado al menos dos veces es comparable al de tener diabetes, presión arterial alta o afrontar el duelo de la muerte de un ser querido.
Factores de riesgo
Este impacto negativo del divorcio en la salud del corazón se debe al estrés crónico que genera el proceso de la separación legal; así como al hecho de que muchas personas después de uno o múltiples divorcios descuidan su salud ante la depresión o la tristeza que puede causar la ruptura de una relación matrimonial, argumenta el estudio de la Duke Clinical Research Institute.
Otros estudios recientes también ha encontrado fuertes evidencias de que el corazón femenino reacciona en forma mucho más negativa al estrés que el masculino y que las mujeres tienden a ser más sensibles y sentimentales en cuestiones del amor y el desamor que los hombres.
Más investigación
A pesar de que los resultados del nuevo estudio son importantes e interesantes, algunos investigadores de la salud del corazón han manifestado que estos “no prueban” del todo que el divorcio deba ser catalogado como un factor mayor de riesgo para sufrir un infarto, ya que, además del estrés emocional o financiero que genera el divorcio, podrían estar ligados otras razones como malos hábitos alimenticios, tabaquismo o falta de ejercicio regular.
¿Cómo cuidarse durante y después de un divorcio?
El Dr. Luis Sandoval, especialista en medicina familiar y psiquiatría en Kaiser Permanente Santa Ana, California, explica que para contrarrestar cualquier impacto negativo sobre la salud durante y después de un divorcio es importante:
- Mantener el peso bajo control. “Hay personas que tienden a aumentar de peso durante un divorcio y otras que tienden a bajar excesivamente. Es importante vigilar lo que comemos [las porciones, el tipo de alimento, etc.] y cuando comemos [el horario]”, dice el galeno. El llevar una dieta balanceada no sólo provee los nutrientes que el cuerpo necesita para mantenerse saludable, sino que también influye en el estado de ánimo y la salud mental.
- Dormir suficiente. El cuerpo se recupera de las exigencias del día a día a través del sueño. “Cuando uno atraviesa una situación estresante, como lo es un divorcio, es importante dejar que nuestro cuerpo se recupere física y emocionalmente. Lo ideal es dormir entre 7 y 8 horas diarias. De padecer de insomnio, por ejemplo, es importante buscar ayuda médica”, denota el Dr. Sandoval.
- Desahogarse. Es importante expresar la tristeza, el enojo, la frustración otro sentimiento que se sienta. “Podemos compartir los sentimientos con amigos y familiares o hacerlo por escrito en un diario personal. Esto nos ayudará a aceptar y reconocer esos sentimientos para poder superarlos”, indica el psiquiatra.
- No aislarse. El aislamiento aumenta la tristeza y los niveles de estrés. Por lo cual es importante mantenerse ocupado y rodeado de familiares y amigos.
- Hacer ejercicio. El ejercicio es las mejor medicina para tratar el estrés. Es una forma saludable de lidiar con las emociones y la tensión reprimida.
- Mantenerse optimista y poner en práctica la resiliencia. La resiliencia ayuda a controlar los impulsos y las emociones. Las personas resilientes lidian mejor los problemas y son menos propensas a padecer de trastornos emocionales, tales como la depresión o ansiedad.
- Evitar el consumo de alcohol y otras sustancias nocivas para la salud. Hay personas que beben con la excusa de que el alcohol los hace sentir mejor o les ayuda a bloquear sentimientos de tristeza, depresión, nerviosismo o preocupación. El alcohol solo crea un problema más.
- Aprender a superar los miedos. “No hay que dejar que el miedo limite el crecimiento personal. El hecho de que el matrimonio haya fracasado no significa que la vida vaya a ser un fracaso. Un divorcio es el fin de una relación, sólo una etapa de la vida. Hay que recordar que la vida sigue, que aún hay mucho por vivir”, ahonda el galeno.
- No entablar una relación nueva de inmediato. Antes de empezar una nueva relación hay que haber concluido el duelo de la relación anterior. “Hay que olvídarse de esa frase que dice, ‘Un clavo saca a otro clavo’”, resalta el Dr. Sandoval.
- Primero están los hijos. Si hay hijos de por medio, hay que recordar que su salud y bienestar son tan importante como la nuestra. “Ambos padres deben mantenerse en la vida de sus hijos. Es importante que hablen con ellos sobre la separación sin dar demasiadas explicaciones y sin atribuir culpables”, enfatiza el psiquiatra.
- Buscar ayuda profesional. Esto no es una señal de debilidad, si no de fortaleza para volver a encontrarte una vez más como persona, si es que resulta difícil hacerlo por sí mismo.