Mayweather y Pacquiao calentaron el sábado en Las Vegas
Mucha gente y mucho dinero en apuestas, aunque el precio de los boletos para la pelea se enfrió
Las Vegas_ 2 de mayo. Día de la pelea del siglo en Las Vegas.
¿Qué tal el sábado del siglo en la Ciudad del Juego?
En una casualidad de grandes dimensiones, esta ciudad vibró con tres eventos grandes en el mismo día.
El 141 Derby de Kentucky, que es la carreaa más importante del hipismo; un juego 7 de playoffs entre los Clippers de Los Ángeles y los Spurs de San Antonio, importante en términos de apuestas en NBA, y por supuesto, Mayweather vs. Pacquiao, ya por la noche.
Las Vegas está acostumbrada a ser invadida, especialmente los fines de semana. Pero la pelea más publicitada de todos los tiempos surtió efecto, con conglomeraciones en cada esquina, en cada puente, en cada fila para comprar, en cada restaurante.
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Ningún punto estuvo más saturado que el casino del MGM Grand, sede del combate.
Desde muy temprano, el sportsbook se llenó. Para las 2:30 pm de la tarde, alrededor de una hora antes del Derby de Kentucky, ya no se podía caminar en el área. La línea de personas para meter apuestas salía de la parte del sportsbook y hasta cerca de la puerta del casino que da a Las Vegas Boulevard.
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Para muchos, la lección fue clara: se apuesta desde la noche de anterior. Pero claro, este fue un sábado distinto.
Entre los visitantes, hubo muchos filipinos, que parecían todos ser parte del campamento de Manny Pacquiao, vistiendo los colores de la bandera de Filipinas.
Todavía más numerosa fue la afición de Floyd Mayweather. Tal vez nunca se notó tan grande presencia de aficionados afroamericanos para un evento de boxeo, muchos de ellos orgullosos de la carrera invicta de “Money”.
Y luego están los aficionados neutrales, la mayoría de ellos con Pacquiao.
“Nosotros vinimos desde Chicago, pero somos de México”, dijo Salvador, quien con su esposa Miriam buscaban boletos de última hora.
“No sabíamos que iba a estar tan caros”.
Ciertamente los boletos tuvieron un precio prohibitivo, pero para cuando el “súper sábado” llegó, los precios fueron mucho menores que una semana antes.
De acuerdo con algunos reportes, los boletos disponibles más accesibles costaban por debajo de $2,500, precio ya no tan disparado con respecto a su precio impreso. En otras palabras, se enfrió la demanda por las entradas.
Pero que nadie se confunda. Este fue un sábado muy, pero muy caliente en Las Vegas, y no por los casi 95 grados F de temperatura.
