Amoroso y divertido. Así era “Carlos”, el ex compañero sentimental de “Martha” cuando estaban de novios; pero a pocos meses de estar viviendo juntos él se convirtió en su peor verdugo y a ella le costó salir de esta relación de violencia porque había una hija de por medio.

“En el año y medio que tuvimos de novios, él era muy cariñoso… todo fue muy bonito; pero apenas nos fuimos a vivir juntos comenzó a pelear mucho conmigo. Era extremadamente controlador, me golpeaba, me dejaba encerrada en la casa y él se iba a bailar, no quería que tuviera amigos y hasta llegó a decirme que me iba a matar si me veía con alguien”, cuenta esta hondureña de 27 años de edad, quien prefirió usar un nombre ficticio por su seguridad.

Martha estuvo por unos dos años atrapada en esta relación de abuso físico y emocional, porque “lo amaba mucho, no tenía trabajo ni a donde irme a vivir con una hija de casi dos años”.

Hoy, a más de tres años de haber dejado a su compañero abusador, la residente de Los Ángeles lamenta no haber visto durante el noviazgo las señales que le decían que su compañero era agresivo. “Por estar enamorada, no me di cuenta que él trataba de forma bien malcriada a su propia mamá”, dice. “Nunca pensé que eso fuera signo de que él era un abusador”.

Algo común

Ana Santamaría, de la organización Peace over Violence –que ofrece asistencia y consejería a las víctimas de la violencia doméstica y el asalto sexual, en el condado de Los Ángeles, California- dice que es común que en el noviazgo las personas no vean las señales que anuncian que el hombre o la mujer que se quiere es un agresor o una agresora.

Esto se debe, usualmente, a dos razones: a ese ‘amor ciego’ que en la mayoría de los casos se da durante la etapa del enamoramiento y al mal concepto que deja –particularmente en las mujeres- la crianza dentro de un ambiente de violencia doméstica donde se ve la agresión y el maltrato como algo normal dentro de la relación.

Pero a pesar de que la persona se sienta en las nubes tras el flechazo de Cupido, la Dra. Ana Nogales dice que hay que mantenerse muy racional en la forma como el novio o la novia nos trata o reacciona ante ciertas circunstancias,  para reconocer a tiempo las señales de alerta que nos dicen que esa persona que amamos no nos conviene porque es un agresor.

 Señales de alerta

La Dra. Ana Nogales, directora de la Casa de la Familia que brinda apoyo, clases, orientación y asistencia a mujeres víctimas de la violencia doméstica en los condados de Los Ángeles y Orange-, enumera algunas de las señales que te dicen que el hombre que quieres puede convertirte en una víctima de la violencia doméstica:

•  Te ignora, no respeta tus opiniones ni se toma el tiempo para escuchar lo que tú le estás queriendo decir, creando así un precedente de que lo que se hace es lo que es importante para él.
•  Solo quiere que estés con él y empieza a criticar a tus familiares, amigos y demás personas que te rodean para aislarte de ellas.
• No tiene palabras de admiración para ti. Critica la forma de tu cuerpo y peso, como te vistes o peinas, como hablas o ríes.
•  Te abusa verbal y sicológicamente con palabras como “¡qué estúpida eres!”, “tú no sabes hablar”, “tienes un cerebro hueco”, “no vales nada”, etcétera.
• Te abusa física y emocionalmente con gritos, empujones, tirones de cabello o cachetadas.
• Trata mal a su mamá, hermanas u otras mujeres integrantes o no de su familia.
• Tiene un historial de violencia doméstica.