El dilema de la cesárea
Te explicamos los mitos y realidades de esta operación quirúrgica
En los últimos 15 años, el número de mujeres de este país que dan a luz por cesárea ha incrementado drásticamente.
Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) de 2011 señalan que alrededor del 33% de las féminas estadounidenses tuvieron sus hijos mediante cesárea. La tasa refleja un incremento del 60% de este procedimiento quirúrgico desde 1996.
Ante el panorama, la buena noticia es que la tasa de bebés que nacieron por cesárea el año pasado mostró un pequeño descenso al alcanzar un 32%.
“El porcentaje bajó, pero no significativamente. Sigue siendo alto”, dice la Dra. Carol Sakala, directora del programa Childbirth Connection de la Asociación Nacional para Mujeres y Familias.
“Por eso, ante la situación, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos junto con la Sociedad para la Medicina Materno-Fetal, dos de las sociedades médicas más importantes del país, finalmente dijeron en febrero del año pasado que la cesárea se estaba ‘sobre usando’ y presentaron nuevas directrices para reducir los índices”, observa Sakala.
Entre las nuevas directrices se le dice a los médicos que “la evidencia muestra ahora que el trabajo [de parto] en realidad avanza más lento de lo que pensábamos en el pasado, por lo que muchas mujeres podrían necesitar sólo un poco más de tiempo para tener un parto vaginal en lugar de optar por una cesárea”.
También se dice que las madres que se someten a una cesárea tienen una tasa de mortalidad tres veces más alta que quienes tienen un parto natural.
Este dato es importante para aquellas mujeres que al sentirse físicamente incómodas al llegar a las 38 semanas de gestación solicitan a sus médicos una cesárea por miedo al dolor del parto vaginal.
¿Cuándo se requiere realmente una cesárea?
“La cesárea es indispensable cuando se presentan complicaciones de salud que puede poner en peligro la vida del niño o de la madre de tener un parto vaginal”, explica la ginecóloga Daisy Dodd, neonatóloga y especialista en enfermedades infecciosas, vinculada a Kaiser Permanente Anaheim.
Entre estas complicaciones se tienen, por ejemplo: un bebé que viene muy grande o con el cordón umbilical enredado al cuello, así como un bebé que no se “corona” (es decir, que no se voltea para encajar su cabeza en la pelvis durante el trabajo de parto).
Las mujeres que va a dar a luz a gemelos, trillizos o más bebés precisan también una cesárea, al igual que quienes tienen problemas de placenta o padecen herpes genital, sida o VIH positivo.
Mitos y realidades
La cesárea es mucho más segura que el parto vaginal. FALSO
“Una cesárea es una operación quirúrgica y, como tal, se puede presentar en el procedimiento más riesgos que el parto vaginal”, aclara la Dra. Dodd.
Se ha identificado que las mujeres que dan a luz mediante cesárea son más propensas a tener hemorragias intensas, coágulos de sangre, infección y más dolor después de dar a luz.
“También la estancia en el hospital y el tiempo de recuperación en casa es mucho más prolongado que si se ha dado a luz con parto vaginal”, apunta la galena. “Un mujer que ha tenido a su hijo por parto natural está ya caminando normalmente al tercer día del alumbramiento”.
La mujer que ha tenido una cesárea tendrá que tener todos sus hijos por este procedimiento. FALSO
“En el pasado, una mujer que tuvo un parto por cesárea tenía sus otros bebés por cesárea también. Esto, en la actualidad, no es así”, especifica la Dra. Dodd. “Dependiendo de la razón de la cesárea original y el tipo de incisión que se hizo, una mujer puede dar a luz sus próximos bebés por parto vaginal”.
Para no sentir los dolores del parto hay que pedir una cesárea. FALSO
Hay muchas opciones, como la anestesia epidural, para tener un parto vaginal sin dolor.
“Si a la mujer embarazada, que no tiene ninguna condición médica, se le educa sobre los beneficios del parto natural, los peligros de salud que se pueden presentar con una cesárea y las opciones que tiene para no sentir los dolores del parto vaginal, nunca consideraría la cesárea para dar a luz a su hijo”, asegura la doctora Dodd.
Beneficios del parto vaginal
- Evita una cicatriz en el útero. Esto es importante si se planea tener embarazos futuros. Cuantas más cicatrices tenga en el útero, mayores serán las probabilidades de que tenga problemas en un embarazo posterior.
- Se tienen menos dolores después del parto y menos riesgo de infección.
- El tiempo de estadía en el hospital y la recuperación en el hogar es más corta.