Latinoamérica cerrará el año en recesión
Las rebajas de los precios de las materias primas y los efectos de la desaceleración china pesan en todo el mundo
“Seis años después de que la economía mundial emergiera de la más amplia y profunda recesión de la posguerra, el objetivo de conseguir una expansión global robusta y sincronizada se mantiene fuera del alcance”. Son palabras del economista jefe del Fondo Monetario Internacional, Maurice Obstfeld en la presentación de las nuevas previsiones de este organismo para la economía mundial. Son unos cálculos que apuntan un muy modesto crecimiento en economías avanzadas pero peores noticias para el resto, de hecho, Latinoamérica cerrará el año en recesión.
Después de apenas crecer un 1.3%, las economías de Latinoamérica y el Caribe registrarán un retroceso del 0.3% este año para apenas superarlo con un crecimiento del 0.8% en 2016. Son unas perspectivas mucho peores que las hechas en julio cuando se contaba con unos crecimientos muy tímidos pero casi un punto por encima de lo que se ha calculado ahora.
En México, una economía muy dependiente del petróleo, la revisión a la baja es menor pero el crecimiento apenas llegará al 2.3% este año y 2.8% el que viene. La peor parte la lleva Brasil, el mayor país de esta zona y que ya está en recesión. El FMI espera que acabe el año con una contracción del 3% tras haber crecido un mínimo 0.1% en 2014. El año que viene, la contracción será menor pero se mantendrá.
Ecuador es el otro país que finalizará 2015 con recesión y Chile, muy dependiente también de uns materias primas que viven momentos bajos en los mercados internacionales, desafía la tendencia para mejorar su crecimiento.Mientras en el resto del continente se rebajan las previsiones. Argentina entrará en recesión el año que viene, según el FMI.
Las previsiones de Venezuela se leen como si fueran un error tipográfico. Y no lo son.
En 2015 se profundiza la recesión con una contracción del 10% de la economía que se queda en el 6% el año siguiente. La inflación, es decir los precios que pagan los consumidores, pasarán de aumentar el 159% este año hasta alcanzar los 204% el año que viene, una situación insostenible en un contexto de desabastecimiento en el país.
Desde el FMI se prevé que EEUU crezca entorno al 2.6% este año y poco más el que viene sin inflación.
El organismo internacional explica que la situación es desequilibrada en todo el mundo, con las economías en desarrollo llevándose la peor parte de este momento delicado. Y es complejo por tres motivos: los bajos precios de las materias primas, el desaceleramiento de la economía China, que se alejará progresivamente de la media del 7% que se persigue en su avance del PIB, y la posibilidad de los aumentos de las tasas de interés en EEUU que puede complicar la situación internacionalmente. La fortaleza del dólar no solo es un problema para los exportadores estadounidenses sino también para los países muy endeudados en esta moneda.