Inmigrantes no ‘roban’ empleos a estadounidenses

Washington.- Que los inmigrantes “roban” empleos a trabajadores estadounidenses es un mito que propaga la mayoría de líderes republicanos, incluso en la contienda electoral, porque éstos realizan labores distintas a la de los ciudadanos estadounidenses con menores destrezas, concluye un nuevo análisis del Instituto Urbano.

El aumento de la inmigración, en particular de extranjeros indocumentados, en las últimas décadas, ha atizado el perenne debate nacional sobre si éstos perjudican a los trabajadores en Estados Unidos, especialmente tras la “Gran Recesión” de 2007.

En general, buena parte de los líderes republicanos dentro y fuera del Congreso insiste en que los inmigrantes indocumentados “roban” empleos, deprimen salarios y son una enorme carga pública, un argumento que ha encontrado eco en varios de los precandidatos presidenciales del partido.

Pero, a juzgar por el análisis del Instituto Urbano, ese argumento es falso porque el mercado laboral no es homogéneo y, por el contrario, los trabajadores poseen distintas destrezas y, por lo general, realizan labores en categorías diferentes.

Grupos distintos

En entrevista con este diario, la investigadora del Instituto Urbano, María Enchautegui, que analizó las principales categorías laborales para los 16 millones de trabajadores sin diploma de secundaria, explicó hoy que “los inmigrantes y los ciudadanos estadounidenses realizan labores distintas”.

“Por ejemplo, la categoría de cajeros en restaurantes tiende a atraer principalmente a trabajadores nacidos en EEUU, en cambio en el sector agrícola, la mayoría son inmigrantes”, observó.

El hecho de no hablar bien el inglés limita el acceso de los inmigrantes a ciertos empleos, y los trabajadores estadounidenses con menos destrezas laborales suelen dominar en áreas que exigen licencias estatales, y en tareas mecánicas y de computación.

Las tres principales ocupaciones con el mayor número de inmigrantes sin diploma de secundaria son empleadas domésticas, cocineros y labores agrícolas. Mientras, los trabajadores estadounidenses se concentran en empleos como cajeros, conductores de camiones y las labores de limpieza y mantenimiento de edificios.

La gran lección del estudio para la opinión pública estadounidense es que “la situación de los trabajadores que no tienen diploma de secundaria es precaria en EEUU, y es urgente analizar las propuestas de los precandidatos para mejorar su situación”, dijo Enchautegui.

“Afrontan un alto nivel de desempleo, salarios bajos y pésimas condiciones laborales… Si hay un interés genuino por mejorar la situación de la clase trabajadora, es urgente tener esa conversación; esto de culpar a los inmigrantes es posible que les ayude (a los precandidatos republicanos), pero no los va a llevar muy lejos”, advirtió.

Retórica divorciada de la realidad

Consultado sobre el estudio del Instituto Urbano, el congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, dijo a este diario que un problema fundamental del Partido Republicano es que algunos de sus líderes, como el congresista Steve King y el senador Jeff Sessions, se oponen incluso a la inmigración legal.

“Algunos republicanos quieren eliminar la inmigración legal porque dicen que los inmigrantes roban empleos. En realidad no hay mucha verdad en su argumento, pero eso no les impide que lo sigan repitiendo”, señaló Gutiérrez.

En los últimos cinco años, estudios de renombradas universidades en estados como California, Arizona y Utah, de centros de investigación y del Congreso han dejado en claro que la mayoría de inmigrantes indocumentados realizan labores que, por lo general, no quieren los estadounidenses.

Además de que pagan impuestos salariales –que luego no tienen derecho de reclamar por falta de “papeles” o por usar documentos falsos–, estos inmigrantes ayudan a crear empleos y a estimular la economía a través de su consumo de bienes y servicios.