Barnes y Fisher: de compañeros en los Lakers a enemigos íntimos por una mujer
El ahora jugador de Memphis tuvo un altercado con el entrenador de los New York Knicks, por la relación que el coach comenzó con su ex esposa
La historia, convertida en la gran comidilla dentro de la NBA en los últimos días, comenzó hace más de un mes.
Matt Barnes, jugador de Memphis, recibió un llamado telefónico de su hijo, que le advertía que Derek Fisher, el entrenador de New York Knicks, estaba en su antigua casa.
Fisher es la actual pareja de Gloria Govan, ex esposa de Barnes, de quién se separó hace unos meses. Govan es conocida en los Estados Unidos por haber sido una de las protagonistas del reality ‘Basketball Wives’ (Esposas del básquetbol). Fisher, de 41 años, y Barnes, de 35, fueron compañeros de equipo en Los Angeles Lakers, en la temporada 2010/11.
El alero de los Grizzlies abandonó la concentración de su equipo en Santa Bárbara y condujo 150 kilómetros hasta Los Ángeles. Allí, según fuentes policiales, Barnes insultó y agredió a Fisher. El entrenador, a su vez, se había separado de Candace, su mujer, en marzo. De todos modos, Fisher no mostró huellas de haber participado en algún altercado en el siguiente partido de los Knicks; sí desembarcó en Nueva York más tarde de lo previsto, para lo cual citó problemas con los vuelos, y le dijo a los miembros de su staff que había viajado a Los Ángeles para visitar a sus hijos.
El altercado se hizo notorio y llegó a la NBA. Hasta el comisionado Adam Silver se refirió al hecho, reconociendo que se “está investigando” y que próximamente se conocerán las sanciones al respecto.
Mientras la NBA evalúa qué sanción le corresponde a Barnes -podría ser suspendido en los próximos días-, el jugador no mostró estar arrepentido. En declaraciones a Los Angeles Times, dijo: “Somos dos hombres grandes y yo traté de resolver este asunto como un hombre, pero Fisher prefirió ir a hablar con la policía y la NBA”.
El escándalo llegó a las conferencias de prensa de la competencia. Consultado al respecto, Fisher dijo: “Los asuntos privados son privados. Somos personajes públicos pero ahora estamos trabajando. No comentaré nada que haya pasado en mi vida privada a nivel personal”.
Barnes ya estuvo vinculado a varios espisodios violentos. En 2010 cayó preso por una denuncia de su ex esposa Govan, que lo acusó de violencia doméstica. En 2012 volvió a ser detenido por conducir en reiteradas oportunidades con una licencia vencida.
No son los únicos antecedentes: en el último año, Barnes ya pagó multas por 100.000 dólares en la NBA, por agredir verbalmente a distintas personas en tres partidos diferentes. Primero insultó a un hincha de Washington, luego a la mamá de James Harden y también a Robert Sarver, dueño de Phoenix.
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