El lado deportivo de los precandidatos a la presidencia

Trump hizo negocios en el fútbol americano, otros son amantes del béisbol y uno más se casó con una porrista de los Miami Dolphins

Entre los debates políticos a lo que asisten para tratar de ganar la nominación de sus respectivos partidos, los precandidatos presidenciales de Estados Unidos se dan su tiempo para seguir a sus equipos favoritos.

Sin importar qué tantas giras tenga que hacer para convencer a los republicanos, Donald Trump se las ingenia para darse su tiempo de asistir al estadio de los Patriots para apoyar a Tom Brady y a su amigo Robert Kraft, el dueño del equipo. Y Hillary Clinton, quien parece ir en “caballo de hacienda” rumbo a la nominación del Partido Demócrata, se desvive por los Cachorros de Chicago.

Aquí te presentamos las inclinaciones deportivas de los precandidatos que más posibilidades tienen de llegar a ocupar la Casa Blanca.

Hillary Clinton: amor por los ‘Cachorros’

La que quiere convertirse en la primera mujer en ocupar el Despacho Oval de la Casa Blanca ha dicho innumerables veces que es una fanática de toda la vida de los Cachorros de Chicago (su ciudad natal) de las Grandes Ligas de béisbol, pero también una enamorada de los Yankees. “Me apasiona el béisbol y por eso tengo un equipo en ambas ligas, la Nacional y la Americana”, explicó Clinton en alguna ocasión.

La precandidata demócrata tiene una muy alta idea de lo que son los deportes. “Los deportes me ayudaron a aprender cómo ser parte de un equipo. Me ayudaron a aprender a perder“, dijo cuando en su papel de secretaria de Estado trabajó en una iniciativa para impulsar el deporte entre las mujeres. “No puedes ganar todas las veces.”

Donald Trump: quería competir con NFL

El magnate ya fue dueño de una franquicia del deporte profesional cuando en 1983 adquirió a los Generals de New Jersey de la ya extinta USFL, una liga de fútbol americano que pretendía hacerle competencia a la NFL. Trump también hizo intentos por comprar a los Bills de Buffalo (NFL) y al equipo San Lorenzo de la liga de fútbol de Argentina. El polémico precandidato republicano es un habido jugador de golf, aunque cuando era joven practicó el béisbol en la preparatoria.

Marco Rubio: estrella con el ovoide

Fue un destacado atleta que se destacó como jugador de fútbol americano en South Miami High School. Al precandidato republicano no le queda otra opción que la de ser admirador de los Dolphins, toda vez que su esposa, Jeanette Dousdebes Rubio, fue porrista del equipo de Miami. Él no falta a ningún partido del equipo de la NFL y es tal su afición que le da por diagramar jugadas ofensivas y estudiar reportes de los equipos contrarios. A Rubio se le ha visto jugar fútbol americano recreacional con Dan Marino y Tim Tebow.

Bernie Sanders: fanático Dodger

Recibir el endoso de una de las atletas de moda es algo de lo que puede estar muy agradecido el precandidato demócrata. Ronda Rousey, la estrella del UFC, dijo que Sanders es la mejor opción para convertirse en el próximo presidente porque él no acepta dinero para financiar su campaña de parte de las grandes corporaciones que manejan la economía del país.

En su juventud, Sanders fue un buen corredor de atletismo, incluso presumió en una entrevista que registró un tiempo de 4:37 minutos en la milla cuando cursaba en una escuela pública de Nueva York, donde jugaba de todo lo que se pareciera al béisbol. El juego de pelota fue su pasión: “¿Quieres saber quiénes estaban en el equipo de los Dodgers de Brooklyn de 1951? Gil Hodges, Jackie Robinson, Pee Wee Reese, Billy Cox, Gene Hermanski, Duke Snider, Carl Furillo, Roy Campanella, Don Newcombe. ¿Qué tal? A veces iba a los asientos de los ‘bleachers‘, que costaban 60 centavos entonces”.

Ted Cruz: todo lo que huela a Texas

Practicó el básquetbol y el voleibol cuando estudiaba en la Universidad de Harvard. El precandidato republicano es aficionado de los Cowboys de Dallas y de los Texans de Houston, no por algo es senador del estado de la estrella solitaria. Cuando los dos equipos se enfrentaron la temporada pasada, Cruz debió utilizar toda su experiencia política para no cometer el error de inclinarse por alguna de las franquicias. Claro que ya en los playoffs, el senador estuvo a morir con los Cowboys e inclusive cruzó una apuesta con la senadora de Wisconsin, Tammy Baldwin, en el juego entre Dallas y Green Bay que ganaron los Packers.

Jeb Bush: cerca del poder de la NFL

El precandidato republicano fue parte del grupo de propietarios que en 1995 compró la franquicia de los Jaguars de Jacksonville de la NFL. En 2006, siendo gobernador del estado de Florida, se le ofreció convertirse en el comisionado de la NFL, pero declinó. Por supuesto, su hermano mayor George W. Bush llegó a ser propietario de los Rangers de Texas de las Grandes Ligas.

Ben Carson: contra los motes ofensivos

El afamado neurocirujano afroamericano dijo una vez que es fanático de cualquier equipo que no utilice mascotas o sobrenombres que atenten contra minorías. “Tradicionalmente, los equipos deportivos eligen nombres que les atraen respeto y orgullo en lugar de vergüenza. Estoy a favor de los equipos que no ofenden con sus nombres o mascotas”, dijo el precandidato republicano en una reciente presentación. Carson se quejó alguna vez de que la gente conoce más sobre sus equipos favoritos que sobre sus representantes en el Congreso.

Chris Christie: fue coach de ligas pequeñas

GettyImages-178008050El gobernador de Nueva Jersey es fanático de los Cowboys y varias veces ha sido invitado por el dueño del equipo, Jerry Jones, a presenciar juegos en su suite. “De niño, Roger Staubach era mi héroe y en ese entonces los Jets y los Giants eran muy malos, por eso decidí seguir a los Cowboys”, dijo Christie en alguna ocasión. El precandidato republicano es también un fiel seguidor de los Mets de Nueva York y cuando era más joven tuvo como pasatiempo ser coach de equipos de ligas pequeñas.

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