Jumel & Sylvan Terrace: joyas escondidas en el Alto Manhattan
Es otro de los incontables -e insospechados- rincones de Nueva York, alejado del ruido, aglomeración y trajín citadinos.
Como Hudson View Gardens (también en Washington Heights), Pomander Walk en West 95th St y Broadway, Grove St en Greenwich Village, Middagh Street en Brooklyn Heights o Forest Gardens en Forest Hills, Queens, por aquí el aire y el tiempo se mueven distintos.
Jumel y Sylvan Terrace, dos enclaves en uno, se extienden desde W 159th a W 163rd, al este Edgecombe Avenue y al oeste St Nicholas y Amsterdam.
Es una zona idílica de calles empedradas (una rareza en Manhattan) de apenas cuatro hectáreas. Si hasta ahora el lector no la conoce, es el momento de regalarse una vuelta. Te roban el aliento.
¿Cómo llegar? Muy fácil. Saliendo de la estación 163rd St de la línea C, sobre la mano izquierda en la misma vereda del C-Town, a mitad de la calle hay una pequeña escalera. Lo que hay tras ella es una postal surrealista: una calle empedrada de casas de madera a ambos lados que datan del siglo XIX. Bienvenidos a…
Sylvan Terrace
Para 1882 el área -rural hasta entonces- pasó a convertirse en zona residencial gracias a James E. Ray, un magnate de bienes raíces que encargó la construcción de 20 casas uniformes. Cada una tiene una entrada de 11 escaleras y se distinguen por sus colores amarillo claro, verde militar y ladrillo.
Han sobrevivido más de un siglo.
Sylvan Terrace presume hoy de casas que fácilmente cuestan arriba del millón de dólares. Como la de Julio Leitao, oriundo de Angola y con 25 años en Nueva York y once en la zona. Es director de la organización pro arte africano “Batoto Yetu” (en idioma Swahili significa “nuestros niños”).
Dice que recientemente puso en venta su propiedad “simplemente por que necesito más espacio para mi trabajo de artista, solo por eso. Sylvan Terrace es único en Manhattan, no hay nada parecido. Lo recomiendo”, dice mientras ofrece un mini tour por un sótano totalmente renovado por él y su esposa. “Esta casa también cuesta más de un millón”, dice sin disimular orgullo.
El verano 2014, la casa más cara de Washington Heights, en 431 West 162nd Street, se vendió por $2.38 millones. Recientemente, Sylvan Terrace engalanó la pantalla chica al ser incluida en la exitosa serie de HBO, “Boardwalk Empire”.
Jumel Terrace
Al final de Sylvan Terrace, aparece Jumel Terrace, donde se levanta la residencia más antigua de Manhattan (celebrando 250 años en pie), hoy convertida en museo y anticuario: Morris-Jumel Mansion. La rodean espacios verdes, hileras de “brownstones” y el río Hudson de telón. Aquí se realizan actividades culturales y sociales todo el año.
Este districto es Patrimonio local y nacional, centro de la vida artística e intelectual de la población afroamericana. Para los años 20, aquí vivían los aristócratas del jazz como Duke Ellington en medio del Harlem Renaissance.
Sirve indicar que la mansión Morris-Jumel toma su nombre de su constructor Roger Morris y del ciudadano francés Stephen Jumel, quien en 1810 compró la propiedad para su esposa Elizabeth. Cuando murió Jumel, su viuda se casó con Aaron Burr, el hombre que en su momento asesinó a Alexander Hamilton, el primer secretario del Tesoro de EEUU y personaje histórico que inspiró a Lin-Manuel Miranda para su exitoso musical “Hamilton“.
Alojamiento y libros
En el 426 W 160th St, frente a Morris-Jumel Mansion, atiende Jumel Terrace Books and Bed Breakfast. La librería se especializa en la historia afro-americana de la comunidad, desde los tiempos de la lucha por la independencia hasta el presente. Este espacio sirve como fuente de educación e inspiración en la vida artística e intelectual del área. Llamar antes de visitar. Informes: jumelterracebooks.com / jumelterracebnb.com
ENTREVISTA: Carol S. Ward
Amor y pasión para compartir arte e historia
Originaria de Mamaroneck, en Westchester. Vive en Riverdale. Soltera. Graduada en Historia del Arte por Mary Washington College (BA) y Hunter College (MA). Trabaja desde hace ocho años en Morris-Jumel Mansion.
Es la casa más antigua de Manhattan y la gente puede acercarse a la historia en tiempo real y además disfrutar de eventos y temas contemporáneos.
Es un amigo cercano de la Mansión. Escribió partes de su musical “Hamiltom” en el dormitorio de Aaron Burr. En 2013 estrenó tres de las canciones de su obra durante nuestro festival de arte y cultura. También colaboramos en una gala benéfica con él en febrero de este año cuando la obra estaba en el Public Theater.
¿Qué aprenden los niños con lugares como éste?
Los niños pueden venir y participar de nuestros programas familiares, aprender la historia y crear proyectos de arte. Se darán cuenta que un museo también puede ser un lugar “cool” para explorar y ¡divertirse!
Importan porque no solo enseñan sobre el pasado, pero también porque ayudan a moldear nuestro futuro. Instituciones culturales como la Mansión son claves para desarrollar y alentar la creatividad en los jóvenes, y también son una fuente artística para toda la ciudad.