Rusia admite que “atentado terrorista” causó derribo del avión en Egipto
Vamos a encontrar y a castigar a los responsables de este ataque", dijo el presidente ruso, Vladimir Putin a los medios
El jefe de seguridad del gobierno ruso afirmó este martes que fue un “acto terrorista” lo que causó el accidente del avión de la empresa Metrojet que se estrelló el pasado mes de octubre en Egipto causando la muerte de 224 personas.
Aleksandr Bortnikov le dijo al presidente ruso Vladimir Putin que el Airbus A-321 que viajaba desde Sharm el-Sheikh hacia San Petersburgo había sido derribado por un “explosivo de fabricación extranjera”.
“Vamos a encontrar y a castigar a los responsables de este ataque“, dijo Putin a los medios.
Y añadió que intensificaría los bombardeos rusos en Siria.
De acuerdo al reporte de Bortnikov, se llegó a esta conclusión después de hallar rastros de explosivos en los restos del avión de la empresa Metrojet.
Según el funcionario, la bomba colocada dentro de la aeronave equivalía a aproximadamente un kilogramo de TNT.
Y su explosión en el aire explicaría la dispersión de los restos del avión sobre una extrensa área.
La célula del autodenominado grupo radical Estado Islámico que opera en la península del Sinaí se atribuyó el ataque sobre la aeronave.
El comando insurgente señaló que se trataba de una consecuencia de los bombardeos de Rusia en Siria.
Actualmente el gobierno ruso adelanta operaciones aéreas sobre objetivos de EI en Siria y en apoyo al gobierno de Bashar Al Asad contra rebeldes opositores.
Sobre el desierto
El misterio del Airbus A-321 comenzó en el preciso momento en que se confirmó que se había accidentado con 224 personas a bordo.
Mientras el gobierno de Egipto afirmaba que no se trataba de un atentado, como lo afirmaba la célula de ISIS en el Sinaí, sino de una falla técnica.
Sin embargo, el pasado dos de noviembre el primer ministro británico, David Cameron, fue categórico: “El avión de la empresa Metrojet que se estrelló en el Sinaí tenía una bomba en su interior”.
De inmediato, los servicios de seguridad rusos y británicos decidieron suspender los viajes de vuelos comerciales desde y hacia Sharm el-Sheikh, uno de los lugares con mayor flujo turístico de Egipto, como una medida preventiva.