Asesora peruana de Clinton se alista para recibir ciudadanía y votar en 2016
Lorella Praeli pasó muchos años sin saber que era indocumentada
WASHINGTON.- Lorella Praeli vivió más de una década como inmigrante indocumentada, militó a favor de los “DREAMers”, y ahora asesora a la precandidata presidencial demócrata, Hillary Clinton. Mañana, Praeli jurará lealtad a EEUU y, para combatir la actual xenofobia en el país, se inscribirá para votar en 2016.
Praeli figurará entre 31 extranjeros de 25 países que obtendrán la ciudadanía de EEUU -incluyendo de ocho de América Latina- , durante una ceremonia en el edificio de los Archivos Nacionales, que tendrá como orador principal al presidente Barack Obama.
En entrevista telefónica con este diario, Praeli afirmó que le emociona, sobre todo, recordar el camino recorrido desde que emigró con su familia y, en particular, los sacrificios de su madre, Chela, a la que calificó como una “incansable guerrera”.
I admit it, I got chills when @HillaryClinton announced @POTUS would lead @lorellapraeli #citizenship ceremony tomorrow #NIIC
— Lynn Tramonte (@tramontela) December 14, 2015
Otro voto en las urnas
Así, la ceremonia pondrá colofón a muchos años de lucha como indocumentada y activista de los “DREAMers”, pero también le impone la responsabilidad de “tener un impacto en las elecciones locales, estatales o federales”, y así ayudar a dirigir el presente y el futuro rumbo de EEUU, dijo.
“La ceremonia de mañana no se trata solo de mí, sino que es un sueño que comparto con mi madre. Pero también sueño por que los 11 millones de inmigrantes indocumentados, que también son americanos, puedan sentir lo que ahora yo siento”, afirmó.
.@elianadreams my dream & lucha is for you & 11 million undocumented Americans to take the oath & become US citizens https://t.co/2Cxep1TUVa
— Lorella Praeli (@lorellapraeli) December 15, 2015
Praeli dijo que jamás olvidará las humillaciones, dificultades y sacrificios que afrontó junto a su madre por falta de papeles, pero ahora quiere predicar con el ejemplo y alentar a otros a votar en 2016.
Praeli obtendrá su ciudadanía a tiempo de empadronarse para los comicios de 2016, en los que, si su estrategia surte efecto, Clinton aparecerá en las papeletas de votación.
En 2008, Praeli se decantaba por la candidatura de Barack Obama y en ese momento le pareció una “injusticia tan grande no poder votar”. Praeli logró la residencia permanente a través de su esposo, un ciudadano estadounidense.
Desde su activismo con el grupo United We Dream y decepcionada con el ritmo de las deportaciones, Praeli participó en numerosas protestas contra la Administración Obama.
Un camino doloroso
Su camino hasta el encumbrado puesto de directora de acercamiento con la comunidad hispana de la campaña de Clinton no ha sido fácil, aseguró.
Praeli tiene presente el dolor que le causó enterarse de la muerte de su abuela en Perú y que su madre, Chela, no pudo viajar al entierro sino que lo tuvo que ver a través de un iPad.
Es una realidad dura y no muy lejana porque, el sábado pasado, Praeli recibió la noticia de que su abuelo fue trasladado a la sala de cuidados intensivos en un hospital en Perú.
También recuerda cómo, por la falta de papeles, tuvo que rogar a familiares o amigos a que la ayudaran a conseguir un seguro de automóvil –a un precio más alto- o cómo su madre, al igual que otras millones de mujeres, tuvo que mantener varios empleos para el sustento de la familia.
Hora de la verdad
Praeli insiste en que los latinos serán un voto electoral clave en 2016, y al afrontar la “hora de la verdad” tendrán ante sí opciones muy claras.
En ese sentido, rechazó las críticas que vierten los rivales republicanos en la contienda, y algunos grupos pro-inmigrantes, en contra de Clinton, en unos momentos en que la inmigración y la escurridiza reforma migratoria se han convertido en uno de los temas dominantes de la campaña electoral.
Clinton ha prometido que, si gana en 2016, defenderá y ampliará los alivios migratorios y seguirá luchando por la reforma migratoria.
“Si no fuese por el bloqueo de los republicanos a la reforma migratoria en 2013, estos once millones de indocumentados ya estarían más cerca de lograr la ciudadanía. Si escuchamos la retórica antiinmigrante, el contraste está muy claro: Clinton mantiene su compromiso para que los inmigrantes indocumentados tengan una vía hacia la legalización y eventual ciudadanía”, puntualizó.