El “Chele” Pacheco deja huella en fútbol amateur de Estados Unidos

Alfredo Pacheco, asesinado el pasado domingo por la madrugada en una gasolinera en el occidente de El Salvador, había dejado el fútbol profesional por una suspensión vitalicia por el caso de amaños de partidos en el que se vio involucrada la selección cuscatleca en 2013.

LEE: Asesinan a balazos a ex jugador salvadoreño que jugó en Red Bulls de NY

“El Chele” había encontrado en el fútbol local de Los Ángeles la manera de seguir jugando y apenas el pasado 11 de diciembre se coronó campeón con el AFI FC, equipo de la Liga Deportiva Morazán de Los Ángeles, escuadra de la que era capitán.

“Estaba muy contento, le había prometido a los jóvenes que les iba a dar este campeonato, les dijo que él iba a dar todo para que fueran campeones porque nunca lo habían sido”, recordó el dueño del equipo, Francisco Lemus.

Pacheco, el jugador que más veces ha usado la camiseta de la selección salvadoreña y que fue cinco veces campeón con el FAS, llegó en 2013 a la Liga Deportiva Morazán, donde jugó con Azacualpa, Catrachos FC y AFI, donde militaba desde hacía un año y medio.

“Tenía mucho compañerismo con los muchachos, era líder y era una persona que buscaba ayudar a los jóvenes a mejorar en el fútbol, ayudaba mucho al equipo y lamentamos que ya no lo vamos a tener”, comentó Lemus, quien además dijo que el exseleccionado dejará una “huella imborrable” en las canchas de Los Ángeles.

Entre las bromas  y el compromiso

El presidente de la Liga Morazán, Ricardo Valladares, describió al defensa como un hombre amable y de actitud positiva.

“Si la gente le pedía una foto la daba, nunca le vi nada negativo dentro de la cancha”, indicó Valladares. “Estamos tratando de ver si podemos hacer un partido para homenajearlo a él, pero estamos esperando que los familiares vengan, para poder pedir permiso para hacerlo”.

AFI FC, una escuadra compuesta en su mayoría por jugadores jóvenes (18-21 años de edad) que recordarán a un jugador bromista durante los entrenamientos, pero comprometido con la camiseta durante el juego.

“Él era bromista se comportaba bien con los muchachos, en los entrenamientos cuando alguien lo pisaba se tiraba al piso y decía ‘profe, me quebró’, era bien bromista”, relató Lemus. “Para nosotros era un ídolo, porque jugó profesional y pues tenerlo en el equipo fue bueno, porque motivó a los muchachos el hecho de jugar con un profesional”.

Pacheco, quien viajó la semana pasada a El Salvador para pasar las fiestas de fin de año, se fue de Estados Unidos como campeón y con su misión cumplida.

“En la cena del campeonato nos dijo que cuando él jugaba con un equipo daba el todo y se comprometía con el equipo hasta que ganaban un titulo y que él estaba feliz porque ya había cumplido con nosotros”, recordó Lemus.