El precio de la libertad que inmigrantes no pueden pagar
Líderes religiosos y activistas están registrando casos de inmigrantes recientes 'presos' de Libre by Nexus, una compañía de pago de fianzas.
NUEVA YORK — Huyeron de la violencia en Honduras esperando encontrar libertad en Estados Unidos, pero nunca predijeron que tendrían que pagar un alto precio. Según líderes religiosos y defensores, la empresa de pago de fianzas Libre by Nexus está poniendo en jaque a varios inmigrantes recientes en Nueva York, haciendo un negocio de su libertad.
La empresa de “bail bonds”, con sede en Virginia, contacta a los indocumentados en centros de detención de inmigración para costearles el pago de la fianza, pero como garantía les coloca un grillete con GPS en el tobillo por el que deben pagar un alquiler de $420 al mes.
“Es algo nuevo. En el pasado no habíamos escuchado de esta modalidad en Nueva York”, dijo el reverendo Danilo Lachapelle, de la Iglesia Evangélica de El Bronx.
Además del alquiler, la compañía les cobra el 20% por la fianza, según el contrato de la empresa.
“Hay confusión. Los inmigrantes recientes creen que hacen el contrato con las autoridades migratorias, pero en realidad se trata de una empresa de bail bonds”, sostuvo Lachapelle. “Es muy preocupante”.
El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) dijo en un correo electrónico que no tiene relación con Libre by Nexus. El contrato de la compañía también especifica, en una burda traducción al español, que no tiene relación con la agencia federal.
La Iglesia Evangélica de El Bronx, que ayuda a madres centroamericanas que cruzaron la frontera recientemente, tiene cuatro casos de hondureños que aceptaron -o que fueron contactados por Libre by Nexus- las condiciones de la empresa de pago de fianzas en su desesperación por la libertad.
Jonás Calle (nombre con el que pidió ser identificado), quien era taxista en San Pedro Soula, porta desde hace más de un año el grillete GPS de Libre by Nexus. El hondureño cruzó la frontera en diciembre de 2014 con su esposa y el hijo menor de ésta, pero él fue arrestado por autoridades migratorias. Luego de pasar varias semanas en un centro de detención en Texas, un juez de inmigración le impuso una fianza de $7,500.
“Mi familia en Nueva York aceptó lo que parecía una ayuda desinteresada, pero en realidad era un negocio con mi libertad”, dijo Calle. “La deuda con Libre by Nexus es mi cárcel y no puedo pagar el precio”.
Calle dijo estar desesperado por ser liberado del grillete y de la deuda con la empresa.
“Cada mañana me pregunto por cuánto tiempo más tendré el grillete”, sostuvo. “Estoy esclavizado”.
Las operaciones de la empresa no es un asunto nuevo a nivel nacional. En septiembre del año pasado, el Consulado de Guatemala en Los Ángeles pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores de su país que realizara un análisis jurídico acerca de los grilletes colocados por la compañía, para determinar su legalidad.
Este rotativo contacto a la embajada guatemalteca en Washington para obtener una actualización de la pesquisa, pero no respondió a varias solicitudes de información.
La congresista Norma Torres (California) también pidió una investigación al ICE en octubre pasado.
Libre by Nexus, que tiene oficinas en varios estados incluyendo Nueva York, no respondió a solicitudes de comentarios. Pero Gordon Turner, miembro del consejo de administración de la empresa, dijo a La Opinión que muchos de sus clientes están felices de estar en el programa de grilletes, porque de otra forma no habrían podido garantizar el pago de la fianza.
“Estuvieran todavía en custodia o ya hubieran sido deportados a sus países”, dijo Turner en entrevista con La Opinión.
Turner sostuvo que la compañía ayuda a los inmigrantes al ofrecer servicios legales gratuitos a través de una organización no lucrativa llamada Caridades, pero reconoció que como empresa privada el objetivo es generar ganancias.
Un alto precio
Sara Giron (nombre con el que pidió ser identificada) lleva consigo un maletín repleto de recortes de periódicos, como quien lleva un ladrillo para mostrar cómo era su casa. Los artículos narran una serie de ejecuciones en San Manuel Cortés, incluyendo la de una mujer de 33 años, quien era testigo de un homicidio perpetrado por el crimen organizado.
“La muchacha era la prima de mi esposo y la mataron un día antes de que testificara”, contó. “El siguiente en atestiguar sería era mi esposo. Quedarse en Honduras era la pena de muerte”.
La mujer expresó que el infierno inició cuando La Mara intentó reclutar a los sobrinos más jóvenes de su esposo.
“Mataron a uno de los sobrinos y luego amenazaron a mis hijos”, dijo. “Los jovencitos son carne fresca para el crimen organizado”.
Sara y su esposo buscaron el asilo político en Estados Unidos desde la embajada de Honduras, pero al no conseguirlo, en diciembre pasado decidieron cruzar las fronteras de México y Guatemala con su hijos de 17, 18 y 19 años. Ocultos en los sucios vagones de los trenes de carga llegaron hasta Mexicali e ingresaron a territorio estadounidense por Calexico, California.
La familia se entregó a las autoridades migratorias clamando el asilo, pero fueron separados. El padre y los adolecentes de 18 y 19 años están en un centro de detención en Louisiana, en donde un juez de inmigración les impuso una fianza de $7,500 a cada uno.
Sara y su hijo menor pasaron algunas semanas en ‘La Hielera’ -como los centroamericanos llaman a los centros de detención- en California antes de llegar a Nueva York.
“De dónde voy a sacar más de 22 mil dólares para pagar la fianza de mi familia”, dijo con desesperación. “Libre by Nexus me está haciendo una oferta que de todos modos nos dejaría presos de una deuda y de un grillete. No hay libertad, todo es un espejismo”.
Varias llamadas y correos electrónicos a la embajada hondureña en Washington no fueron respondidos a este rotativo.
Mercedes Cano, abogada de inmigración, explicó que las operaciones de Libre by Nexus no son conocidas en Nueva York, pero la llegada de nuevos inmigrantes revela qué hay detrás de las empresas de bail bonds.
“Las fianzas de los jueces de inmigración van de los $10,000 a los $50,000. Es un precio por la libertad que los inmigrantes no pueden pagar”, indicó. “Los grilletes tienen una doble función: son la garantía de la empresa y sirven para monitorear al inmigrante, aunque no está claro si estas empresas tienen relación con las autoridades migratorias”.
Según una investigación de la National Organization Advocating Individual Rights (ACLU), la industria del pago de fianzas registra ingresos por $2 mil millones anuales.