Editorial: La jubilación de los latinos
Se necesita aumentar el ahorro y hacer los cambios adecuados para fortalecer el Seguro Social
La perspectiva de una jubilación tranquila parece dificil para la mayoría de los latinos. El ingreso bajo no permite ahorrar dinero, mientras que la mayoría de las soluciones políticas para el programa de Seguro Social se basan en recortar beneficios y/o extender la edad de retiro, por ejemplo de 67 a 70 años de edad.
El estudio reciente del progresista Center for Economic and Policy Research señaló que el elevar la edad de retiro perjudica desproporcionadamente a los latinos porque la falta de una educación formal los lleva a hacer trabajos físicamente exigentes. En 2014, el 60.7% de los latinos mayores de 57 años trabajaba en puestos que requieren el desarrollo de una actividad física. Nuestra comunidad tiene el mayor porcentaje de gente en esta categoría, que en muchos casos llega al retiro con un deterioro físico por décadas de trabajo arduo.
Además, nadie dice que empleos habrá para que los mayores de 67 años mantengan un estilo de vida decente.
Es muy fácil para un político desde un escritorio pensar en extender los años laborales de un campesino que se parte el alma todos los días. Como lo es recortar beneficios de la Seguridad Social, de la que depende, y dependerá exclusivamente millones de estadounidenses que se retirarán prácticamente sin ahorros. Todo en nombre de salvar el sistema.
Estas propuestas son una farsa.
Cuando a los estadounidenses se les da a elegir entre todas las opciones disponibles, ellos prefiere elevar gradualmente la contribución actual del empleado y empleador del 6.2% al 7.2% . También quitar el tope actual de contribución, para que quien tiene 118,500 dólares de ingresos anuales no pague lo mismo que un millonario. Con estas medida se protege y expande el Seguro Social para que los retirados con 30 años de trabajo no vivan por debaja del nivel de la pobreza.
Una alternativa para la falta de ahorro de empleados en negocios pequeños está siendo gestionada en varios estados del país desde California a Nueva York e Illinois. Allí se intenta colocar a estos empleados en grupos para inversiones tipo IRA, que permitan al trabajador tener una fuente adicional de ingresos. Esos proyectos no avanzan con la velocidad con que deberían, hay mucho interés de por medio. Pero su formulación ya es una esperanza para que la jubilación pueda dar a los latinos años dorados y no de pobreza.