Misteriosa oleada de muertes trágicas de peloteros dominicanos
Todas las pérdidas humanas se dieron en accidentes de tránsito en Quisqueya e involucran automóviles o motocicletas...
En menos de cinco meses se ha repetido un fatídico patrón que ha envuelto a beisbolistas dominicanos en activo en las Grandes Ligas o prospectos con mucho futuro para jugar a la pelota en equipos con los que mantenían contratos.
Dicha oleada de muertes se ha dado quizás por el regreso de los peloteros quisqueyanos a su país durante el amplio receso de las Mayores entre temporadas, y en honor a la verdad, por el enorme riesgo que implica no saber manejar el éxito de una carrera en ciernes y la tendencia de los involucrados a conducir motocicletas o automomóviles con exceso de velocidad en las autopistas de un país que apenas en 2013 ocupaba el segundo lugar mundial en los índices de mortalidad en accidentes automovilísticos según la OMS.
En octubre del 2014 se dio a conocer que el jardinero de los Cardenales de San Luis, Oscar Taveras perdió la vida durante un accidente de tránsito en Puerto Plata, en el cual una joven que lo acompañaba también murió. Afortunadamente durante 2015 no se dio otro siniestro que envolviera a pelotero dominicano alguno. Sin embargo, el 2016 llegó con una carga que resulta por lo menos misteriosa.
Primero fue el pitcher prospecto de los Astros de Houston, José Rosario, quien murió con apenas 20 años de edad la noche del domingo 24 de enero en un accidente de motocicleta en República Dominicana. Después fue Ramón Ramírez, un infielder de las ligas menores de los Orioles de Baltimore el sábado 30 de enero, tras estrellarse a bordo de su moto en una autopista en su país.
El pasado domingo 24 de abril los Yankees de Nueva York hicieron honores a Sandy Acevedo, un infielder de 18 años que preparaba su debut en la Liga de la Costa del Golfo. En el accidente, éste en automóvil, murieron tres personas más.
La muerte volvió a rondar a la pelota de Quisqueya.