Miles reclaman libertad para Oscar López en calles de San Juan
Se cumplen 35 años de su encarcelamiento
SAN JUAN — Miles de personas reclamaron el domingo libertad para Oscar López, en el 35 aniversario del encarcelamiento del líder independentista, que se ha convertido en símbolo de la “dignidad puertorriqueña” y a la que muchos aluden para oponerse a la junta de control que Washington quiere imponer sobre San Juan.
“No queremos esta junta, queremos estar libres”, fue este domingo uno de los lemas más coreados durante la multitudinaria marcha que partió de los alrededores del Centro de Convenciones y acabó en la Plaza de la Barandilla, del Viejo San Juan.
Allí se instaló una tarima donde se sucedieron diversos discursos, así como la actuación de un numeroso grupo de pleneros (músicos que interpretan el género autóctono de la plena), reclamando con sus temas la excarcelación de Oscar López Rivera.
Previamente, el activista Alberto de Jesús Mercado, conocido como “Tito Kayak”, se encaramó en lo alto de la fachada del Capitolio sanjuanero -sede del Legislativo- con una bandera puertorriqueña, sin que las autoridades intervinieran para evitarlo.
Entre los asistentes se encontraban líderes del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y del Partido del Pueblo Trabajador (PPT), así como el presidente del Senado, Eduardo Bhatia (del gobernante Partido Popular Democrático, PPD) y la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.
Todos ellos también se han mostrado en los últimos días en contra de la junta de control fiscal que Washington pretende imponer sobre el Gobierno de Puerto Rico, en un movimiento que muchos entienden como “una toma de control colonial” sobre este Estado Libre Asociado a EE.UU., en recesión desde hace una década y sin liquidez para poder seguir pagando la deuda y financiando servicios públicos de calidad.
Entre los asistentes se encontraban también otros exprisioneros y excompañeros de Oscar López, como Carlos Alberto Torres, liberado en 2010 tras 30 años en prisión por haber cometido también un delito de conspiración sediciosa como integrante de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
También se encontraba Rafael Cancel Miranda, otro “exprisionero político” -como están considerados en su tierra- que incluso acaba de hacer un llamamiento a recuperar “la lucha armada” en pro de la independencia de Puerto Rico y el fin de la relación colonial que Washington mantiene sobre la isla.
La imposición de la junta de control fiscal que se está tramitando estos días en el Congreso federal para enderezar las finanzas locales es vista -incluso por el precandidato demócrata Bernie Sanders- como una clara muestra del espíritu “colonial” con el que EEUU.trata a Puerto Rico.
Ello explica que la figura de Oscar López -que en 1999 rechazó un indulto de Bill Clinton para reclamar que el perdón se le concediera a todos sus compañeros de lucha en prisión- se haya convertido en un ejemplo de “dignidad puertorriqueña” ante el colonialismo.
“Caminamos por Oscar, ejemplo de dignidad” se podía leer en algunas de las pancartas de los participantes en esta marcha, una de las más concurridas de los últimos años, así como “Libertad para Oscar” y “Oscar nos inspira para luchar”.
Entre los manifestantes se encontraba también Jan Susler, abogada de López y de otros independentistas que “fueron encarcelados durante décadas por tener la valentía de resistir al colonialismo, algo considerado crimen contra la humanidad por el derecho internacional”, en sus propias palabras.
“Obama, listen to me! We want Oscar free“, también fue uno de los lemas más coreados, en reclamo de que el actual presidente de EE.UU. decrete un nuevo indulto para López antes de dejar al final de este año la Casa Blanca. En principio la condena del activista, que no tiene delitos de sangre, expira en el año 2023.
Tampoco faltaron la hermana del preso, Mercedes López, y su hija, Clarisa López, quien aseguró a Efe estar confiada en que su padre será indultado por Obama en los próximos meses, ante la constatación de que “cada día son más voces” las que reclaman su excarcelación.
“En las manos de mi papá no hay sangre”, recordó la primogénita del líder independentista, que fue encarcelado en Chicago cuando tenía 38 años y condenado a 55 años de cárcel por conspiración sediciosa para derrocar al Gobierno de EEUU en la isla. En 1991 fue sentenciado a otros 15 años por un intento de fuga.