El retorno de “El Caballero de la Salsa”
21 años después del concierto que le consolidó como estrella internacional de la música latina, Gilberto Santa Rosa regresa al Carnegie Hall con menos nervios y la misma ilusión.
La noche del 23 de marzo de 1995 es una fecha que a Gilberto Santa Rosa le quedó marcada en la memoria y en el corazón. Y es que su actuación de aquel día en el Carnegie Hall neoyorquino supuso un antes y un después en su carrera. Además, el disco en directo que inmortalizó la noche para el recuerdo, se convirtió en uno de sus mayores éxitos y es, aún a día de hoy, uno de los favoritos del cantante.
“Estoy muy emocionado de volver porque aquel fue uno de los retos y las satisfacciones más grandes de mi carrera. El recuerdo más bonito que tengo es que, tanto por parte de los puertorriqueños como de toda la comunidad latina de Nueva York sentí un apoyo increíble que iba más allá de mí como artista. Vi en ellos un orgullo de la raza y alegría porque uno de los suyos pudiera tener la gran oportunidad de estar en semejante escenario”, nos cuenta en conversación telefónica desde la República Dominicana.
Más de dos décadas y 6 Grammys después, Santa Rosa vuelve a esta sala que le dio tantas alegrías y esta vez estará acompañado por su compatriota Ana Isabelle, una joven cantante que triunfa en Broadway, junto a la que rendirá homenaje a la memoria y el legado musical del cantante Cheo Feliciano. “Un amigo muy especial y para nosotros además es el cantante de salsa más importante que ha existido”.
El viernes 3, el cantante boricua también repasará muchas de las canciones que presentó en su debut en el Carnegie Hall y tiene más que claras dos de las canciones que no faltarán en el repertorio. “”Conciencia” y “Perdóname”. Las canto todas las noches, les tengo mucho cariño y además tienen mucho que ver con aquel concierto porque la versión que hice en Carnegie hall relanzó relanzó estos dos temas y los convirtió en grandes éxitos. De hecho, si no las canto exactamente como las canté aquella noche, el público no queda satisfecho”, recuerda.
A pesar de que ya no se pone tan nervioso como antes -“o a lo mejor es solo que he aprendido a llevar los nervios mejor”- y confiesa que su única petición antes de subir al escenario de un show de tal magnitud es “un poco de silencio para conectar conmigo mismo”, el cantante asegura que después de tanto tiempo lo que conserva intacta es la ilusión y las ganas de emocionar.
“Mi intención es la misma que hace 20 años: emocionar al público, conseguir que no se arrepientan ni por un segundo de invertir su tiempo y dinero en este espectáculo y conectar con la comunidad latina de Nueva York que tantas veces me ha abierto su corazón.”
En detalle
Dónde: Carnegie Hall (57th Street y 7th Ave, Manhattan)
Cuándo: viernes 3 de junio a las 8 pm
Cuánto: boletos en www.carnegiehall.org Desde $25.