La futura senadora federal será mujer, miembro de una minoría e hija de inmigrantes
Dos demócratas, la procuradora Kamala Harris y la congresista Loretta Sánchez, reciben la mayor cantidad de votos en la contienda por substituir a Barbara Boxer. Ambas se enfrentarán en noviembre.
Dos mujeres hijas de inmigrantes, ambas demócratas, una de ellas de ascendencia mexicana y la otra de madre de la India y padre jamaiquino, ganaron el derecho de pasar a una segunda vuelta electoral en noviembre para competir por el puesto legislativo de más alto rango en California: el senado federal.
La procuradora Kamala Harris y la congresista Loretta Sánchez recibieron la mayor cantidad de votos en las elecciones primarias de hoy en California, superando a otros treinta y dos candidatos, incluyendo a tres republicanos relativamente conocidos en el estado, pero que no lograron alcanzar a las dos funcionarias.
Este resultado garantiza una elección histórica al senado federal este año. En 1992 California hizo historia al elegir por primera vez a dos mujeres a esa cámara del Congreso, en esta ocasión, la selección de una mujer hija de inmigrantes y proveniente de una minoría étnica, ofrecería evidencia del tremendo cambio demográfico que el estado ha experimentado en estas últimas dos décadas.
COBERTURA ESPECIAL DE LAS ELECCIONES
Harris y Sanchez se enfrentarán en noviembre en la elección general por el puesto que deja la senadora Barbara Boxer después de 25 años de ocuparlo. Boxer es una de las dos senadoras de California y el cargo implica no solo el poder legislativo de crear leyes sino de considerar ciertas nominaciones del presidente de turno, como en el caso de los jueces de la Corte Suprema y los embajadores.
Más de 1,200 posiciones nombradas por el presidente requieren confirmación en la Cámara Alta y, como en el caso del reciente nominado a la Corte Suprema Merrick Garland, pueden ser bloqueadas por la mayoría de la misma. Muchas cosas dependen de qué partido tenga la mayoría en ambas cámaras del senado.
La procuradora Kamala Harris es la candidata mejor financiada, que además ha recibido el apoyo de importantes personalidades del partido demócrata como el gobernador de California Jerry Brown, el partido demócrata estatal y personalidades latinas que van desde la supervisora Hilda Solis de Los Angeles hasta el presidente de la asamblea estatal Anthony Rendon.
En su campaña hasta ahora Harris se ha apoyado en su record como procuradora estatal de California y presentándose tanto como una fiscal efectiva en la lucha contra el crimen como una abogada estatal capaz de “hacer responsables a las grandes corporaciones y bancos”.
Loretta Sanchez, quien en 1996 fue electa para representar un distrito del condado de Orange como primera latina y demócrata en ocupar ese cargo logró recabar una fracción de los fondos en comparación a Harris y obtuvo el respaldo de grupos como el Latino Victory Fund y el PAC del Grupo Hispano del Congreso.
Según las encuestas previas a la votación, Sanchez tenía más apoyo de los votantes latinos y jóvenes, mientras que Harris tenía mayorías del resto de los grupos del estado.
La competencia entre ambas en la segunda vuelta promete ser mucho más animada que la primaria, en la que ambas apenas intercambiaron declaraciones.
Luis Vizcaíno, portavoz de Sánchez y uno de sus asesores principales, dijo a La Opinion que la congresista se distinguirá durante la elección general como “la única candidata de clase trabajadora, hija de padres que criaron a siete hijos y con una experiencia que informa las políticas en las que ella cree”, dijo. “Por ejemplo, la educación, ella hace poco patrocinó un proyecto de ley para expandir las Becas Pell y usará su experiencia real para hablar con los votantes”.
Agregó el asesor que Sanchez “conoce a los líderes de Europa, Asia y América Latina y tiene relaciones con ellos” por su trabajo como congresista y miembro del comité de seguridad nacional de la Cámara de Representantes.
Dijo que Harris sería la “candidata del aparato político (establishment)”, aunque Sánchez tiene más tiempo como funcionaria electa que la procuradora estatal.
El triunfo de ambas en la primaria asegura que la próxima senadora federal sea una mujer de minorías por primera vez en la historia, pero que también el cargo permanecerá en manos demócratas como lo ha estado desde 1992.