Líder republicano del Congreso presenta plan conservador para combatir pobreza
Agenda conservadora para 2017, sin embargo, no incluye respuestas al problema de la inmigración ilegal ni recetas específicas para mitigar la pobreza
WASHINGTON.- Con la intención de sumar votos a la causa conservadora, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, presentó este martes un plan anti- pobreza, como parte de una agenda de seis puntos que omite el tema de inmigración y no ofrece recetas específicas para reducir el número de pobres en EEUU.
Bajo el liderazgo de Ryan, los republicanos de la Cámara Baja presentarán a cuentagotas en las próximas tres semanas una agenda conservadora, titulada “Una mejor vía” y que, además de la pobreza, abordará asuntos como la creación de empleos, la reforma tributaria, un reemplazo de “Obamacare”, la seguridad nacional, y la Constitución.
Ryan presentó el plan en el sector de Anacostia en la capital estadounidense, un barrio afroamericano con altos índices de pobreza.
“Debemos medir el éxito conforme los resultados”, dijo Ryan desde el patio de la organización caritativa “House of Hope”.
Su próximo tema, el jueves, se centrará en seguridad nacional.
Críticas de los demócratas
Pero los demócratas, y grupos progresistas afines, como el Centro para el Progreso Estadounidense (CAP), criticaron el plan republicano, sobre todo porque abunda en ideas pero carece de propuestas de legislación específicas.
El CAP criticó que, en la actualidad, la inversión en programas contra la pobreza palidece en comparación con los miles de millones de dólares en recortes tributarios que benefician principalmente a los ricos y a las grandes corporaciones.
Wade Henderson, presidente de “Leadership Conference on Civil and Human Rights” , argumentó por su parte que el plan de Ryan “desmantelará la red social” de los pobres y los marginados, y no es otra cosa que una serie de propuestas “reempaquetadas” que no ofrecen un aumento al salario mínimo ni responden a la brecha salarial de las mujeres o el problema de la desigualdad racial en las escuelas.
El propio portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, plantó un reto a Ryan: que incorpore el plan en un proyecto de ley, y programe un debate y un voto definitivo al respecto.
¿Qué pasó con la reforma?
Ausente de la agenda de Ryan, sin embargo, están los temas de comercio e inmigración, dos asuntos que han causado fuertes divisiones dentro del Partido Republicano.
Pero, curiosamente, ambos temas han estado bajo los reflectores en esta contienda presidencial.
A principios de año, Ryan había dicho que si bien era urgente abordar el problema de la inmigración ilegal, el asunto tendría que esperar hasta el próximo año.
El virtual candidato presidencial republicano, Donald Trump, ha hecho del comercio y la inmigración ilegal una especie de mantra en su campaña electoral, prometiendo restablecer la “grandeza” de EEUU (“Make America Great Again”).
Desde hace un año, Trump ha adoptado un mensaje populista y demagogo que ha resonado entre los conservadores, al quejarse de que EEUU “ya no gana” en el comercio internacional y que los indocumentados, a su juicio, están acabando con el país.
Aún así, con esta agenda, Ryan y los conservadores se proponen sumar votos de cara a los comicios generales del próximo 8 de noviembre, aunque es una lucha cuesta arriba tomando en cuenta la retórica incendiaria de Trump.
Pero, después de meses de titubear, Ryan finalmente anunció la semana pasada que apoyará a Trump, por considerar que es la mejor forma de avanzar la agenda conservadora.
Por ello, otros escépticos también han dicho que apoyarán a Trump, convencidos de que él representa una mejor alternativa a permitir que gane la demócrata Hillary Clinton.
Trump ha dicho que apoya crear oportunidades para reducir la pobreza.
Según observadores, la polarización y el desencanto de los votantes con el “establishment” político han llegado a tal nivel que, paradójicamente, incluso un multimillonario como Trump ha logrado calar con su mensaje populista en millones de votantes.