Por un mejor acceso a los que reciben cupones del WIC

Imagínese a una madre soltera, Julietta, con dos niños -Diego y Tomás- viviendo en El Bronx.  Debido a su horario de trabajo, ella crió a sus dos niños a base de la leche, conocida como fórmula.  Ninguno de los dos toleraba la fórmula para bebé regular, pero ella pudo utilizar los beneficios del programa de Mujeres, Bebés y Niños (WIC) para comprar la fórmula especial que ellos necesitaban.

Cuando Diego era niño, ella compraba la fórmula en el supermercado C-Town localizado al doblar de la esquina de su apartamento, mientras hacía su compra semanal.

Pero en 2014, el Departamento de Salud del Estado de Nueva York (DOH) adoptó una norma que prohíbe aceptar cupones de WIC para comprar fórmula especial para bebés a los supermercados de servicio completo que no tienen servicio de farmacia incluido.  La norma fue adoptada por la rama ejecutiva sin la aprobación legislativa.  Así que ya el C-Town no acepta los cupones de WIC de Julietta para adquirir la fórmula de Tomás.

En ese entonces, el DOH alegó que ese cambio ahorraría en los costos y reduciría el fraude.  Sin embargo, dicha política ha demostrado ser inefectiva y ahora es responsable de obstaculizar el acceso a beneficios necesarios de WIC a miles de mujeres y niños de todo el estado.

De hecho, de acuerdo con un reporte presentado recientemente por los senadores estatales Jeff Klein y Adriano Espaillat, y el asambleísta Marco Crespo, en El Bronx hay 16 códigos postales sin supermercados donde los recipientes de WIC puedan hacer una compra de comida completa, incluyendo la fórmula especial para bebés.

Manhattan, Queens, Brooklyn y Staten Island también han padecido. Los cuatro condados sufrieron un 89% de reducción en negocios que pueden aceptar los beneficios de WIC para la fórmula especial.

A causa de la falta de estas fórmulas especiales de WIC, familias como la de Julietta son obligadas a viajar fuera de sus vecindarios para visitar cadenas de farmacias grandes donde aceptan los beneficios de WIC. Muchos de esos locales ofrecen una limitada selección de comidas que no incluye frutas frescas, verduras, y otras comidas saludables que se venden en supermercados de servicio completo.  Esto aumenta los problemas de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, en vecindarios de personas de bajos ingresos.

Los pequeños negocios –que son la espina dorsal de la economía de la ciudad de Nueva York- también padecen debido al cambio en la norma del DOH.  Supermercados y bodegas independientes reportan que las ventas de WIC antes de 2014 han disminuido, lo que impacta su flujo de ingresos y amenaza la supervivencia de las tiendas locales que ya operan con márgenes de beneficios mínimos. Esto también afecta la habilidad de estos negocios de contratar y ofrecer empleos en comunidades que desesperadamente necesitan fuentes de trabajo.

En un tiempo en que el gobierno debe luchar por preservar los pequeños negocios, políticas públicas están poniendo en peligro la habilidad de estos negocios de servir efectivamente a comunidades vulnerables con oportunidades de buenos trabajos y alimentos necesarios.

El DOH recientemente reconoció que la medida, de hecho, no detuvo el fraude de ninguna forma y que amplió ligeramente los requisitos de elegibilidad de los vendedores.  Esto fue un pequeño paso adelante que se quedó drásticamente corto con relación a lo que los neoyorquinos realmente necesitan.

El único modo real en que verdaderamente se solucionaría este problema y con ello devolver el acceso a nutrición crítica a familias en necesidad, es a través de una legislación.

Un proyecto de ley en ambas cámaras (A9648 / S7049), patrocinado por los senadores Klein y Espaillat y el asambleísta Crespo haría exactamente eso. Con la aprobación de este proyecto de ley, las familias de bajos ingresos como la de Julietta ya no tendrían que viajar grandes distancias para encontrar una tienda que acepte los cupones de WIC para adquirir todo lo que necesitan. Tendrían acceso a las fórmulas para bebés saludables que necesita de manera crítica.

Queda menos de un mes de periodo legislativo, lo que es bastante tiempo para aprobar una legislación para ayudar a madres y niños.  No debería ser difícil.

(Por la Defensora del Pueblo de la Ciudad de Nueva York, Letitia James y el presidente de la Asociación Nacional de Supermercados, Rodolfo Fuentes).