De la escuela a la universidad: Sus familias apoyaron y ellos cumplieron

Jóvenes graduados de High School reconocen el sacrificio y esfuerzo de sus padres, algunos de los cuales ni terminaron la primaria antes de emigrar a EEUU

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Graduación Crédito: Shutterstock

La emoción por graduarse de High School es evidente en cuatro jóvenes neoyorquinos que ya tienen puesta la mirada en el siguiente paso de su vida académica: el College. Al reflexionar sobre el esfuerzo y sacrificio de sus padres, algunos de los cuales ni terminaron la escuela primaria antes de emigrar a EEUU buscando un mejor porvenir, reconocen y agradecen este apoyo incondicional que ha sido la clave para este momento de sus vidas.
Mark y el sueñocon las finanzas

Mark llega en bicicleta hasta el Milestone Park, en Brooklyn, para encontrarse con su padre, Juan Luna, quien terminó el día laboral en la famosa salumeria italiana Frank & Sal.
El joven de 17 años está por graduarse de la New Utrecht High School y aunque todavía no tiene las notas finales sabe que terminó muy bien en Matemáticas, Ciencia e Historia. Está en un curso de economía, que le apasiona porque en verdad quiere trabajar en Wall Street.

Mark junto a su padre Juan Luna. El joven se graduará el lunes de New Utrecht HS, quiere estudiar finanzas y quiere trabajar en Wall Street. Su padre trabaja como jefe de cocina en una salumeria italiana en Brooklyn. Crédito de fotos: Carmen Molina T.
Mark junto a su padre Juan Luna. El joven se graduará el lunes de New Utrecht HS, quiere estudiar finanzas y quiere trabajar en Wall Street. Su padre trabaja como jefe de cocina en una salumeria italiana en Brooklyn. Crédito de fotos: Carmen Molina T.

“Mis papás han hecho un gran esfuerzo. A los jóvenes como yo les digo que tienen que agarrar las oportunidades que se les ponen enfrente”, dijo Mark, quien al graduarse espera poder trabajar y estudiar.

Él ha tenido como ejemplo de trabajo duro a sus padres. Su madre, Verónica, presta servicios de limpieza en casas y su padre, quien lleva 21 años en la salumeria donde se desempeña como jefe de la cocina.

No obstante, don Juan reconoce que sus hijos también ponen mucho empeño. “Ellos se han esforzado demasiado”, dijo, al explicar que apenas cursó la primaria en México y tiene un inglés limitado, lo suficiente para entenderse con sus patrones y compañeros. “El mayor (Johnatan) ha ayudado a los menores, preguntan cuando no entienden y usan la computadora”.

Don Juan mantiene la costumbre de jugar futbol los fines de semana con sus hijos y les inculca alejarse de los vicios. “El fútbol me aleja de los problemas”, dijo Mark.
La excelencia premiada con becas

Los honores, reconocimientos y excelentes calificaciones son algunos de los requisitos para aplicar a las becas Ronald McDonald House Charities/HACER para jóvenes latinos del área tri estatal (NY-NJ-CT). De más de 600 aplicantes solo la recibieron 14, que podrán empezar sus carreras en prestigiosas universidades de su elección.

Paola Ripoll y Carlos Valle Díaz son dos de los becarios, y aunque sus vidas e intereses son muy distintos, comparten el agradecimiento por el sacrificio que sus padres han hecho para que ellos salgan adelante.

Paola estudió en la escuela católica privada Our Lady of Mercy, en Syosset, y por ser hija única ha recibido el apoyo de sus padres –Ramón y Patricia, ambos dominicanos– para realizar actividades extracurriculares, estudiar idiomas –además de inglés y español sabe italiano y francés.

Paola Ripoll, de padres dominicanos, ha ganado numerosos certificados escolares de honor entre 2015 y 2016, los cuales son requisito indispensable para aplicar a las becas HACER. Ella estudiará Relaciones Internacionales en la Universidad de Columbia. Suministrada
Paola Ripoll, de padres dominicanos, ha ganado numerosos certificados escolares de honor entre 2015 y 2016, los cuales son requisito indispensable para aplicar a las becas HACER. Ella estudiará Relaciones Internacionales en la Universidad de Columbia. Suministrada.

“Ellos me han apoyado, han dado todo por mí. No creo que hubiese llegado hasta aquí sin ellos. Sí, me aceptaron en Columbia por mis méritos pero ha sido gracias a mis padres”, indicó.

La joven tiene un brillante récord en Matemáticas pero estudiará Relaciones Internacionales. Tuvo una experiencia colegial en Haití y está convencida que eso es lo que la apasiona.

Por su parte, Carlos Valle Díaz ha recibido honores y reconocimientos en la Westbury High School por su aplicación en el estudio y ejecución de la viola y porque prestó servicio comunitario enseñando inglés a niños inmigrantes indocumentados de Centroamérica.

CarlosValleDiaz
Carlos Valle Díaz no le había dicho a su madre, Sandra Díaz, que había aplicado a las becas HACER, así que la sorpresa de haberla ganado fue grande. Suministrada

Su mamá, Sandra Díaz, y su padre, Alfonso Valle Sánchez –fallecido recientemente en un accidente de tránsito– llegaron a Estados Unidos siendo niños; por ello Carlos sintió que ayudando a los niños era una forma de agradecer y reconocer el sacrificio de sus progenitores, “los vi como mis padres”, dijo.

Carlos dice que pasa mucho tiempo encerrado en su cuarto y más en estos días que estaba enfrascado buscando becas y ayuda para continuar sus estudios, por eso no le había dicho a su madre que había aplicado a las becas HACER de la Fundación Ronald McDonald, así que la sorpresa de haberla ganado fue grande. El joven tiene dos hermanos, Chirstian de 16 años y Johnatan, de 6.

Una graduación es motivo de fiesta

Melania Dejesus aprovechó el fin de semana del Día del Padre para reunir a toda la familia cercana y extendida en su casa, y celebró además su segundo gran triunfo académico: la graduación de su hijo menor, Joel, de High School.

Su hija mayor, Génesis, se graduó hace 4 años de la escuela charter Kipp y ahora estudia Psicología Infantil y Español; la madre está llena de orgullo porque Joel sigue los pasos en cuanto a la excelencia académica y podrá continuar sus estudios en Emprendedurismo y Nuevos negocios en Syracuse University.

Joel DeJesus se graduó el viernes de Kipp Charter School con buenas calificaciones especialmente en estadística, microeconomía y español. Fue aceptado en la Universidad de Syracuse. Foto suministrada por Kipp
Joel DeJesus se graduó el viernes de Kipp Charter School con buenas calificaciones especialmente en estadística, microeconomía y español. Fue aceptado en la Universidad de Syracuse. Foto suministrada por Kipp

Melania estudió secundaria en República Dominicana, y su esposo, Antonio, cursó varios semestres de Agronomía. Pero al mudarse a Estados Unidos –hace más de dos décadas– se enfrentaron a la dura tarea de sobrevivir y postergar sus sueños académicos. El principal sostén económico proviene del padre, quien trabaja en una farmacia.

“Si uno hace el esfuerzo, aquí los hijos lo tienen todo. Con la graduación estamos viendo nuestra realización como padres”, cuenta emocionada.

En 2016, la secundaria de Kipp está graduando unos 195 estudiantes, casi en su totalidad son latinos y afroamericanos que viven en El Bronx, Harlem, Alto Manhattan y Brooklyn ,y sus familias son de escasos recursos económicos. Además del apoyo de sus padres y hermana –con quien asegura no compite sino se ayudan mutuamente– Joel cuenta ya con un mentor, con quien se comunica regularmente. Este programa de Kipp apoya a los jóvenes en su camino hacia el college y monitorea su desempeño.

“Yo me adelanté a la celebración. Había 50 personas en la casa, niños, viejos, todos celebrando también este triunfo”, afirmó Dejesus.

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