“Felices con triunfo de Espaillat, pero si no trabaja lo bajamos”
Habitantes del Distrito 13 se sienten orgullosos de tener a un hispano en el Congreso Federal, pero advierten que estarán evaluando su gestión
Washington Heights amaneció de fiesta tras el triunfo del senador estatal Adriano Espaillat en las elecciones primarias demócratas del martes, que lo deja prácticamente a un paso de convertirse en el primer dominicano en llegar al Congreso federal en Washington.
Por las calles del vecindario hispano, que forma parte del Distrito13, el tema de conversación este miércoles era prácticamente sólo el triunfo del político dominicano.
Con el 37% del total de los votos, frente al 34% de su principal competidor Keith Wright, Espaillat hizo historia no solo por ser el primer quisqueyano en ganar esos comicios, sino porque sería también el primer latino en ocupar esa silla congresional, que desde 1944 solo ganaban candidatos afroamericanos, como Charles Rangel quien ha estado 45 años en ese cargo.
“Todos aquí estamos felices con el triunfo de Espaillat, pero si no trabaja lo bajamos”, comentó visiblemente emocionado el dominicano Manuel Domínguez, quien tiene un negocio de frutas en la calle Dyckman, en Washington Heights.
“Él es un hombre trabajador y esperamos que desde el Congreso federal nos ayude en temas como bajar las rentas que cada vez están más caras y que ayude a los pequeños negociantes como yo a que nos den un break porque a veces la policía nos molesta mucho”, agregó el comerciante, quien dijo que en este momento el siguiente reto es apoyar a Hillary Clinton para que sea la próxima presidenta de Estados Unidos.
Asimismo, Roselio Salas, quien tiene un puesto de piraguas en el mismo vecindario, calificó la elección del político de 61 años como “magnifica” y dijo sentirse sumamente orgulloso de saber que un paisano suyo está con un pie en Washington. A Espaillat ahora solo le resta enfrentar en las elecciones generales noviembre al republicano Tony Evans y el independiente Daniel Vila, aunque allí va con gran ventaja y su victoria está casi asegurada.
“Este triunfo es excelente. Ya lo esperábamos hace muchos años y por eso fue que voté, porque sabía que esta vez sí era la vez de Espaillat. Estoy lleno de emoción y orgullo”, comentó el vendedor, a la vez que pidió al futuro congresista que haga algo en favor de la vivienda asequible.
Dos años de prueba
Pero no todos quedaron conformes con la decisión, y la contadora María Salinas, quien votó por Wright, dijo que duda que su paisano pueda hacer cambios grandes desde Washington en favor de la comunidad.
“Él cree que tocó el cielo con las manos, pero para poder seguir en ese cargo, va a tener que demostrar con hechos que está preparado y tal vez en dos años cuando haya elecciones nuevas tenga que irse”, dijo Salinas.
Carlos Vargas, investigador asociado del Centro de Estudios Puertorriqueños, aseguró que las elecciones del Distrito 13 son un triunfo para la comunidad latina en general de Nueva York. Sin embargo, consideró que todavía es necesario trabajar más para que los hispanos logren la representación que se merecen en Washington.
“Los hispanos siguen estando subrepresentados y esto también muestra un poco de debilidad política”, comentó el analista, quien explicó que por ser nuevo en el cargo, Espaillat deberá trabajar en ampliar su base electoral para mantenerse cuando en dos años haya nuevamente elecciones por su curúl.
“Tiene el mismo reto que pudiera tener cualquier congresista nuevo, pero esto que pasó demuestra que es más fácil conquistar un escaño cuando no hay una persona ocupándolo y luego de dos intentos anteriores, Espaillat tenía una organización electoral suficiente que lo llevó hasta ahí”, explicó Vargas, aclarando además que aunque todavía hay que esperar a que se cuenten todos los votos y se den los resultados finales, Espaillat tiene una ventaja considerable que es difícil de cambiar.
Y aunque Keith Wrigth, quien era apoyado por Charles Rangel, insiste en que Espaillat todavía no debería proclamarse vencedor, Ramoncito de Los Santos, quien trabaja en la bodega Dominican, dijo que en temas políticos los candidatos tienen que aprender a perder.
“Adriano perdió por mil votos dos veces y no lloró, siguió peleando. Ya era hora de que este distrito tuviera a un latino y no solo el dominio de Rangel que solo trabajó por Harlem. Ahora llegó el momento de Washington Heights y de los latinos, porque como dice el nuevo congresista: Es pa’llá que vamo”.