Opinión: se viene una dinastía de la NBA, pero para Kevin Durant empieza su era de villano
Su decisión de jugar junto a Curry y otros estelares le hace perder respeto, como le ocurrió a LeBron James años atrás
Si ya de por sí los Warriors tenían un trabuco de equipo, tal vez el mejor conjunto de la NBA hombre por hombre, la adición de Kevin Durant sin duda pone a Golden State en una galaxia aparte.
El dos veces “MVP” Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green llevaron a los Warriors a ganar 73 juegos la campaña anterior, romper un récord sagrado y luego quedarse a un par de encestes de completar el bicampeonato.
Súmenle a ese núcleo de estrellas a Durant, un hombre que promedió 28 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias en 2015-16; alguien que cada año es candidato a Jugador Más Valioso, que puede hacer de todo en la cancha, que siempre juega al 100%, y entonces no se ve la manera en que Golden State no regrese a las Finales y las gane.
Porque Durant ahora les da a los Warriors un jugador imposible de contener a menos de que Curry y Thompson, la mejor dupla de francotiradores de la liga y tal vez de la historia, tengan libertades; pero si los equipos contrarios, como es previsible, se plantean frenar la lluvia de triples, entonces Durant atacará el aro y ganará la mayoría de sus batallas.
Ultimadamente, “KD” les dará de 10 a 15 puntos más que los que aportaba Harrison Barnes, el delantero bajo al que reemplazará desde el jueves cuando firme su nuevo contrato.
Se viene una nueva dinastía de la NBA, y parece ser poco lo que LeBron James pueda hacer esta vez.
Eso sí, la decisión de Durant le hace perder cierto respeto entre analistas y estrellas de la NBA, no se diga fanáticos, porque está enviando el implícito mensaje de que para ganar un campeonato necesita hacerlo con la mejor escuadra, y no con su propio equipo.
Si a LeBron lo criticaron incansablemente por unirse a Dwyane Wade y Chris Bosh en Miami hace algunos años, Durant no se salva. Su era de villano ha dado inicio.