Leo Santa Cruz hace una conmovedora revelación sobre la salud de su padre y manejador
El invicto campeón mundial prepara su siguiente pelea angustiado por el cáncer de José Santa Cruz, quien trata de ocultar su sufrimiento físico
Leo Santa Cruz ha recibido fuertes golpes arriba del cuadrilátero, pero ninguno de ellos ha sido tan duro como el que sufrió abajo del ring.
“Estoy pasando una de las etapas más difíciles de mi vida”, admitió Santa Cruz al referirse al diagnóstico de cáncer de médula ósea que enfrenta su padre y manejador, José Santa Cruz.
“Mi papá siempre ha estado a mi lado en toda mi carrera, a él le debo todo lo que he logrado en el box”, dijo con la voz entrecortada el peleador de 27 años de edad.
En un gimnasio de Los Ángeles, donde prepara su pelea del 30 de julio ante el irlandés Carl Frampton en el Barclays Center de Nueva York, Santa Cruz revivió los sentimientos que le invadieron cuando se enteró sobre la enfermedad de su padre.
“Lo primero que me vino a la mente fueron esas imágenes de cuando él me cargaba en sus hombros de niño, de cuando juntos íbamos a buscar el autobús para ir a trabajar al gimnasio”, recordó Leo. “El día que me enteré de la enfermedad de mi padre, lloré mucho, me puse muy triste porque no sabía que es lo que iba a pasar con él”.
Agregó el campeón de peso pluma de la Asociación Mundial de Boxeo: “La fortaleza de mi papá es la que me ha sacado adelante. Él me dijo que esta enfermedad no debe detenerme por ningún motivo, que yo debo seguir preparándome para defender mi título.
“Le prometí a mi papá que trabajaría muy fuerte para enfrentar a Frampton, pero también le dije que ese día lo quiero ver en mi esquina”, dijo Santa Cruz, quien afronta la realidad con mucha entereza.
“Estoy consciente de que mucha gente no sobrevive a esta enfermedad, pero tengo mucha fe en Dios y en la fortaleza de mi papá, que ha estado luchando muy fuerte”, apuntó “El Terremoto”.
“Quiero hacer sentir a mi papá muy orgulloso y si, Dios no lo quiera, él llega a irse de nosotros, quiero que se vaya orgulloso de lo que hice y quiero que sepa que sin él nunca hubiera llegado hasta donde estoy”, remató.
Repentino dolor de espalda
Fue el pasado mes de mayo, cuando se encontraba de vacaciones con toda su familia en Hawaii, que José Santa Cruz sintió un fuerte dolor en la espalda.
“Estaba pescando y de repente sentí un dolor fuertísimo. Yo creí que se trataba de un músculo torcido, pero conforme pasaban los días me sentía cada vez peor”, recordó José.
“Estuve dos días tirado en la cama sin comer nada y cuando regresamos de Hawaii a Los Ángeles fui al hospital y ahí es donde recibí el diagnóstico de mi enfermedad”, dijo el hombre de 56 años de edad, que se ha sometido a tres biopsias y múltiples rondas de quimioterapia.
Levantarle el brazo una vez más
La apariencia de José es la de un hombre que en su rostro muestra el cansancio que conlleva el esfuerzo de luchar todos los días en contra del cáncer, pero a pesar de eso, trata de dar una imagen de fortaleza y entereza.
“Hay días, como hoy, que estoy caminando porque le echo ganas. Pero la verdad es que ahorita siento dormido de la cintura para abajo, siento los pies dormidos y en la planta de los pies siento como si tuviera lumbre”, detalló el padre del campeón.
“Por fuera me ven bien, pero por dentro ando desecho, pero eso nunca lo voy a decir, te lo digo ahora a ti porque me lo estás preguntando, pero eso es algo que prefiero guardármelo”, reveló José, quien siempre ha sido una persona muy creyente de su religión.
“Ahora todo está en manos de Dios”, comentó el patriarca de la familia Santa Cruz, quien espera estar presente en Nueva York para ver a su hijo pelear contra Frampton.
“Mi motivación es subir una vez más al ring para levantar la mano de mi hijo como campeón”.