¿Quién es Tim Kaine?
El senador Tim Kaine es un político experimentado y puede ayudar a Clinton a movilizar el voto de los hispanos.
WASHINGTON.- El senador demócrata por Virginia, escogido este viernes por Hillary Clinton como compañero de fórmula, es un avezado líder político que, según expertos, reúne muchas de las cualidades que su campaña necesitará para ganar en noviembre próximo.
El binomio presidencial, que será votado oficialmente durante la convención nacional demócrata la próxima semana en Filadelfia (Pensilvania), hará su primera aparición pública durante un acto electoral mañana sábado en la Arena de la Universidad Internacional de Florida, en Miami, anunció la campaña de Clinton.
Egresado de la Facultad de Leyes de la Universidad Harvard, Kaine, de 58 años, figuró durante semanas en la baraja de posibles piezas del binomio presidencial, junto a otros líderes demócratas como el congresista californiano, Xavier Becerra, los secretarios de Trabajo, Tom Pérez y de Vivienda, Julián Castro, así como los senadores Elizabeth Warren, de Massachusetts, y Cory Booker, de Nueva Jersey, y el almirante de cuatro estrellas, James G. Stavridis, ahora jubilado.
COBERTURA ESPECIAL DE LAS ELECCIONES
La selección, claro está, no fue fácil: Clinton necesita afianzar el apoyo de los votantes blancos, que en su mayoría se decantan por el candidato presidencial republicano, Donald Trump, pero también podría haber hecho historia al escoger a un candidato latino.
Kaine, sin embargo, se ha ganado el apoyo de la mayoría de los grupos cívicos hispanos por su respaldo de una reforma migratoria integral y otras políticas de corte progresista que benefician a esta minoría.
No es la primera vez que el nombre de Kaine va a parar a la lista corta de posibles candidatos a la vicepresidencia. En 2008, el entonces precandidato presidencial demócrata, Barack Obama, también lo tuvo en cuenta como posible compañero de fórmula, que finalmente concedió al exsenador Joe Biden.
Aunque no le dio el puesto de vicepresidente, Obama lo ayudó a capitanear al Comité Nacional Demócrata (DNC), cargo que ocupó entre 2009 y 2012, cuando ganó el escaño por Virginia ante el Senado.
Casado y con tres hijos, Kaine puede ayudar a afianzar el voto de los llamados “Baby boomers” (aquellos nacidos entre 1946 y 1964), y tiene una larga trayectoria de defensa de las familias trabajadoras.
También tiene una vasta experiencia política: en menos de una década, entre el 2002 y 2009, fue alcalde de Richmond hasta saltar a los cargos de vicegobernador y gobernador de Virginia, un estado clave en la contienda del próximo 8 de noviembre.
Aprendió el idioma español en sus días de misionero en Honduras, es miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y tiene un buen conocimiento de la comunidad hispana, que en su estado numeran 649,000 y son el 8% de la población.
De profunda fe católica e inspirado en la tradición jesuita, su labor en barrios marginados y zonas rurales de Honduras entre 1980 y 1981 abonó su compromiso con temas de justicia social, igualdad racial y derechos civiles, que ha trasladado también a la defensa de una reforma migratoria integral.
Diversos grupos defensores de los inmigrantes respaldaron su candidatura al destacar su historial de defensa de los inmigrantes: ha apoyado la reforma migratoria -dio un discurso completamente en español desde el pleno del Senado en 2013- y los alivios migratorios; votó a favor del “Dream Act”, y ha atacado medidas punitivas contra los indocumentados en varios estados.
Durante un evento electoral junto a Clinton el pasado 14 de julio en Annandale (Virginia), Kaine arengó al público con algunas frases en español, argumentando que la exsecretaria de Estado está “lista” para liderar a EEUU.
Nacido en St. Paul (Minnesota) y criado en el seno de una familia de extracción obrera en un suburbio de Kansas City (Kansas), Kaine creció prácticamente en una comunidad blanca homógenea pero, según recuerda, la vida y obra del líder afroamericano Martin Luther King Jr., lo inspiraron para luchar contra las divisiones raciales.
Kaine reconoce que no es un “perro de ataque” sino más bien “aburrido”, según dijo a la cadena NBC, pero a su favor está que tanto en el Capitolio de Richmond como en los corredores del Congreso se ha destacado como un líder pragmático, centrista, y capaz de negociar hasta conseguir soluciones consensuadas.
La propia Clinton dijo recientemente a la cadena PBS que “le encanta” que Kaine sea un hombre aburrido porque al menos “nunca ha perdido una elección”.
Quienes lo conocen suelen citar como ejemplo su contienda para gobernador de Virginia en 2005: Kaine es un férreo opositor de la pena de muerte, en un estado donde todavía se practica y tiene amplio apoyo popular.
Sus detractores no pudieron restregarle eso como un punto flaco, y Kaine se granjeó el apoyo de los moderados y ganó la gobernación (2006-2010) con promesas de hacer respetar las leyes sin importar sus opiniones personales.
Durante su tiempo como gobernador, Kaine puso de lado su repulsa de la pena capital y permitió la ejecución de once reos.
En uno de los momentos más difíciles de su mandato, la masacre en abril de 2007 de 32 personas en la Universidad de Virginia Tech a manos de un estudiante demente, Kaine acortó su estancia en Japón, como parte de una misión comercial, para regresar al lado de las familias de las víctimas, y posteriormente emitió órdenes ejecutivas para ampliar los servicios de salud mental en el estado.
Kaine tampoco apoya personalmente el aborto pero considera que el gobierno no debe restringir los derechos reproductivos de la mujer. De hecho, se ha ganado excelentes calificaciones de la organización “Planned Parenthood”, que defiende el acceso al aborto, y el oprobio de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), por su apoyo al control de las armas.
Kaine no está libre de controversia, al menos de cara a la base progresista del partido, porque apoya la promoción de la abstinencia entre los jóvenes; suscribió cartas para reducir las regulaciones de bancos regionales y comunitarios; apoya la exploración petrolera en altamar y, en su momento, respaldó las negociaciones para el acuerdo comercial de la Alianza Transpacífico (TPP).
Sin embargo, sus posturas centristas y su aparente capacidad de negociación para forjar consenso entre demócratas y republicanos ofrecerían a los votantes un contraste con la implacable hostilidad con la que habla Trump, según observadores.
Aunque Kaine tiene el respaldo de amplios sectores del Partido Demócrata, incluyendo sindicatos y grupos cívicos hispanos –el propio Bill Clinton promovió su candidatura-, falta ver si ese entusiasmo se traslada a movilizar a la base lo suficiente para impedir un triunfo de Trump.