Bajo la luz tenue dentro del Wells Fargo Center en Filadelfia (Pensilvania), las imágenes de televisión mostraron lágrimas, gritos y abrazos de júbilo entre los miles de delegados, funcionarios, activistas y demás invitados a la convención demócrata de cuatro días que culminó anoche.
Su rival republicano, Donald Trump, también compite por el voto femenino y grupos allegados a su campaña han lanzado anuncios publicitarios, particularmente dirigidos a cimentar el apoyo que éste tiene entre las mujeres blancas.
El significado de las elecciones
Según líderes latinas entrevistadas por este diario, su posible desembarco en la Casa Blanca transformaría la política y la vida cotidiana de las mujeres y sus familias.
La puertorriqueña Nelly Gorbea, secretaria de Estado de Rhode Island y primera mujer en ese cargo en todo el país, señaló que “siempre que una mujer incursiona en un mundo donde solo ha habido hombres, le abre la puerta de la esperanza y la imaginación a otras mujeres”.
“Firmemente creo que la presidencia de Hillary Clinton –la más alta esfera del poder- va a inspirar a otras mujeres a postularse a cargos políticos y en posiciones de poder de decisión”, enfatizó.
Mientras, Vanessa Cárdenas, del grupo feminista “Emily’s List”, dijo que el hecho de que Clinton venció muchos obstáculos y ataques en su carrera política para llegar hasta donde está “puede inspirar a las mujeres latinas”.
“Ella apoya muchos temas importantes para las latinas, incluyendo mejores salarios, más oportunidades educativas, y la defensa de los derechos reproductivos“, dijo.
En la actualidad, las mujeres ganan 77 centavos por cada dólar que ganan los hombres blancos por el mismo trabajo. En el caso de las latinas, éstas ganan 55 por cada dólar de los hombres blancos, señaló Cárdenas, cuyo grupo promueve a candidatas en todo el país.
“Ahora tenemos la puerta abierta, ya llevamos demasiados años de estar en segundo lugar, detrás de los hombres, y hay muchas mujeres capacitadas para puestos públicos”, dijo la asambleísta demócrata estatal de Maryland, Ana Sol Gutiérrez.
“Hay montón de oportunidades en el gobierno federal… las latinas no estamos presentes en casi todas las agencias donde tenemos que estar y nuestra voz no se escucha”, se quejó.
Por su parte, Sara Manzano-Díaz, administradora regional de la Administración de Servicios Generales de EEUU (GSA), confió en que Clinton “ha abierto las puertas a otras, y cuando gane, vamos a ver a más mujeres en puestos de poder, incluyendo a latinas, porque ella entiende la importancia de la inclusión”.
COBERTURA ESPECIAL DE LAS ELECCIONES
Las metas del feminismo
El Partido Demócrata aprobó esta semana la que tildó como la agenda más progresista en su historia, e incluye muchas de las propuestas respaldadas por Clinton y por su otrora rival en la contienda, el senador Bernie Sanders.
El documento, que sirve de guía para las prioridades legislativas del partido, incorpora asuntos como un aumento del salario mínimo a $15 la hora, la equidad salarial para las mujeres, reforma judicial, matrícula gratuita en universidades estatales, y días de maternidad o de enfermedad con goce de sueldo, entre otros elementos.
Por ello, las líderes latinas dejaron en claro que ser feminista no es sinónimo de ser “anti-hombre” porque, al final, las mejoras y el avance de las mujeres también beneficiarían a los hombres.
“Las políticas que las feministas estamos implementando no son anti-hombre, son buenas para todo el mundo…si se aprueban licencias familiares con pago, eso también ayuda a los hombres”, dijo Gorbea.
Mujeres al poder
Manzano-Díaz consideró que el país necesita a más “hombres feministas” porque hay una “urgencia de empoderar a sus hijas, sus hermanas, sus madres, sus abuelas”.
El posible arribo de una presidenta a la Casa Blanca tomó 90 años después que las mujeres ganaron su derecho al voto en EEUU, pero los cambios incrementales podrían llegar con más rapidez con la promoción de más candidatas en todos los niveles del gobierno.
Sólo el 4% de los líderes a nivel federal pertenece a las minorías. En el caso de las latinas, sólo hay 9 entre los 435 escaños de la Cámara de Representantes y ni una en el Senado, aunque hay dos que se están postulando al Senado, Loretta Sánchez, por California, y Catherine Cortez-Masto, por Nevada.
Si en 2008, el presidente Barack Obama rompió una barrera para los afroamericanos, ahora Clinton se acerca a la posibilidad de hacerlo para otras mujeres, aseguraron las líderes latinas.