Trump, campeón de la cobardía

La intolerancia de Trump hacia los latinos se mantiene, su racismo hacia los grupos afroamericanos es el mismo.

Desde el momento que inició su campaña política, Donald Trump no consideró al voto latino y al de los grupos afroamericanos como fundamentales para llegar a la Casa Blanca. Por el contrario, su estrategia consistió en una política que solo buscó el apoyo de euro-estadounidenses conservadores, incluyendo simpatizantes de los grupos más retrógrados del país.

El hecho de que recientemente se pronunció a favor de una política migratoria menos virulenta contra los latinos y una política solidaria hacia los afroamericanos no quiere decir que el magnate de copete rojizo haya cambiado.

Su intolerancia hacia los latinos se mantiene, su racismo hacia los grupos afroamericanos es el mismo. Su mente sigue concentrado en conseguir el apoyo euro-estadounidense porque sigue pensando que solo ellos, los conservadores y los moderados independientes, le ayudarán en su meta de convertirse Presidente.

El cambio de retórica de Trump se notó claramente esta semana en Akron, Ohio, en donde criticó a la clase política porque supuestamente no beneficiaron en nada a las minorías étnicas. De acuerdo a su punto de vista, los latinos y afroamericanos viven en una precariedad insoportable; sus comunidades están abarrotadas de pandillas, pobreza y escuelas de bajos niveles académicos.

Propio de un ignorante que no entiende que los latinos son una población diversa ideológica y económicamente –muchos pertenecen a las clases medias, como también hay de clase alta—, Trump simplemente hizo resaltar los estereotipos más mundanos de los grupos más retrógrados del país.
Su conclusión fue mucho más bochinchera e insensible hacia las causas latinas y afroamericanas: “¿Qué carajos tienen que perder? Den me una oportunidad. Yo voy a resolver todo esto; voy a resolverlo. No tienen nada que perder”.

Mentira, Trump no quiere resolver un ápice de los problemas de la comunidad. La intención de su nueva retórica es recuperar el voto moderado euro-estadounidense, incluso de aquellos grupos conservadores que, durante las últimas semanas, han estado buscando alternativas reales de voto en el Partido Demócrata, el Partido Verde y el Partido Libertario.

No es coincidencia que sus palabras fueron enunciadas en medio de una población de seguidores euro-estadounidenses. Si hubiese mostrado algo de solidaridad y sensibilidad, Trump hubiese presentado su “nueva estrategia política” en medio de una concurrencia latina en Los Ángeles o en Santa Ana, California. En Ohio hay una población nutrida de afroamericanos. ¿A qué le tiene miedo?

Nunca, desde que inició su carrera política hacia la Casa Blanca, se presentó al frente de una concurrencia latina. Mientras no lo haga, las palabras de Trump se esfuman en el aire. El magnate de copete rojizo es campeón de la cobardía.

Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com

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