‘Pez gordo’ y barato de la Gran Carpa: el dominicano Marcell Ozuna despega con los Marlins
A sus 25 años, el jardinero de Santo Domingo alcanza el estrellato y ayuda a su equipo a ser aspirante de playoffs en la Liga Nacional
En el invierno del año pasado varias organizaciones de las Grandes Ligas lanzaron su anzuelo para tratar de pescar un gran Marlin.
El objeto del deseo era el jardinero central dominicano Marcell Ozuna, quien desde el 2008 fue firmado muy joven por la organización de los Marlins de Miami. Y afortunadamente para éstos, no mordieron la carnada.
Poseedor de un cañón en su bate, el quisqueyano ha estado llamado a ser uno toletero espectacular.
En 2013, Ozuna vivió su primera temporada en las Grandes Ligas y en esa oportunidad dio los primeros visos de lo bueno que podía llegar a ser, pero una lesión en los ligamentos de su dedo pulgar izquierdo le hizo perder la segunda mitad de la campaña.
Al año siguiente, el pelotero de Santo Domingo jugó 153 partidos y terminó con 23 cuadrangulares y 85 carreras producidas, números con los que el patrullero de la pradera central de Miami parecía haberse ganado un puesto titular. Pero un año después el panorama cambió por completo.
Sumido en una terrible racha negativa en la caja de bateo, en julio de 2015 los Marlins enviaron a Ozuna de regreso a las ligas menores. Retornó al equipo de Grandes Ligas antes de finalizar la temporada y cerró con 10 jonrones, 44 impulsadas y 27 dobles en 123 juegos.
Pero para entonces los directivos del club no estaban convencidos de lo que tenían con Ozuna. Después de varias ofertas que recibieron en el invierno, los Marlins decidieron retenerlo y el hombre de 25 años de edad ha resultado ser figura de un club que lucha por llegar a los playoffs.
El paso al estrellato
En la primera mitad de esta temporada, Ozuna se convirtió en una de las bujías de los Marlins, conjunto interesante que busca afanosamente convertirse en protagonista de la Liga Nacional.
El dominicano fue electo a su primer Juego de Estrellas de las Ligas Mayores con una primera mitad de campaña de .306, 17 cuadrangulares y 47 carreras producidas. En el partido estelar efectuado en San Diego inició como jardinero central y bateó de 2-1 con una carrera producida.
Su productividad ofensiva, así como su talento a la defensiva, hicieron que Ozuna emergiera como la segunda mayor figura del equipo en el campo (no lanzadores), solo por detrás del impresionante cañonero Giancarlo Stanton.
“Marcell ha aprendido a utilizar todo el campo de juego para batear sus lanzamientos”, explicó el manager de los Marlins, Don Mattingly, en una entrevista reciente con el diario Sun-Sentinel del sur de Florida.
Fue precisamente Mattingly, quien llegó como piloto del equipo en enero, el que pidió a la gerencia del club retener al playera número 13.
Una ‘ganga’ para Miami
Giancarlo Stanton, el indiscutible bateador de mayor poder en el béisbol actual y campeón reinante del Derby de Jonrones, se ha vuelto muy relevante para Ozuna.
El hombre que en 2014 firmó un contrato de 325 millones de dólares con los Marlins -el contrato más lucrativo de la historia para un atleta- recientemente quedó fuera de circulación por una lesión en la ingle y es posible que se pierda el resto de la temporada con números de 25 jonrones y 70 impulsadas en 103 juegos. Ozuna (20 jonrones y 61 producidas en 114 juegos) carga ahora con una dosis extra de responsabilidad como limpiabases y cuarto bate del equipo.
Lo irónico es que el dominicano está haciendo muy bien las cosas para los Marlins en 2016, pero a un precio ridículamente menor que Stanton. El salario de Ozuna esta temporada ($570,000) es aproximadamente una dieciseisava parte del de Stanton ($9 millones).
Pero claro, a la luz de los hechos, esa situación cambiará el año entrante. Marcell Ozuna se convertirá en millonario de la pelota.
Stanton le cuesta a Marlins…
$87,378 dólares por juego
$360,000 por cuadrangular
$128,571 por carrera producida
Ozuna le cuesta a Marlins…
$5,000 mil dólares por juego
$28,500 por cuadrangular
$9,344 por carrera producida
Bonds es su maestro
Otra recomendación para que los Marlins no intercambiaran al dominicano vino por parte de Barry Bonds, el líder jonronero de todos los tiempos -a pesar de los cuestionamientos por uso de sustancias- y que ahora es el coach de bateo de Miami.
La relación entre Bonds y Ozuna se ha tornado tan estrecha que en algún momento de la temporada el rey de los jonrones le prestó sus bates personales al quisqueyano para jugar.
Fue precisamente utilizando los maderos de Bonds que Ozuna llegó a tener una racha de 16 partidos consecutivos conectando por lo menos un imparable y 36 juegos seguidos llegando a base. Durante esa racha, bateó para un promedio de .399, 9 cuadrangulares y 23 producidas.
“Ahora me siento más listo que nunca”, dijo Ozuna con relación a cómo es que los consejos de Bonds le han ayudado a mejorar. “Comencé a escuchar lo que Barry tiene que decirme y he puesto en práctica todo lo que me aconseja para mejorar mi swing”.
Miami inició el martes en el segundo lugar de la División Este de la Liga Nacional, a 8.5 juegos de Washington, pero empatado con San Luis en la lucha por el segundo comodín del Viejo Circuito.
De conseguir el objetivo, los Marlins deberán celebrar el no haber mordido el anzuelo que les fue tirado en el invierno.