El uso de los números para encontrar pareja

La astrología, la lectura de las líneas de la mano o de las barajas españolas o Tarot, así como la numerología son algunas de las prácticas adivinadoras a las acude la gente acude ya sea para predecir el futuro o encontrar el amor.

Mucho se habla de las primeras práacticas mencionadas; pero poco de la numerología que, según asegura Elena Burnett —experta en resolver conflictos en las relaciones afectivas—, “es por lo general muy acertada y la recomiendo a todo el mundo que quiera saber por qué se encuentra en la situación que está actualmente o hacia dónde va con su vida tanto día a día como en el futuro por llegar”.

“La numerología es una ciencia muy antigua que permite conocerse, superarse y esclarecer muchos temas sobre el amor, y nos ayuda a entender quiénes somos en las diferentes facetas por las que pasamos en la vida y cómo podemos compaginar nuestras mejores características personales y psicológicas con la persona que más se acomode con criterios similares a los nuestros”, agrega la también experta en metafísica y la lectura del Tarot.

Y es que según dice Burnett, “a veces nos encontramos en un momento de nuestras vidas en las que nuestras prioridades están más enfocadas a conseguir una carrera, o quizás sea un momento para hacer cambios internos o buscar pareja estable.

Sea cual sea el proceso de desarrollo en el que la persona se encuentre, la experta sostiene que con “la numerología uno puede encontrar claridad sobre el camino en el que  se encuentra en un momento dado,  para evitar posibles frustraciones a niveles personales, profesionales y, ¡cómo no!, también de pareja”.

“Normalmente, cuando una persona viene a averiguar sobre su carta numerológica es porque tiene una pareja y quieren saber si hay futuro prometedor con ella”, explica. “A veces la numerologia nos muestra que la persona en cuestión tiene una tendencia demasiado independiente a lo largo de su vida en los diferentes ciclos, por los que pasará, con lo cual denota una la tendencia a querer estar a su aire, libre de ataduras. Y este seria un dato importante a la hora de buscar pareja o juntarse con alguien de esa naturaleza, si uno anda buscando alguien más hogareño”.

Cómo se práctica

La numerología considera que los seres humanos atraviesan por un ciclo de nueve años, que es repetitivo a lo largo de la vida, en el cual la persona pasa por diferentes facetas cada año, unas más productivas que otras. Es así que para ver en qué ciclo la persona se encuentra en determinado momento de su vida se suman de cierta manera los números de la fecha de nacimiento y de acuerdo con el número obtenido (del 1 al 9 y con su propio significado), “de ahí, sabremos si es un buen año para el amor”.

Como ejemplo, Burnett da a conocer los significados del número 1 y 2.

“El 1 nos habla de independencia, liderazgo y energía masculina. Es un número donde la persona quiere dedicar tiempo a sí mismo primeramente. Hacer lo que tenga que hacer sin tener que pedir ayuda. Este es un número que es muy bueno si uno quiere emprender un negocio o aventura, pero no lo recomiendo para el amor, ya que la persona estará pensando más en él o ella que hacer una vida de pareja”, describe la entrevistada.

Si el número obtenido es 2, Burnett dice que éste es más propicio para hacer cosas en pareja y colaborar en una alianza de dos. “Cuando la persona se encuentra [en el ciclo] de este número, esto denota un año donde el rol del liderazgo pasa a segundo plano y uno tiene que ser más paciente a la hora de hacer cosas tanto a nivel personal, profesional o de pareja. Se trata de trabajar en grupo y aportar cosas al unísono”, explica.

Y para saber si hay compatibilidad con la persona que se está saliendo o viviendo “habría que hacer un análisis más extenso, en el que se requieren los nombres y apellidos de ambas personas y sus fechas de nacimiento”.

“Una vez obtenida esta información uno puede hacer un cálculo exhaustivo de cada uno por separado para ver los retos, cambios y posibilidades a las que estarán expuestos y ver cómo se entrelazan sus vidas y/ o por cuánto tiempo”, concluye Burnett.