El matrimonio tradicional en EEUU está a la baja

Datos señalan que la cohabitación se incrementa mientras que la tasa de divorcios sigue a la caída

La poligamia es legal en Uganda.

La poligamia es legal en Uganda. Crédito: (Shutterstock)

La demanda de divorcio que la actriz Angelina Jolie interpuso contra el actor Brad Pitt en una corte de Los Ángeles generó de inmediato un revuelo en los medios de comunicación cuando la noticia salió a la luz pública, dejando una ola de sorpresa entre sus admiradores.

De acuerdo con los documentos presentados en la corte, la pareja Brangelina se separó el 15 de septiembre (aduciendo “diferencias irreconciliables”) después de dos años y un mes de haber contraído nupcias  (agosto de 2014), tras diez años de convivencia y el establecimiento de una familia integrada por seis hijos: tres adoptivos y tres biológicos.

El descalabro de la relación de una de las parejas íconos de Hollywood pone a saltar en la cabeza preguntas como: ¿Qué pasa hoy con la institución del matrimonio tradicional?, ¿están incrementando los divorcios y el índice de las mujeres que lo someten?, ¿cómo ven las nuevas generaciones la relación de pareja y el establecimiento de la unión matrimonial?

Indagamos las respuestas con varios expertos y esto fue lo que encontramos.

El matrimonio en la sociedad actual

“La institución del matrimonio tradicional en la sociedad actual está teniendo grandes cambios”, señala Krista Payne, analista de datos del Centro Nacional de Investigación sobre Familia y Matrimonio (NCFMR) de la Universidad Estatal Bowling Green en Ohio. “Uno de ellos es el incremento en la edad de las personas que por primera vez se están casando”.

Otro grandes cambios, y tal vez los más significativos hasta el momento, es un dramático incremento en el establecimiento de las relaciones por cohabitación y un aumento en el índice del número de adultos que nunca se han casado.

“La cohabitación se ha incrementado debido a que una porción de las nuevas generaciones la está viendo como una alternativa al matrimonio tradicional que eventualmente es formalizado, mientras que otra porción solo cohabita por cohabitar, sin necesariamente buscar una boda formal”, detalla Payne.

El incremento de la cohabitación entre las parejas actuales, que de acuerdo con los análisis estadísticos del NCFMR no es tan estable como el casamiento, es un reflejo evidente que los votos del matrimonio tradicional, el “Hasta que la muerte nos separe”,  está quedando como cosa del pasado.

“La tasa del matrimonio en 1970 era de 76.50% por 1,000 mujeres solteras de 15 años o más, y en 2014 bajó a 31.9%”, señala Payne.

Estos datos muestran que de 1970 al 2014, la tasa de matrimonios ha disminuido en casi un 60%.

Y es que como dice la Dra. Deena González, especialista en estudios de la Mujer y género y vinculada a la Universidad Loyola Marymount (LMU) en Los Ángeles, en las generaciones modernas el matrimonio ya no es una obligación sino una opción, especialmente para la mujer que en el pasado se casaba porque se tenía que casar. Era su única opción ante la sociedad para compartir la vida con un hombre.

“Hoy el matrimonio es tan solo una de entre la serie de opciones que se tienen”, resalta González. “Las parejas modernas prefieren cohabitar bajo ciertos compromisos que cumplen, y de romperse simplemente la relación se rompe y cada quien por su lado”.

Otro aspecto cambiante que se ve en la sociedad actual entre las parejas jóvenes que se casan es una percepción mucho más realista de la duración del matrimonio. “Los jóvenes ven los votos nupciales de ‘Hasta cuando la muerte nos separe’ como una meta y no como algo que tiene que cumplirse”, agrega la vicerrectora de Asuntos facultativos de la LMU.

Para el Dr. Edgar Villamarin, psicoterapista de familias, adultos, parejas y niños en el área de Los Ángeles, esto se debe a que las parejas modernas —a pesar de que establecen su convivencia basada en el amor— no están dispuestas a trabajar por ese amor cuando las preferencias y gustos del uno cambian y no quedan a tono con las del otro.

“Las parejas de hoy no son como las de nuestras madres o abuelas, que por amor o el compromiso que hicieron con los votos matrimoniales se ajustaban a los cambios normales que se dan en las personas, y en la misma relación, con el paso de los años”, ahonda Villamarin. “Las parejas de hoy tienen el amor supeditado a preferencias y gustos personales, y no son tolerantes ni se dan el tiempo para ajustarse a los cambios”.

El divorcio va en caída

Aunque las tasas promedios del divorcio en Estados Unidos son de aproximadamente 50.2% para las parejas en su primer matrimonio, del 62% para las que suman un segundo casamiento y más del 70% para quienes llegan a un tercero, lo cierto es que la tasa de la separación legal de las parejas que por primera vez contraen nupcias ha bajando significativamente en los últimos años en comparación con la de 1980, año en que se dio el pico más alto del divorcio en este país.

De acuerdo con los análisis de NCFMR,  el matrimonio promedio está durando más tiempo y los millennials se están divorciando menos debido a que cuando deciden casarse lo hacen a una edad mucho más madura (la mujer de hoy, por ejemplo, se está casando a una edad promedio de 27 años, mientras que en los 40s o 50s apenas llegaba a los 20). Además, son más selectivos al momento de escoger la pareja y lo hacen habiendo ya alcanzado muchos de sus objetivos académicos, profesionales y personales.

“No sabemos cuál va a ser a largo plazo la tendencia del divorcio entre las parejas jóvenes casadas hoy”, concluye Payne. “Todavía no tenemos suficientes datos que señalen la tendencia”.

Pero lo que sí han mostrando los datos hasta el momento es que mientras que la tasa de divorcio para las parejas jóvenes está a la baja, entre 1990 y 2012 la de las personas de 55 a 64 años creció más del doble y la de las mayores de 65 se triplicó.

Ahora la pregunta que salta a la cabeza es: ¿podría ser esta la misma tendencia para las parejas jóvenes actuales cuando sus integrantes alcancen la etapa de los años de oro?

Contrario de lo que se cree, la tasa del divorcio está también a la baja especialmente la de las parejas casadas jóvenes.
Contrario de lo que se cree, la tasa del divorcio está también a la baja especialmente la de las parejas casadas jóvenes./Shutterstock

Una mujer más segura

Aunque en la actualidad se hace más notorio el número de mujeres que interponen las peticiones de divorcio en las cortes, como lo hizo Angelina Jolie, Deena González señala que esto no es algo nuevo.

“Históricamente tanto hombres como mujeres han presentado en las cortes sus demandas de divorcio. Pero hoy son más notorias las femeninas porque se lleva un récord de todas las peticiones y se hacen públicas”, explica González.

Pero lo que sí es cierto es que a partir del movimiento feminista, que le dio a la mujer la oportunidad igualitaria de estudiar y titularse en cualquier profesión, así como ingresar a la fuerza laboral con cargos que tradicionalmente eran ocupados por hombres, hoy se tiene a una mujer más segura de dar el primer paso del divorcio sin temor de hacerse cargo de su manutención y la de sus hijos.

Sin embargo, a pesar de este avance de género, González apunta que entre las latinas todavía se tiene un amplio grupo que no tiene el poder económico como para poner fin a su matrimonio porque no podría sostener por si sola o a su familia,  ya que el salario que devenga está muy por debajo al de las afroamericanas o anglosajonas.

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