Embarazos de adolescentes latinas en su nivel más bajo
Reportes de las autoridades de Salud de la ciudad de Nueva York muestran una reducción significativa en las tasas desde el año 2000
Los embarazos no deseados entre las adolescentes latinas que residen en Nueva York se han reducido significativamente en los últimos años de acuerdo a reportes dados a conocer por el Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad (DOHMH). La agencia, que recientemente lanzó un video educativo sobre “Justicia Sexual y Reproductiva”, atribuye esta caída a los programas y esfuerzos que ha llevados a cabo junto a organizaciones y grupos comunitarios.
Los datos más recientes ofrecidos por el DOHMH muestran que las estadísticas de embarazos por cada mil latinas de 15 a 19 años en la Gran Manzana declinaron de un 132.2% en el año 2000 a 60.4% en el 2014 . En ese mismo período los embarazos no deseados entre adolescentes hispanas de 15 a 17 años bajaron de 86.1% a 33.4%.
Según el mismo reporte, el declive continuo de más de 50% en los embarazos desde 2000 se debe en gran medida a una reducción en la actividad sexual entre las adolescentes así como el aumento en el uso de anticonceptivos hormonales (píldoras).
Se estima que la proporción de estudiantes de escuela secundaria que han tenido relaciones sexuales por primera vez bajó al 26% entre 2001 y 2011 (del 50.9% al 37.8%). Entretanto, el uso de anticonceptivos hormonales entre estudiantes sexualmente activas se incrementó en 55% entre 2009 al 2011 (del 17.3% al 26.9%).
Entre los programas más efectivos puestos en marcha por el DOHMH, en asociación con otras agencias de la Ciudad, destaca la aplicación móvil “Teens in NYC APP”, lanzado en 2013, el cual es gratis para los teléfonos inteligentes que usan el sistema operativo Android y iOS de Apple. Esta aplicación permite localizar clínicas que ofrecen servicios de salud sexual y reproductiva “amigables” para adolescentes y se puede obtener información sobre métodos de control de la natalidad, incluyendo el uso del condón junto a otras técnicas (protección doble) .
De igual forma, esta aplicación móvil le enseña a los jóvenes a cómo prepararse antes de su visita a las clínicas, de manera que sepan cuales servicios de cuidado de salud pueden obtener y también les refuerza la idea de que sus cuidados de salud sexual serán completamente confidenciales.
“Muchos jóvenes no saben que tienen derecho a servicios de salud reproductiva incluyendo control de la natalidad sin la necesidad de tener el consentimiento de sus padres y que hay lugares a los que pueden ir a recibir estos servicios sin costo alguno y en donde los van a tratar con respeto. Eso lo pueden aprender llamando al 311 o usando la aplicación ‘Teens in NYC’, que es gratuita”, dijo la doctora Deborah Kaplan, asistente del comisionado de la Oficina de Salud Materna, Infantil y Reproductiva del DOHMH.
“La gente joven necesita información precisa y acceso a servicios para que puedan tomar decisiones informadas sobre lo que es mejor para ellos, ya sea control de la natalidad para prevenir embarazos o, si deciden quedar embarazadas, que tengan los recursos que necesitan para criar esos niños en un ambiente saludable”, agregó Kaplan.
Sigue la disparidad
A pesar de los grandes logros que se han alcanzado en toda la ciudad en los últimos años, aún hay gran disparidad en las estadísticas y existen comunidades en las que los índices de jóvenes que salen embarazadas antes de alcanzar la adultez y sin estar buscando un hijo intencionalmente siguen siendo muy altos. Este es el caso de las latinas, principalmente las que viven en el Sur de El Bronx.
Muchos le atribuyen esto a la pobreza, la falta de educación y la poca comunicación que sobre el tema del sexo las muchachas hispanas tienen con sus padres.
Esto lo conoce muy bien Melissa Toala, una joven de 31 años residente en el Sur de El Bronx, quien confiesa haber tenido tres abortos y quien es una madre soltera de un hijo de 11 años y una niña de tres.
“Yo salí embarazada cuando tenía 19 años y estaba en la universidad. Nunca había tenido sexo anteriormente. Terminé yendo a un centro de crisis de embarazo, porque no fui enseñada en la escuela sobre mis opciones como una persona joven. Además, al haber crecido con una madre soltera, eso era lo único que conocía y no sabía qué era tener una figura paterna en mi vida”, comentó la joven de origen ecuatoriano y puertorriqueño.
“Yo nunca tuve educación sexual. Fui a una escuela católica en el Sur de El Bronx y allí no nos dieron ese tipo de educación. Tampoco la tuve en escuela elemental y secundaria (…) Mi mamá es puertorriqueña de la vieja guardia y me decía ‘tú nos vas a tener sexo’ o ‘no hables con muchachos’. Lo único que me enseñó sobre el sexo fue ‘no lo hagas’, eso es todo. Cuando salí embarazada era la única persona de mi familia que había llegado a la universidad y habían muchas expectativas sobre mí”, dijo la joven.
Actualmente Toala es coordinadora del National Institute for Reproductive Health desde donde educa a otras jóvenes como ella sobre salud reproductiva y sexual. “Debemos entender que la gente joven está teniendo sexo y que deberíamos ser honestos acerca de eso y deberíamos darles la información correcta para que puedan tomar sus propias decisiones, y aunque un joven quiera convertirse en padre debemos apoyar sus decisiones y que tengan acceso a servicios para esas decisiones”.
El doctor George L. Askew, subdirector de la División de Salud de la Familia y Niños del DOHMH, concuerda en que uno de los problemas que siguen teniendo las adolescentes latinas que quedan embarazadas es la falta de educación, el poco acceso a recursos y el desconocimiento de que tienen opciones de acuerdo a lo que ellas decidan qué es lo mejor para ellas. Esto incluye sus derechos antes de tener sexo, el pensar en tener un hijo, o al quedar embarazada.
“Queremos que sepan todas las cosas que están disponibles para ellas. En la escuela debemos hacer todo lo posible para que los jóvenes tengan la literatura correspondiente, la información adecuada y los materiales educativos que las van a ayudar a tomar las decisiones que serán inteligentes y apropiadas para ellas”, dijo el doctor Askew.
Educación es clave
Según la doctora Kaplan, el DOHMH está trabajando en las escuelas públicas de Nueva York, junto con el Departamento de Educación (DOE), para asegurarse que la gente joven tenga acceso a educación sexual clara para que aprendan sobres sus cuerpos y a dónde acudir para recibir servicios confidentes.
“Lo más importante para la gente joven es que tenga esperanzas en su futuro, que tengan modelos a seguir para que se sientan que tienen oportunidades en la vida. Que puedan terminar la secundaria, que tengan un trabajo y que pueden moverse hacia adelante. Y si deciden que no quieren usar métodos anticonceptivos, que tengan la información adecuada para que estén en control de sus propias vidas. Eso es un reto para la gente joven”, dijo Kablan.
Según informó el DOHMH, mediante la ‘Office of School Health’, un programa en conjunto entre esa agencia y el DOE, se ofrece servicios de salud reproductiva confidencial en más de 62 centros de salud basados en escuelas públicas de la ciudad los cuales benefician a más de 90,000 estudiantes de bachillerato en vecindarios más necesitados. Otro programa es el conocido como ‘Connecting Adolescents to Comprehensive Health’ (CATCH), que llega a más de 55,560 alumnos en 40 escuelas secundarias.
Además, el DOE requiere que todas las escuelas secundarias de la Gran Manzana ofrezcan el programa ‘Condom Availability Program’, que otorga condones gratis e información de salud reproductiva por parte de personal entrenado. También, y aunque no es requerido a nivel estatal, en la ciudad el DOE recomienda a todas las escuelas intermedias y secundarias que ofrezcan dentro de sus currículos el curso de educación de salud sexual conocido como ‘Reducing the Risk”, el cual incluye información sobre VIH/Sida.
Aunado a ello, la ciudad ha hecho un gran esfuerzo difundiendo anuncios dirigidos especialmente a los adolescentes, en los autobuses, el metro, mensajes de textos, redes sociales y videos en YouTube.
Misma tendencia nacional
Las tasas de embarazos en las adolescentes en general en EEUU han caído desde 1991, lo que los expertos atribuyen a que cada vez más se usa control de la natalidad y a que los jóvenes esperan hasta tener mayor edad para mantener relaciones sexuales, según un reporte de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que abarca desde 2006 hasta 2014. Entre las hispanas la tasa cayó 51%, de 77 a 38 nacimientos por cada mil latinas de 15 a 19 años. Se estima que unos 4 millones de bebés nacieron en EEUU en 2014, de los cuales 250 mil nacieron de madres de 15 a 19 años.
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