Jóvenes en hogares de crianza ven la luz para ir a la universidad
ACS en asocio con Cuny y otras entidades, ha logrado que más jóvenes bajo su cuidado estudien en programas de educación superior
Cindy Flores tiene 21 años, y asegura que en toda su vida nunca ha sentido lo que es tener un hogar de verdad. Desde que tenía 7 años y su madrastra la trajo a Nueva York desde Honduras, ha estado por lo menos en 12 hogares de crianza, pero gracias a un programa de la Ciudad, hoy estudia ciencias políticas en Queens College. Por primera vez en su vida siente que tiene estabilidad y ve un futuro promisorio.
“Cuando cumplí la mayoría de edad ACS me dio el chance de firmar para salirme de la agencia, pero esa no era una buena opción, empezando porque ni siquiera habría tenido un lugar donde vivir y en cambio poder estudiar era una oportunidad que no podía dejar pasar”, comenta la joven, quien hoy ve la vida con más esperanza.
“Cuando estás de casa en casa con gente que no son tus padres y sientes que a muchos de ellos no les importas, te sientes sola, confundida, hay mucho drama y hasta te sientes cansada de ese tipo de vida”, agrega la estudiante. “Pero este programa te da la posibilidad de hacer una vida diferente, de ser más independiente y de vivir aquí mismo”.
Cindy es una de los más de 400 jóvenes que aún están bajo el cuidado de la Agencia de Cuidad Infantil (ACS) y que son beneficiarios de programas que la Ciudad, en asocio con otras organizaciones, promueve para que los jóvenes de hogares de crianza puedan tener acceso a educación superior, una de las metas de esa agencia.
“ACS está comprometida en asegurar que los jóvenes que están bajo nuestro cuidado tengan el apoyo que necesitan al hacer la transición a la universidad”, aseguró la comisionada de la Agencia de Cuidado Infantil (ACS), Gladys Carrión. “Actualmente menos del 5% de los jóvenes que salen de los hogares de crianza consiguen títulos en universidades de cuatro años y este es uno de los programas de apoyo universitario más completos para los jóvenes en esos hogares en la nación”, agregó la funcionaria, al referirse a un convenio entre ACS y CUNY para que varios jóvenes estudien y vivan en los campus universitarios con los costos cubiertos.
“Dentro de nuestras muchas obligaciones con estos jovencitos, tal vez ninguna sea más grande o más importante para su bienestar y felicidad a largo plazo que proporcionarles una oportunidad y el apoyo necesario para lograr un título universitario”, manifestó el presidente de la organización The New York Foundling, Bill Baccaglini, que promovió la unión de CUNY y ACS en este programa.
Por su parte, el presidente de Queens College, Félix Matos, destacó que la experiencia de educación superior brinda de paso a los jóvenes un sentido de independencia y apoyo más amplio.
“Como una institución con una distinguida historia de servicio público, Queens College está encantada de proporcionar una experiencia residencial de calidad que merecen estos jóvenes adultos quienes necesitan estabilidad para completar su educación universitaria”.
Además de la matrícula y la vivienda, el programa le da a los estudiantes recursos para cubrir sus necesidades básicas como pago de celulares, transporte, ropa, comida y libros, al igual que acceso a tutores y consejeros que ayuden a terminar satisfactoriamente sus estudios.
Kathleen Hoskins, comisionada asistente de la Oficina de Apoyo educativo y planeación de ACS, explica que el objetivo es que en los próximos años haya más estudiantes de hogares de crianza matriculados en las universidades. Ella destacó que aunque la edad para que los jóvenes salgan del sistema es 21 años, ACS tiene varios programas de cuidado y apoyo, como este, que extienden ese límite.
“Apoyamos a la gente que a través de este programa quiere continuar con su educación tradicional y tener la experiencia de la universidad, que además les proporciona un sentido de estabilidad económica y de vivienda”, dijo. “En Nueva York tenemos mejores resultados que el promedio nacional, pues el 15% de los jóvenes llegan a la universidad y en el país esos números son del 3%”, agregó la funcionaria, explicando que otros adolescentes se suman a otro tipo de programas como educación vocacional y también oportunidades laborales con el apoyo de ACS.
“Es importante que los estudiantes entiendan que es posible cumplir este sueño, pues muchos piensan que la universidad no es una opción para ellos por razones financieras, pero les mostramos que el sueño puede ser realidad”, aseguró. “Les puedo decir que sí se puede cumplir y sin ningún costo, depende en qué programa quieren participar”.
Y para garantizar que los jóvenes de hogares de crianza puedan aprovechar las opciones de educación superior, el Departamento de Educación trabaja junto a ACS en las escuelas, como parte del programa “Acceso a la universidad para todos”, del alcalde de Blasio, que espera que en el año escolar 2018-2019 todos los estudiantes terminen secundaria con un plan universitario individual.
Otros programas del estado y la Ciudad como “SEEK” y “College Discovery”, promueven tutorías y consejería para estudiantes en hogares de crianza para aumentar su acceso a la universidad, ya que en el estado de Nueva York solo entre el 18 y el 24% de estos jóvenes inician estudios superiores antes de salirse del sistema.
El dominicano Édgar Núñez Aguero, de 20 años, quien desde los 17 está bajo en cuidado de ACS, es otro de los jóvenes que se ha beneficiado de los programas de educación superior y asegura que gracias a ello, no solo estudia artes liberales en Queens College sino que pudo dejar atrás la vida turbulenta que debió soportar en su adolescencia.
“Yo no pude seguir viviendo con mi papá, y de él no quiero volver a saber nunca más. Por eso me fui de la casa, pero ACS me agarró y he vivido con cuatro familias”, comentó. “Ahora estudiando aquí me siento independiente y creo que si no me tuerzo voy a poder estar bien, montar un negocio y volver a estar con mi mamá que vive en República Dominicana. Si no fuera por este programa no tendría el dinero para estudiar”, dijo el joven, admitiendo que sin el apoyo económico que le proporciona el programa el panorama es poco claro para otros jóvenes que viven en hogares de crianza.
Y es que datos de ACS revelan que un gran porcentaje de quienes solicitan fondos de ayuda financiera como el programa “Education and Training Voucher (ETV)”, que da hasta $5,000 anuales a jóvenes que viven en estos hogares, tienen problemas para sostenerse y abandonan sus estudios.
Asimismo, de los estudiantes universitarios provenientes de hogares de crianza, solo la tercera parte vive en campus educativos y un alto promedio que recibe ayudas económicas de $10,949 anuales del gobierno federal y el programa de asistencia de matrículas del estado de Nueva York (TAP), no logra cubrir sus gastos y no termina la universidad.
Algunas de las instituciones a las que asisten los jóvenes bajo el cuidado de ACS además de Queens College son Queensborough Community College, John Jay College, LaGuardia Community College, New York City College of Technology, Medgar Evers College, Borough of Manhattan Community College, Hunter College, Baruch College y College of Staten Island.
Datos de hogares de crianza de ACS
- En total 8,884 niños y jóvenes están bajo el sistema de hogares de crianza de ACS.
- 30% de estos niños y adolescentes son hispanos
- Más del 50% son afroamericanos
- 416 jóvenes están en programas universitarios
- 233 estudian en instituciones educativas de CUNY
- 188 cursan estudios superiores en otras instituciones
- 362 jóvenes bajo el cuidado de ACS están actualmente en grado 12.
- ACS espera que el 70% de ellos se gradúe el próximo verano
- En este otoño 51 nuevos estudiantes se sumaron al programa de educación en CUNY, que incluye vivienda en sus campus, alimentación, matrícula y transporte.
- 40 jóvenes viven y estudian en Queens College
- 11 jóvenes comenzaron sus estudios en el College of Staten Island
- La Ciudad invirtió 1.7 millón dólares en esta iniciativa
- En la ciudad de Nueva York solo el 15% de los jóvenes que viven en hogares de crianza llega a la universidad.
- En el estado esa cifra es de entre 18 y 24%.
- Aunque la edad para que los jóvenes salgan del sistema de cuidado de ACS es 21 años, esa agencia tiene varios programas que extienden ese límite.