Obama deja su huella en Cuba y tareas pendientes en México y Centroamérica

El legado de Obama en las relaciones entre Estados Unidos y los países de América Latina

WASHINGTON.- El presidente Barack Obama dejará la Casa Blanca en cuestión de semanas con un saldo positivo en su política de acercamiento con América Latina, pero también con una lista de tareas pendientes en México y Centroamérica.

En abril de 2009, durante su primera Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, Obama prometió que su gobierno no dictaría políticas a los países de la región sino que los trataría como “socios iguales” y con base en el “respeto mutuo”.

Entonces, la máxima prioridad de Obama era corregir el rumbo de una economía en colapso, pero su política de acercamiento marcó un giro fundamental en la política exterior de EEUU, con su promesa de tender puentes incluso con países hostiles.

Un repaso a los logros en la región da cuenta de un mayor intercambio comercial, cultural y económico entre EEUU y América Latina, que mantiene lazos con buena parte de los 57 millones de hispanos en este país.

Dada la cercanía geográfica, las políticas de Obama respecto a la lucha antidrogas, el control de armas, y las deportaciones masivas, tienen inmediatas repercusiones al sur del Río Bravo.

Cuba

Aunque su gobierno puso mayor énfasis en Asia y el Medio Oriente, el restablecimiento de las relaciones entre EEUU y Cuba, después de medio siglo de aislamiento en el marco de la Guerra Fría, fue uno de los logros más trascendentales en la región.

El 17 de diciembre de 2014, Obama anunció el “deshielo” entre Washington y La Habana, desatando la flexibilización de viajes, remesas, intercambios académicos y culturales, mayor cooperación científica y policial, y ciertas actividades comerciales en la isla, entre otros logros.

En abril de 2015, durante la séptima Cumbre de las Américas en Panamá, Obama y el presidente cubano, Raúl Castro, se reunieron en privado por una hora.

Tres meses después, en julio, ambos países reabrieron sus respectivas embajadas en Washington y La Habana, y el pasado 20 de marzo, Obama visitó Cuba, en la que fue la primera visita de un mandatario estadounidense a la isla desde la que hizo Calvin Coolidge en 1928.

Obama acaba de realizar una histórica visita a Cuba.
El presidente Barack Obama y el líder cubano Raúl Castro. Archivo

Esa gira, en la que Obama se reunió de nuevo con Raúl Castro, incluyó un viaje a la Argentina, donde sostuvo un encuentro con el nuevo presidente, Mauricio Macri.

En vísperas del segundo aniversario del anuncio del deshielo, el principal asesor político de Obama, Ben Rhodes, afirmó hoy que la apertura hacia Cuba también eliminó un foco de tensión hacia EEUU, y la esperanza es que la entrante Administración Trump no revierta el progreso de los últimos 18 meses.

“Creo que hemos transformado la naturaleza de la implicación de EEUU en América Latina, y que la apertura hacia Cuba ha sido la principal razón”, dijo.

El gobierno de Obama se congratula de que, comparado con 2009, cuando había una “ola chavista ascendente”, la región ahora tiene una tendencia más democrática y más potencial para la prosperidad.  Además, EEUU tiene mejores relaciones con Argentina, y ahora goza de una mayor tasa de aprobación en la zona, agregó Rhodes.

“Obama abrió un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales que han beneficiado a ambos pueblos, y esperamos que el presidente electo, Donald Trump, como empresario, lo reconozca y vea que ningún negocio puede continuar una política que falló durante 55 años”, dijo James Williams, presidente de “Engage Cuba”.

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México y Centroamérica

EEUU estrechó los lazos de cooperación con México en la lucha antinarcóticos y por la seguridad ciudadana a través de la “Iniciativa Mérida” y, cambiando de tono, admitió abiertamente su parte de culpa en la narcoviolencia en ese país, debido a la demanda de drogas.

El presidente Barack Obama estrecha la mano con el presidente electo de México, Enrique Pena Nieto, antes de su reunión en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, el martes 27 de noviembre de 2012. Archivo
El presidente Barack Obama estrecha la mano con el presidente electo de México, Enrique Pena Nieto, antes de su reunión en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, el martes 27 de noviembre de 2012. Archivo

Sin embargo, Obama no pudo cumplir su promesa de una reforma migratoria integral, una meta compartida por México, de donde procede la mayoría de la población indocumentada en EEUU.

Pero, según observadores, lo más notable de su política respecto a México es lo que no hizo: no impuso un nuevo modelo anticrimen; no marginó a México pese a los escándalos de Ayotzinapa y Tlatlaya,  y no lo excluyó del acuerdo comercial de la Alianza Transpacífico (TPP).

Por otra parte, en respuesta a la “crisis humanitaria” en la frontera sur en 2014, con la llegada de miles de niños indocumentados no acompañados de los países del “Triángulo del Norte” –Guatemala, El Salvador y Honduras-, la Administración Obama desveló un nuevo plan para ayudar a Centroamérica a combatir la violencia y la falta de oportunidades económicas, que alimentan esa emigración ilegal hacia el Norte.

Pero, según Maureen Meyer, de la Oficina de Washington para América Latina, un fallo de la Administración ha sido, sin duda, “la retención de mujeres y niños que buscan asilo, en centros de detención, que ha tenido efectos nocivos para su salud física y mental”.

“ha conllevado a un aumento de abusos y violaciones de los derechos humanos”, enfatizó Meyer.

Colombia

La Administración Obama pone en su columna de logros el acuerdo de paz que el gobierno de Colombia suscribió recientemente con las guerrilleras Fuerzas Armadas de Colombia (FARC), tras un proceso de negociaciones mediadas por La Habana y con el apoyo de EEUU.

Colombianos en Cali marchan por la paz. EFE
Colombianos en Cali marchan por la paz. EFE

Aunque polémico, y refrendado en su segunda versión por el Congreso colombiano tras el fracaso de un plebiscito el pasado 2 de octubre, el acuerdo pone fin al conflicto armado más prolongado de América Latina.

La espina de Venezuela

Para EEUU,  una de las áreas de preocupación sigue siendo la erosión de la democracia  y el colapso económico en Venezuela, y “la necesidad de un diálogo” entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, explicó Rhodes.

Los críticos de la Administración Obama, principalmente de la derecha, le reprochan que su política hacia Cuba solo ha premiado a un régimen que oprime a la disidencia, viola los derechos humanos, y no garantiza una apertura política.

También señalan que ha permitido que China gane terreno en la región, donde ha aumentado su comercio de $12,000 millones en 2000 a más de $275,000 millones en 2013.

Durante el mandato de Obama, la región sufrió retrocesos, como el golpe de estado en Honduras en 2009, o el destape en 2013 del espionaje de EEUU al gobierno de Brasil.

Pero, viéndose al espejo y tomando en cuenta los retos a la democracia y la seguridad ciudadana, Obama se muestra satisfecho de haber construido el andamiaje para consolidar los logros en la región.

Ahora dependerá del Congreso y de la Administración Trump resolver asuntos como el levantamiento del embargo contra Cuba y la aprobación de una reforma migratoria, dos asuntos que gozan de alta popularidad en la región.

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