Grupos cívicos y maestros tratan de hundir confirmación de DeVos como secretaria de Educación
Aumenta la movilización en contra de la nominada por el presidente Trump
WASHINGTON.- En víspera de un voto definitivo en el Senado, una vasta coalición de grupos cívicos y sindicatos de maestros encabeza una campaña para torpedear la confirmación de la millonaria Betsy DeVos como secretaria de Educación.
La votación está prevista para mañana por la tarde, después de que el Senado aprobó una medida que limitó el debate para así avanzar hacia la posible confirmación de DeVos, una multimillonaria de Michigan sin experiencia en la educación pública.
Pero los sindicatos de maestros y grupos progresistas afines llevan varias semanas de protestas callejeras, y una campaña de oposición a través de las redes sociales, cartas, llamadas telefónicas y correos telefónicos a los miembros del Senado, por considerar que DeVos no es apta para el cargo y sólo agravará la situación de la educación pública en EEUU.
Si la campaña logra su objetivo, DeVos sería la primera de los nominados a un Gabinete presidencial en ser rechazada por el Senado en 28 años, pero la Administración Trump hace lo propio por conseguir su confirmación.
Al empezar su tercera semana, Trump solo ha logrado la confirmación de cuatro miembros de su Gabinete, de un total de 15 titulares de agencias federales. Esto sin contar los más de 117 puestos vacantes en tribunales federales en todo el país.
Aunque DeVos tiene el apoyo de al menos 20 gobernadores y varios grupos privados, no tiene la vía libre: de los 52 republicanos en el Senado, las senadoras Lisa Murkowski, de Alaska, y Susan Collins, de Maine, ya han dicho que votarán en su contra.
Como se requiere una mayoría simple, es decir 51, la Administración Trump no puede darse el lujo de perder más votos.
Si el cómputo de votos se mantiene en 50-50, entonces el vicepresidente, Mike Pence, como presidente del Senado, tendría que acudir al Capitolio a romper el empate.
El mayor sindicato de maestros, la Asociación Nacional de Educación (NEA), ha movilizado en el último mes a centenares de miles de sus miembros, con un total de más de 80,000 llamadas telefónicas y más de un millón de correos electrónicos al Senado.
La presidenta de la NEA, Lily Eskelsen García, considera que DeVos es una mala opción para el cargo y, hasta ahora, no ha demostrado un compromiso con el fortalecimiento de la educación pública.
You are making a difference! Keep telling your senators DeVos is wrong for our kids. Call 1-855-882-6229 or email https://t.co/aij0camrN4
— Lily Eskelsen García (@LilytheTeacher) January 31, 2017
Pero la oposición a DeVos también viene de otros rincones: a la campaña en las redes sociales se han sumado padres de familia, grupos feministas, defensores de los derechos civiles, grupos estudiantiles, centros académicos, grupos religiosos, comediantes y artistas.
La queja de estos grupos es que DeVos carece de un buen entendimiento de cómo funciona el sistema escolar público -apoya ceder el control de las leyes escolares federales a los distritos y estados-, y sus propuestas podrían tener un impacto negativo en los más de 50 millones de estudiantes inscritos en 100,000 escuelas públicas en todo EEUU.
Su idea de que las escuelas en zonas silvestres tengan armas para defenderse de osos generó burlas en las redes sociales.
DeVos apoya que los fondos públicos sean desviados a escuelas “chárter”, que son administradas por empresas privadas. El problema es que no todas zonas rurales tienen acceso a esas escuelas, y lo que se requiere, según activistas, es más recursos para las escuelas públicas.
Como titular de Educación, DeVos tendrá entre sus tareas el cumplimiento de la nueva reforma educativa, conocida por su sigla en inglés “ESSA” (“Every Student Succeeds Act”), de las leyes que garantizan un trato equitativo en las aulas, y de los programas para mejorar el rendimiento académico en escuelas en zonas marginadas.
Aún si DeVos se salva y logra la confirmación por líneas partidistas, tomaría las riendas del Departamento de Educación en clara desventaja, y con el reto de tender puentes con los grupos que necesitará para implementar su visión y sus planes educativos.
En ese sentido, Peter Cunningham, director ejecutivo de “Education Post” y exfuncionario de Educación bajo la Administración Obama entre 2009 y 2012, cree que, en vez de entrar con tijeras en mano para revertir medidas, DeVos debe convocar reuniones con superintendentes y demás autoridades escolares en todo el país.
En la actualidad, cerca del 90% de la población estudiantil asiste a escuelas públicas, y es una realidad económica que no cambiará aún si DeVos promueve la “opción” de las escuelas chárter o privadas, que sólo atienden al 6% de los estudiantes en EEUU, según activistas.