Una policía hispana causa furor en Instagram
Samantha Sepúlveda tiene más de 230,000 fans en Instragram, pero su faceta de modelo no la distrae de su gran responsabilidad
Con apenas tres años modelando, Samantha Sepúlveda tiene más de 230,000 seguidores en Instragram (@SammySep) y la atención de los medios por ser considerada la “policía más sexy” de la Gran Manzana.
Pero más allá de su belleza física, esta dominicana también muestra gran valentía como uniformada en Long Island, una carrera que acarrea altos riesgos.
Vestida con un traje de flores rojo, Sepúlveda habló con El Diario sobre la simbiosis de sus dos carreras: “La fuerza y la sensualidad son la misma cosa dependiendo de cómo uno lo usa”.
La mujer de 33 años asegura que en su trabajo en la Uniformada solamente usa su poder mental y físico. “Nunca trato de usar la sensualidad porque es imposible en ese uniforme”, dijo riéndose.
Sorprendentemente, la oficial de Long Island nunca se imaginó ejercer en ninguno de estas carreras cuando era una jovencita.
“Lo único que yo quería hacer cuando era niña era hacer algo que ayudara a mi familia”, expresó.
A los cinco años, Samantha se mudó desde Santo Domingo a la ciudad de Nueva York, y esa fue la primera vez que sintió el frío de invierno y comió manzanas rojas, lo cual no había probado en la República Dominicana.
Su madre, quien ella describió como uno de los ejemplos más importantes de su vida, trabajó limpiando casas y en fábricas con lo cual proveía comida y techo a ella y su hermana. “Ella siempre ha sido la madre y padre más fuerte”, dijo la oficial, explicando que sus padres se separaron unos años después que se mudaron.
El dinero no daba para que Sepúlveda participara de actividades extracurriculares, así que a los 12 años comenzó a trabajar entregando folletos para un restaurante chino. Desde entonces aprovechó cualquier oportunidad de empleo disponible en restaurantes, tiendas, delis y otros negocios.
A la vez, Sepúlveda se destacó como jugadora de lacrosse, un deporte cuyo objetivo es meter goles como el fútbol pero con palos que tienen una malla y una pelota más pequeña. Ella describió a sus entrenadoras como otras de sus grandes influencias ya que la guiaron a un camino sano mientras sus amigos estaban yendo a la cárcel o quedando embarazadas.
Además, algo que también les agradece es que la llevaban a los juegos ya que su madre no tenía auto. “Creo que eso prendió un fuego adentro de mí. Si yo puedo ayudar a alguien sin esperar que me ayude de vuelta, eso me da pura alegría”, expresó.
Sepúlveda pensó ser abogada o doctora, pero acabó estudiando negocios en la Universidad de Massachusetts Amherst donde obtuvo una beca por lacrosse.
Luego hizo su maestría en administración de negocios en Hofstra University en Long Island. Se graduó al mismo tiempo que el mercado se desplomó y decidió que sería más feliz como una servidora pública que trabajando en un cubículo todo el día.
No fue hasta que cumplió 28 años que comenzó a apreciar su cuerpo, y entonces empezó a modelar. “Ser modelo me ayuda a aprender cómo ser más fuerte conmigo misma. Ser policía me ayuda a ser más fuerte con el mundo exterior, porque todo los días debo lidiar con gente que conozco que están en crisis”, expresó.
Y aunque ha enfrentado situaciones difíciles, asegura que después de siete años en la Uniformada todavía no ha perdido fe en las personas. “Todo el mundo es bueno pero están malentendidos”. Por esta forma de pensar, es que cree muy en serio en conectarse a la comunidad que le sirve para crear otra imagen del Policía.
Sus otras facetas
Además de ser modelo y oficial, Sepúlveda es CFO de Apple Orchard Investment, una compañía que instalará plantas eléctricas en Tailandia usando materiales de los basureros para crear.
También está escribiendo su primer libro titulado “American Beauty” o “Belleza Americana”, el cual da motivación a los jóvenes. El lema será que “todo es posible pero uno tiene que creer en sí mismo”. Ella usa el ejemplo de cómo le dijeron que era muy bajita para modelar en la pasarela o ser policía, y muy latina para estudiar finanzas, pero lo logró porque ella misma se motivó.
Su objetivo final es crear una fundación que le ofrezca recursos a jóvenes que como ella necesitaban mentores para guiarlos y ayudar en su desarrollo mientras sus padres trabajaban.
Aunque se encuentra con situaciones difíciles, después de siete años en la Uniformada todavía no ha perdido fe en las personas. “Todo el mundo es bueno pero están malentendidos”. Ella toma muy en serio conectar con la comunidad que le sirve para crear otra imagen del policía.
Sepúlveda varias veces en la entrevista habló sobre el efecto de dominó, como un acto de bondad se multiplica a través de las personas.