Trump firma orden ejecutiva para desmantelar legado de Obama contra cambio climático
Aplaudida por los republicanos, la orden ejecutiva afronta el escepticismo de expertos que dudan que ésta restablezca empleos en el sector minero
WASHINGTON.- En su lucha por desmantelar el legado de la Administración Obama en materia ambiental, el presidente Donald Trump firmó este martes una orden ejecutiva que, según prometió, inicia “una nueva era”, fomentará la independencia energética de EEUU y restablecerá empleos en las minas.
“La acción que estoy tomando hoy eliminará los excesos federales y permitirá que nuestros trabajadores prosperen, compitan y tengan éxito en una cancha nivelada por primera vez en mucho tiempo… ¿Saben lo que esto dice, cierto? Que van a volver a trabajar”, dijo Trump, flanqueado por mineros en una ceremonia en la Agencia para la Protección Ambiental (EPA, en inglés).
El documento instruye a la EPA a iniciar el proceso para anular el “Plan de Energía Limpia” (“Clean Power Plan”), una pieza clave de la política de la Administración Obama contra el calentamiento global, y permite la exploración de carbón en terrenos públicos.
La orden ejecutiva no hace mención alguna de los compromisos de EEUU bajo el llamado “Acuerdo de París” de 2015 de reducir la contaminación ambiental, pero los expertos advierten que es muy probable que este país no cumpla sus metas contra el calentamiento global.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, aplaudió la orden ejecutiva por considerar que ésta fomentará el crecimiento económico, no la “descarga de regulaciones” adoptadas por el entonces presidente Barack Obama que “debilitaron a la industria energética de EEUU”.
A su juicio, esta medida “ayudará a los trabajadores del sector energético de EEUU a revertir buena parte del daño” y conducirá a la anulación del “Plan de Energía Limpia” que afectó a las zonas productoras de carbón y fue bloqueado en los tribunales.
“Estamos comprometidos con la anulación de regulaciones que perjudican los empleos y aumentan el costo de la energía”, dijo Ryan, al anunciar que la Cámara Baja someterá a voto esta semana una iniciativa para que las regulaciones ambientales “se fundamenten en la ciencia”.
Oposición de todas partes
Pero la orden ejecutiva, que la Casa Blanca “vende” como una herramienta para la independencia energética y el desarrollo económico, se topó de inmediato con el escepticismo de expertos, y la oposición de demócratas y decenas de grupos cívicos y ecologistas, que la calificaron como una enorme marcha atrás en la lucha contra la contaminación ambiental.
Varios activistas latinos señalaron que, en general, los hispanos sufren más agudamente los efectos del cambio climático porque viven o trabajan en zonas con mayor exposición a contaminantes, y todo eso lo pagan con su salud.
El 55% de los latinos, además, viven en tres estados ya afectados por el cambio climático, demostrado, según activistas, en la histórica sequía en California, las altas temperaturas en Texas, y las inundaciones en Florida.
El director ejecutivo de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), Brent Wilkes, advirtió que la firmada hoy reducirá los esfuerzos contra el cambio climático y “demuestra que esta Administración no cesará de anteponer los intereses de los grandes negocios sobre los del pueblo estadounidense”.
El “asalto” contra el medio ambiente comenzó con la designación de Scott Pruitt al frente de la Agencia para la Protección Ambiental (EPA), que ahora tendrá menos capacidad para proteger el aire y los recursos naturales, según Wilkes.
En ese sentido, Adrianna Quintero, directora ejecutiva de “Voces Verdes”, dijo a la prensa que Trump debe proteger al ciudadano de a pie, “no los intereses de las grandes petroleras”.
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Otro grupos como el Sierra Club y “Public Citizen” también se pronunciaron contra la orden ejecutiva.
John H. Reichman, del Comité Ambiental de la organización ecologista “BlueWaveNJ”, advirtió de que la orden ejecutiva “extrema el riesgo del planeta” y no va a beneficiar a 60,000 mineros, como alega la Casa Blanca, porque esos empleos se perdieron por nuevas tecnologías y las fuerzas del mercado.
Su grupo, junto a otros, ha programado una “Marcha del Pueblo” para la protección ambiental el próximo 29 de abril en la capital estadounidense.