La gentrificación atrae negocios pero no más oportunidades
La llegada de más actividad económica al norte de Manhattan y Brooklyn no abre más puertas a las minorías
La primera ola de gentrificación la protagonizaron los dueños de casas e inquilinos que huían de mensualidades imposibles en la mayor parte de Manhattan y vieron en el norte de la isla y la pintoresca Brooklyn una alternativa atractiva. La segunda ola ha seguido rápidamente a la primera. Pequeños y grandes negocios están llegando a estos barrios de la ciudad que durante décadas han sido el hogar de minorías y familias de bajos ingresos. No obstante, y según las cifras del contralor de la ciudad, Scott Stringer, la mayor actividad económica no se distribuye equilibradamente y está eludiendo a minorías y jóvenes.
Starbucks en Jamaica, Queens, pancakes de quinoa y café con leche de soja en Bed Stuy al lado de pequeños estudios de yoga, restaurantes con brunch y mimosas todo el fin de semana en Harlem. El paisaje comercial de la ciudad está cambiando al ritmo que marca el gusto y las necesidades de la gentrificación de muchos de sus barrios. Entre 2000 y 2015 el número de negocios en la ciudad pasó de 203,698 a 237,198 pero la mayor parte del crecimiento de estos no ha sido en el centro o bajo Manhattan, el escaparate internacional de la ciudad, sino en los que se están operando estos cambios sociales.
Según las cifras que este martes presentó Stringer, el porcentaje de negocios localizados en el bajo Manhattan, el distrito financiero y Midtown pasó del 39% al 31% en los primeros 15 años del siglo XXI. Mientras tanto, en los 22 barrios conocidos por albergar a comunidades de bajos ingresos y ser rápidamente gentrificadas, el establecimiento de negocios ha crecido un 41% en este mismo periodo, en un ritmo muy superior al 12% de aumento de actividad económica en los 33 vecindarios donde viven quienes mayores ingresos tienen.
Los mayores incrementos de crecimiento de negocios se han producido en Harlem Central (90%), Crown Heights y Prospect Heights, Prospect Lefferts y Wingate además de Greenpoint y Williamsburg.
Es de esperar que estos números incluso pudieran ser más llamativos aún si se contabilizaran 2016 y lo que va de 2017 ya que se están cerrando muchos comercios en áreas de Manhattan debido a la crisis de la venta al por menor y los altos alquileres comerciales.
Hoteles (que se están multiplicando en las calles del centro de Brooklyn) y restaurantes además de servicios profesionales, empresas artísticas de entretenimiento, educación e información son los negocios que más se están multiplicando en las áreas en proceso de gentrificación. Son negocios que traen trabajos e ingresos a las zonas donde se establecen pero Stringer afirma que estos beneficios no están siendo distribuidos de una forma equilibrada.
En estas zonas gentrificadas el 21% de los negros y los latinos jóvenes ni estudia ni trabaja, un porcentaje que se rebaja a la mitad en el caso de los blancos. El 10% de los negros y el 9% de los latinos adultos están desempleados frente al 3% de los blancos. El estudio de la Contraloría revela que en 2015 el desempleo en esas áreas gentrificadas era más elevado que en el conjunto de la ciudad, que había superado la recesión. “En esos vecindarios las disparidades están relacionadas a las disparidades raciales y étnicas”, se explica en una publicación que reconoce, sin embargo, una mejora en las condiciones de los latinos.
Los negocios de minorías latinas, negras o asiáticas tampoco han podido capitalizar esta distribución de la riqueza a más zonas de Nueva York. Aunque estás empresas no han hecho más que crecer en todos los barrios, ni el empleo que crean ni sus ingresos por ventas logran emular el resto de las empresas. Según la Contraloría, las minorías controlan el 34% de los negocios de la ciudad con empleados pero solo logran el 16% de la facturación total. Es más los negocios de la minoría negra están siendo desplazados y NYC es una de las tres grandes ciudades del país que ha visto cómo ha disminuido el peso empresarial de estos.
Para asegurar que la gentrificación llega a todas las esquinas de los barrios que pasan por este proceso el Contralor recomienda que se creen redes de coordinación local para asegurar que se refuerza la conexión entre los negocios locales y los residentes y se coordinan esfuerzos para contratar localmente, encontrar oportunidades de trabajo y proveer del entrenamiento necesario para que haya más movimiento laboral en esas zonas.
Además el Contralor quiere que se asista tanto a los neoyorquinos que buscan trabajo como a los negocios tradicionales familiares que precisan de ayuda para establecer un plan de sucesión. En el área metropolitana casi la mitad de los dueños de los negocios tienen más de 55 años y su jubilación equivale en muchos casos al cierre. En el capítulo de ayudas, también se sugiere que se ayude a los solopreneurs (negocios unipersonales) a crecer para crear más empleo y riqueza.
Otra de las soluciones, quizá la más polémica, es ayudar a los empresarios a acceder a locales comerciales en corredores con locales vacantes y con rentas subsidiadas a corto plazo.