De cómo Melania (y no Ivanka) Trump se ha convertido en la preferida de los estadounidenses
En EEUU se ve a la Primera Dama como una verdadera compañera del presidente
En algunos casos, 100 días son suficientes para que la mayoría en un país cambie de opinión respecto a una persona o tema concreto, y las mujeres que rodean al presidente de Estados Unidos, Melania e Ivanka Trump, son un claro ejemplo de este fenómeno.
Parece que fue ayer cuando la Primera Dama era duramente criticada por “tomar prestadas” varias partes de un discurso de su predecesora, Michelle Obama, mientras que la hija del máximo mandatario del país era presentada como una joven tranquila y con estilo que podía contrarrestar la forma de ser impulsiva de su padre.
Hoy, sin embargo, la situación es muy distinta: Ivanka está siendo muy criticada por no saber separar sus negocios de su carrera como asesora de la Casa Blanca, mientras que Melania se ha mostrado como una persona sorprendentemente calmada que compensa el carácter transgresor y provocativo de Donald Trump.
Nadie había imaginado que las cosas sucederían de este modo; de hecho, durante la campaña presidencial, todos los medios daban por sentado que, aunque la esposa del presidente sería la Primera Dama a ojos del mundo, Ivanka se convertiría en la mujer más poderosa de la Casa Blanca.
Curiosamente, mientras que la ética de la joven emprendedora era puesta en duda después de que se descubriera que su empresa había conseguido tres marcas chinas el mismo día en que cenó con el líder del país asiático, la opinión pública aplaudía a Melania por recordar a su esposo que debía colocar su mano sobre el corazón mientras sonaba el himno estadounidense.
Otra gran victoria para la Primera Dama fueron, según The Daily Beast, las disculpas que recibió, junto a compensación económica, por parte de The Daily Mail, que el 20 de agosto de 2016 había publicado un artículo cuestionando su trabajo como modelo y sugiriendo que habría ejercido la prostitución durante algunos años.
Asimismo, cuando se filtraron varias fotos de Melania Trump desnuda, miles de mujeres que odiaban a su marido no dudaron en defenderla, asegurando que la difusión de las imágenes era un acto sexista que no podía ser tolerado en la política nacional.
Ni siquiera las recientes declaraciones de Ivanka defendiendo a su padre en un panel internacional de mujeres emprendedoras en Alemania pueden cambiar el hecho de que, a día de hoy, los estadounidenses prefieren a la Primera Dama por encima de la “Primera Hija” y sus negocios, que ya han sido boicoteados por varias compañías.
Al fin y al cabo, ¿quién no sentiría empatía hacia Melania Trump después de ver las fotos en las que aparece con su marido? Nadie ve en la mujer del presidente a una persona con una vida perfecta, sino que su cara refleja lo que todo el mundo haría en su lugar: intentar sobrevivir.