Tras amenazas, periodista de Sinaloa trabaja escoltado por seis
Juan Manuel Partida denunció amenazas de muerte en uno de los estados más violentos de México
MÉXICO.- Juan Manuel Partida tiene miedo porque en los últimos días lo amenazaron como nunca en 38 años de ser periodista en Culiacán, donde ha sido jefe de información editorial, jefe de producción, reportero, columnista y presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa. “Me dicen que soy el siguiente”.
El anterior fue Javier Valdez, fundador del semanario local RíoDoce y cronista del narcotráfico en la tierra natal de Joaquín “El Chapo” Guzmán a mediados de mayo y, según informaron a Partida, ¡hay una lista que encabeza nada más y nada menos que él mismo!
La amenaza llegó a través de un testigo del crimen de Valdez que ya declaró ante la fiscalía local y ante la Procuraduría General de la República (PGR) con ayuda de Partida, según cuenta en entrevista con este diario.
El informante lo contactó a través de las redes sociales, de Facebook, la madrugada de un lunes, y le pidió ayuda para acercarse a las autoridades para darles la información de los presuntos asesinos intelectuales: nombres, direcciones, teléfonos.
El periodista, autor de la columna Altoparlante -que se publica en el Sol de Sinaloa- habló con el fiscal sinaloense Juan José Ríos Estavillo para abrir camino al testigo, quien declaró el martes siguiente desde las 5:00 de la tarde hasta las 11 de la noche también para la PGR.
Cuando concluyó su declaración el agente del ministerio público federal que encabezó las declaraciones dijo a Partida: “Una de dos: o está diciendo toda la verdad o es un cabrón que arma muy bien las mentiras, pero yo creo que es un testimonio sólido”.
Partida respiró durante unas horas, pero conforme han pasado los días, la idea de que el mismo testigo aseguró que los asesinos lo tienen a él como el siguiente comunicador indeseado no lo deja en paz a pesar de que está actualmente escoltado por cuatro agentes de día y dos de noche.
“Esto es inédito, incómodo y yo me siento a disgusto porque ni siquiera sé si realmente los necesito: aparentemente todo está tranquilo, yo no veo que algo extraño pase al mi alrededor, pero uno nunca sabe y menos aún cuando todos sabeos que el problema principal es la impunidad absoluta”.
En lo que va del año, seis periodistas han sido asesinados en México y en ninguno de los casos se ha logrado dar con los asesinos, ni materiales, ni intelectuales. “Los colegas vivimos una sensación de terror”, afirma.
El gremio periodístico de Sinaloa, a diferencia de estados del Este del país como Veracruz y Tamaulipas, trabajan con mayor apertura información relacionada al crimen organizado (Valdez escribió siete libros en los que describía al Cártel de Sinaloa), sin embargo, en los últimos meses, afirman sentirse más amenazados.
“Ahora por este incidente a mi me están protegiendo, pero la mayoría de los compañeros se han visto obligados a la autoprotección y la justicia va tan lenta: no entiendo porque no avanza la investigación si ya les llevé un testigo que, según sus propias palabras, es sólido”.