Estrella de la NBA no puede regresar a su país por ser considerado terrorista
Enes Kanter, pivote de Oklahoma, hace dos años que no puede ir a Turquía; escapó de Indonesia, fue detenido en Rumania y enviado a los Estados Unidos
Parece imposible imaginar que sucedan algunas cosas, como por ejemplo, que alguien se manifieste públicamente en desacuerdo con el gobierno de turno y eso provoque una ola de reacciones tales como pedir una orden de detención y declararlo terrorista. Eso sucedió con Enes Kanter, el pivote turco que juega en Oklahoma City Thunder.
Se expresó en contra del presidente Recep Tayyip Erdogan y desde allí su vida se transformó en un verdadero infierno. “La última vez que hablé con mi familia fue hace como hace dos años. Ahora no puedo hacerlo, porque sino los encarcelan. Tampoco puedo hablarles a mis amigos turcos, porque los llevarían a prisión y si eso sucediese me sentiría terrible”, explicó Kanter.
Hace un tiempo, durante una conferencia de prensa en Nueva York, Kanter se refirió a Erdogan como el “Hitler de nuestro siglo” y anunció el pedido de nacionalidad estadounidense. Desde allí todo se volvió más intenso. Tanto que el gobierno turco acaba de comunicar que fue expedida una orden de detención para el jugador. Incluso, según una orden de la Fiscalía de Estambul, Kanter está acusado de “pertenecer a una organización terrorista”.
En un periódico afín al gobierno de Turquía, The Daily Sabah, aseguran que Kanter es un seguidor de Fethullah Gulen, líder espiritual musulmán del Movimiento Gulen, que a su vez fue acusado de ser uno de los responsables del intento de golpe de estado que intentó derrocar a Erdogan en 2016. Incluso, la cuenta de Twitter de Kanter fue bloqueada en Turquía.
La pesadilla para el basquetbolista explotó hace unos días en Indonesia, cuando participaba de un campus que organizó su fundación. A medianoche su representante se acercó hasta la habitación del hotel en el que se hospedaba y le avisó que la policía lo estaba buscando. El relato de la situación fue publicado en The Players Tribune. “Querían hablar conmigo, pero cuando eres turco sabes que los agentes nunca están ahí solo para hablar”, contó Kanter.
Sabía que era todo un riesgo ese encuentro, por eso el jugador escapó y se fue al aeropuerto, y a las 5.25 del 20 de mayo tomó el primer avión para salir de Indonesia. “Pensé que estaba a salvo, pero el gobierno turco estaba enfadado por mi huida. Cuando aterricé en Bucarest vi que me habían cancelado el pasaporte. Había escapado de Indonesia, pero no de Erdogan”, dijo en su comunicado Kanter, tras ser detenido en Rumania y enviado a los Estados Unidos.
“Nunca he quebrantado la ley, ni siquiera tengo multas por exceso de velocidad, nada, pero soy peligroso ¿Por qué?”, dice Kanter. Su forma de expresarse lo llevó a no poder regresar a Turquía y que su familia, sus padres y hermanos, tengan miedo al salir a la calle. Incluso, ha tenido diferencia con ellos por sus declaraciones contra el gobierno de Erdogan.
“Mi hermano me ha dicho que tienen miedo de decir nada, no sé si podré volver a ver a mis padres algún día. Mi padre fue a la verdulería y el cajero le escupió en la cara por mi culpa. Me sentí fatal por ello. A mi padre lo despidieron, era un profesor de genética”, contó Kanter.
El pivote, de 25 años, es acusado de haber utilizado la aplicación de mensajería encriptada ByLock, que era, según las autoridades turcas, la herramienta de comunicación de los golpistas, el movimiento dirigido por Gulen. La fiscalía envió una petición al ministerio turco de Justicia para que emitiera una “notificación roja” de Interpol contra el jugador.
“Desde el fallido golpe de estado, Erdogan ha transformado su gobierno en una dictadura. Cualquiera que vaya contra él o diga algo contra su gobierno es un objetivo. No se queden solo con mis palabras, se puede leer en las noticias, pueden preguntar en Amnistía Internacional”, relató el pivote de Oklahoma.
Lejos de ponerle paños fríos a la situación, Kanter no detiene su lucha y en su comunicado en The Player Tribune, explicó: “Digo lo que pienso sobre las cosas en las que creo. Para el gobierno de Erdogan, esto me hace un hombre peligroso. Juego al básquetbol, es mi trabajo. No soy un político o un periodista. Pero tengo una voz y quiero utilizarla para las personas inocentes en Turquía que están siendo castigadas por expresar sus ideas y creencias”.
Kanter, que nació en Suiza, porque su padre Mehmet, estaba haciendo el doctorado en Histología en la Universidad de Zurich, en agosto de 2016 se cambió el apellido en homenaje a la figura del predicador islamista Fethullah Gulen, instigador según el presidente Erdogan del intento de golpe de Estado de Turquía de 2016, pasándose a llamar Enes Gulen.
El relato del pivote de los Thunder es estremecedor, pero mucho más duro es leer cómo se siente: “Estoy sin patria. Recuerdo mi cumpleaños 21, hace cuatro años. Lo celebré en Turquía, en casa con mis padres y mi hermano y hermana. Mi madre hizo Turlu. Es un guiso turco con verduras y carne. Sueño con esa comida, pero no sé cuándo podré volver a degustarla”.